La GRIETA ES REAL y se construye a diario, la construyen a diario obligando a través de los medios hegemónicos a dejar de pensar para ser pensados. Obligan a direccionar los sentimientos de millares de personas repitiendo una y otra vez la misma cantinela. Ya lo supo inculcar en su momento Joseph Goebbels con su “miente, miente que algo queda”. Hoy en día incluso es más simple inculcar determinadas directrices básicas en las personas a través de un continuo y variado bombardeo informático. Más allá de quien sea en realidad el sujeto del arma desde un sicario enviado a un trastornado en busca de protagonismo mediático, si fue mandado o es un lobo solitario, lo que en realidad interesa es lo que provoca el accionar de un sujeto que de ninguna manera es “el hombre rebelde” del que habló Albert Camus.
Del mismo modo que ningún familiar de detenidos desaparecidos ejerció un derecho de venganza contra los represores y asesinos de la dictadura argetnina y aguardaron con una paciencia mineral a que la justicia sentencie “Nunca Más”, aquí LA GRIETA movió a este sujeto, actuó en este sujeto. La democracia sin duda tiene múltiples falencias, descubrimos que aquel mantra de Raúl Alfonsín (1983-1989) que aseguraba “con la democracia se come, se cura y se educa” no es tan así, ojalá lo fuera, pero no es tan así. Pero sin ninguna duda es el mejor de los sistemas para vivir en una sociedad plural, con numerosas miradas, con numerosas voces y pensamientos. Hay quienes tienen horror a la disidencia, pero es muy cierto que donde todos opinan igual nadie piensa demasiado y eso facilita la tarea del poder. Es necesario defender la democracia a como dé lugar. El asesinato político conduce a la nada misma.
Me temo que el resultado de este intento de magnicidio, intento frustrado no por la custodia que debía proteger a una Vicepresidenta elegida democráticamente sino por un azar mecánico o por la impericia del sujeto que gatilló en dos oportunidades, el resultado profundizará el abismo de unos y otros y ambas orillas serán cada vez más distantes. Sin advertir la gravedad y el peligro de los que están haciendo, los medios hegemónicos ya estarán poniendo manos a la obra para “vender correctamente” el intento de homicidio. Ya estoy viendo en las redes el accionar de trolls tempraneros diciendo que “es un invento” que “buscan desviar la atención” incluso revistiendo la dirección para asegurar que “el odiador es el odiado”. La idea permanente es impedir que tanta gente piense por su cuenta y así ser pensados por los verdaderos dueños del poder. Nos vemos en la Plaza de Mayo. Es lento pero viene…
