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El manejo de la Reserva Federal que es el banco central de Estados Unidos, consorcio público-privado que por sus peculiares características no tiene control político del Estado ha sido la principal razón por la que han caído asesinados cuatro presidentes norteamericanos en pleno ejercicio.
Cuando los mandatarios Abraham Lincoln en 1865; James Garfield en 1881; William McKinley en 1901; y John F. Kennedy en 1963 se disponían a convertir la Reserva Federal en una institución de manejo cien por ciento público y por lo tanto el Estado tuviera plena soberanía monetaria en el sentido de que en la emisión del dólar no interviniera en absoluto la banca privada, como ocurre en la actualidad, coincidencialmente fueron asesinados.
En los siguientes videos se explican detalladamente los móviles del magnicidio de estos cuatro mandatarios a quienes se les segó la vida debido a que su intención política estaba dirigida contra los codiciosos intereses económicos del usurero y poderoso sector financiero.