¿Quién incendia al Ecuador?

POR ÁLEX RON

Multitudes azoradas intentando comprar frutas y verduras en supermercados y comisariatos porque empiezan a escasear. Sensación de temor y desamparo. Comentarios de diversa índole: el paro nos está afectando a todos, es que los indios no dejan trabajar, con Lasso estamos peor…

Al igual que en casi todos los conflictos sociales existe una causa económica que los origina. Si vamos a la versión de los asesores de Guillermo Lasso nos dirán que no hay razón para el caos porque el Ecuador tiene una reserva monetaria de 9500 millones de dólares y las ganancias de la banca ecuatoriana hasta mayo del 2022 alcanzaron los 250 millones. Es decir, no encuentran los fundamentos para tanta huelga, porque los problemas son mínimos. El mismo Presidente cuando le preguntaron sobre la violencia dijo que no estamos mal, que 20 asesinatos por cada 100.000 habitantes es un índice menor al de Colombia y México.

Con esa lógica para gobernar es difícil darse cuenta lo terrible que significa tener un índice de desnutrición del 39% en el sector rural (fuente, INEC). Simplificando: uno de los grupos más productivos es el que menos recursos recibe, la pobreza en el área rural llega al 42%. Absurdo económico total, distopía total, pirámide invertida. Es obvio que está acumulación de injusticias tarde o temprano estallarían. Y aquí estamos, vamos a la segunda semana de paro con una Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) fortalecida y un Presidente que sólo atina amedrentar a la sociedad con aumento progresivo de la fuerza y convirtiendo en cuartel general a las universidades. A Lasso se le acabó su repertorio de TikTok y empezó a repartir bombas lacrimógenas y bala.

A Fernando Daquilema lo fusilaron un 8 de abril de 1872 en Yaruquíes, provincia de Chimborazo. Fue acusado de rebelión contra el gobierno de García Moreno. Para la sociedad feudal, Daquilema era un peligro por sus ideas reivindicativas, entre ellas una mejor repartición de la tierra y la eliminación del diezmo. Y así avanzó la historia del movimiento indígena entre avatares y rebeldía. La impronta de Daquilema, Dolores Cacuango, Tránsito Amaguaña es inmarcesible.

2022, junio, Quito, avenida de los Shyris, un reducido grupo de manifestantes, la mayoría mestizos, flamean banderas blancas, hacen sonar vuvuzelas, protestan a favor de la paz, gritan con rabia: “Iza te jodiste, con Quito te metiste”.

Oswaldo Guayasamín, nuestro pintor más reconocido a escala mundial, decía que el mestizo era un ser extremadamente cruel porque no tenía identidad y se avergonzaba de su pasado indígena.

Definitivamente, nuestra bastardía como mestizos nos ha generado múltiples conflictos individuales y étnicos. Estos conflictos se visualizan con más crudeza cuando surgen coyunturas como la generada por el paro nacional convocado por la CONAIE.

Un helicóptero aterriza en medio de un campo de fútbol, veinte policías fuertemente armados rodean a un sujeto de poncho rojo y trenza negra que avanza custodiado, en medio del tumulto y el ruido de las hélices, sube a la aeronave. Este ciudadano se llama Leonidas Iza, presidente de CONAIE, la organización de pueblos y nacionalidades indígenas de Ecuador. Estuvo preso por dos días, sin haber cometido delito alguno. Este momento es el enemigo político más grande que tiene el presidente Guillermo Lasso.

Leonidas Iza se declara mariateguista, lo que para la prensa gubernamental lo convierte en un tipo subversivo. José Pablo Feinmann, uno de los filósofos más reconocidos en Latinoamérica, planteaba que Mariátegui fue el pensador marxista más importante de nuestra región. Un escritor peruano que planteaba una adaptación del pensamiento marxista basado en la participación del indígena como fuerza articuladora de la rebelión. En el siglo XXI, la Constitución ecuatoriana garantiza el derecho a la resistencia frente a acciones u omisiones del poder público o de las personas naturales. ¿Es una Constitución mariateguista?

El domingo 19 de junio, Lasso cometió su segundo error político en esta crisis, después de la detención arbitraria a Leonidas Iza. Ordenó el allanamiento a la Casa de la Cultura Ecuatoriana por parte de la fuerza policial, algo que no se había producido desde la penúltima dictadura militar en los años 70. Mientras, en Colombia, triunfa por primera vez un presidente de izquierda, abriendo una puerta gigantesca hacia la reconciliación nacional. En Ecuador los vientos de dictadura aumentan, para Lasso el diálogo consiste en reducirlo todo al guión que utiliza un gerente de banco con sus clientes.

Lo escribí hace un par de meses: Ecuador vive en una permanente zozobra por la nula inteligencia política de un presidente (aunque hoy deberíamos ubicarlo en la categoría de aprendiz de dictador) que no gobierna porque todas las decisiones económicas las toma el FMI. Subir el bono a los campesinos 5 dólares mensuales es ofensivo, no es una señal de diálogo ni de reforma económica.

En una de sus últimas fotos, Lasso aparece vestido con uniforme militar, esboza una sonrisa fingida, una señal más de que está asustado y va quedándose solo. Ni diálogo, ni encuentro, sólo amenazas, estado de excepción y exclusión. ¿Quién incendia al Ecuador?

Plan V, Quito.