Pentagonismo

POR RODRIGO BORJA

Palabra acuñada en los años 60 por el profesor Juan Bosch, Presidente de la República Dominicana, para designar la influencia militar norteamericana.

“El pentagonismo —solía decir Bosch en aquellos años, cuando era mi profesor de Ciencia Política en Costa Rica— es el producto del capitalismo sobredesarrollado”. Tesis que la desenvolvió después en uno de sus libros: “El pentagonismo, sustituto del imperialismo”.

El término proviene de “Pentágono”, con que se conoce al Ministerio de Defensa de EE.UU., cuyo edificio en las afueras de Washington está compuesto de cinco anillos concéntricos en forma pentagonal. Es el edificio de oficinas más grande del mundo. Tiene 608.157 metros cuadrados de construcción y aloja a 30.000 empleados.

Panorámica del Pentágono, sede del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Terminó de construirse en enero de 1943. De la forma del edificio nació la denominación de “Pentágono” con que los norteamericanos designan a ese ministerio y de la cual derivó el profesor Bosch su vocablo “pentagonismo” para señalar la dimensión militar del imperialismo norteamericano. Bosch sustentó la tesis de que, a partir de los años 50, el poder militar norteamericano acumuló tanta fuerza —con base en el complejo industrial-financiero-militar— que se situó por encima de la autoridad civil y se convirtió en el factor determinante de la política exterior de EE.UU. Afirmó que este país tenía dos gobiernos: el gobierno civil para el interior y el gobierno militar para el exterior. En esas condiciones, el “pentagonismo” devino, según la apreciación de Bosch, en el sustituto moderno del imperialismo clásico y retuvo casi todas las características de éste, especialmente las más destructoras. “Pero es una modalidad más avanzada —enfatizó Bosch—, que se relaciona con el imperialismo en la medida en que el capitalismo sobredesarrollado de hoy se relaciona con el capitalismo industrial del siglo XIX”.

Bosch fundó su tesis, especialmente, en el crecimiento de los gastos militares que es mucho mayor que el de los gastos civiles, lo cual quiere decir, en un país eminentemente capitalista en el que el poder se mide en términos de dinero, que “el Pentágono es real y efectivamente más poderoso que el gobierno federal”, según escribió el profesor dominicano. Aunque no parece cierta la afirmación de que los círculos militares norteamericanos tuvieran mayor potestad que el gobierno federal de EE.UU., puesto que allí hay un efectivo sometimiento de la autoridad militar a la civil, sin duda el Pentágono es el símbolo del poder militar de ese país.

Consigno, como dato anecdótico, que los peruanos durante el gobierno de Fujimori solían llamar burlonamente “pentagonito” al edificio donde funcionaba el odiado Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), en el barrio San Borja de la ciudad de Lima.