Sobre el periodismo deshonesto

POR GILBERTO LOPES

La nota de Víctor Salmerón sobre Venezuela, para BBC News Mundo.

Toca el corazón. Una mujer, a sus 67 años, en Venezuela, se lamenta de que no había pensado tener que pasar hambre en su vejez. Nadie debería tener que pasar hambre. Ni en su juventud ni en su vejez. ¡Nunca!

Pero el artículo se refiere a Venezuela. Es una nota relativamente larga, para los patrones del medio. Lo conozco bien, trabajé con ellos varios años cubriendo hechos en Costa Rica y en América Latina. De eso hace ya años. No recuerdo que se pudiera entonces publicar algo así.

¿Por qué digo que es deshonesto?

Porque no dice ni una palabra sobre las sanciones norteamericanas orientadas a hundir al economía venezolana. ¡Ni una palabra!

Las sanciones se han venido aplicando desde agosto de 2017. Han buscado paralizar completamente la economía venezolana, hundir su economía petrolera y su acceso a las instituciones financieras internacionales, públicas y privadas. Lo han dicho las mismas autoridades norteamericanas, que no han ocultado sus objetivos.

En mayo del 2019 Mark Weisbrot y Jeffrey Sachs publicaron un estudio titulado “Sanciones económicas como castigo colectivo: el caso de Venezuela”.

Es solo uno de muchos. Solo cito ese. Pero es uno que Salmerón tiene obligación de conocer si quiere escribir sobre la economía venezolana.

Ahí se puede leer:

Las sanciones redujeron la ingesta calórica de la población, aumentaron las enfermedades y la mortalidad (tanto para adultos como para menores) y desplazaron a millones de venezolanos que huyeron del país como producto del empeoramiento de la depresión económica y la hiperinflación. Las sanciones agudizaron la crisis económica de Venezuela e hicieron casi imposible estabilizar la economía, lo que contribuyó aún más a un mayor número de muertes. Todos estos impactos perjudicaron de manera desproporcionada a los venezolanos más pobres y más vulnerables.

Nada de lo que digo tiene que ver con la forma como las autoridades venezolanas han manejado su economía. Esa es otra discusión. Solo estoy hablando del periodismo deshonesto que, en mi opinión, representan la nota de Salmerón y la posición de la BBC, que la pública.

Es deshonesto con sus lectores, que se merecen un periodismo mejor que ese. Y que la BBC tiene obligación de ofrecer.