“En América Latina no solo se puede sino que se debe generar pensamiento crítico desde la academia para hacernos las preguntas y encontrar las respuestas”

POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ /

Entrevista con la secretaria ejecutiva del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), la socióloga uruguaya Karina Batthyány Dighiero.

Desde enero de este año asumió las riendas de dirigir ese nodo de articulación académica latinoamericana y caribeña que es CLACSO con el imperativo de elaborar agendas de investigación en torno de los temas prioritarios y de debate que concitan la atención del hemisferio, abordándolos a partir de una óptica inter y multidisciplinaria desde la diversidad de las Ciencias Sociales y la interacción con otras ciencias.

La complejidad de una región en permanente ebullición como América Latina amerita ampliar los horizontes de la oferta educativa, de la investigación social, crear y consolidar espacios de encuentros académicos, políticos y sociales más allá de los tradicionales, todo lo cual implica la reivindicación de las Ciencias Sociales en su potencial crítico y transformador. A partir de esta concepción, Batthyány Dighiero ha asumido el reto de liderar este organismo de investigación y divulgación académica desde una visión plural, integradora, tolerante y respetuosa de las diferencias en el marco del compromiso con la justicia social, la igualdad, la democracia y el Estado de Derecho para abordar la realidad regional, analizando sus implicaciones y visualizar las tendencias en perspectiva para entender qué ha sucedido en América Latina, hacia dónde va y qué se puede hacer para fortalecer la construcción de alternativas democráticas que superen los modelos de exclusión que amplían las brechas de desigualdades de toda índole.

Entre el 6 y 9 de julio, CLACSO organizó una serie de encuentros, foros, reuniones de centros miembros y de grupos de trabajo tanto en Medellín como en Bogotá para proyectar su actividad investigativa en Colombia.

Se destaca la organización del IV Congreso de Política Educativa en América Latina conjuntamente con la Corporación para la Educación y el Desarrollo de América Latina y el Caribe (CEDALC), en la ciudad de Medellín.

Aprovechando su presencia en la capital colombiana, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net, invitó a dialogar a esta doctora en Sociología de la Universidad de Versailles Saint Quentin en Yvelines (Francia) y desde 1992 docente en la Universidad de la República (Uruguay) para abordar temas sobre su rol al frente de la Secretaría Ejecutiva de CLACSO y los desafíos de la región en materia de educación e investigación social.

Generar conocimiento para la transformación de la sociedad latinoamericana

Como bien tú has señalado, América Latina “se encuentra en una encrucijada” en la actual coyuntura histórica. ¿En ese contexto complejo, desde la academia se puede construir pensamiento crítico que contribuya a generar alternativas para la región?

Se puede y se debe. No solamente se puede, debemos hacerlo; efectivamente, estamos en una encrucijada, digamos con situaciones complejas en el continente, algunas por supuesto muy perturbadoras, quizá la más perturbadora puede ser el caso de Brasil, pero no solamente ese caso, hay otras más alentadoras; el país al que yo pertenezco, el Uruguay, que hace 15 años tiene un proceso progresista consolidado y que aspiramos a que lo siga teniendo en las próximas elecciones del mes de octubre; el caso de México, por nombrar dos simplemente, hay otros. Estamos en ese proceso y quienes trabajamos en las Ciencias Sociales y Humanas en América Latina estamos desafiados a hacernos las preguntas y encontrar las respuestas. Qué es lo que estamos haciendo, cómo llegamos hasta aquí y cuáles son los caminos hacia adelante.

Desde esa mirada de pensamiento crítico, tratando de aportar porque esa es la obsesión. CLACSO tiene la misión de aportar no solo reflexión académica, sino conocimiento que permita transformar nuestras sociedades en sociedades más igualitarias, que respeten los derechos humanos de todos; más inclusivas y democráticas, y ya que estamos aquí en Colombia, más pacíficas, donde los procesos de paz efectivamente sean una realidad.

En una América Latina dominada por políticas neoliberales, ¿aún es posible democratizar el acceso al conocimiento?

Bueno, es el desafío. En el marco de estas políticas neoliberales y no solamente de ellas sino de lo que se ha denominado la mercantilización de la educación, el capitalismo cognitivo, tenemos la obligación de seguir aportando a la educación como un bien común, como un bien público, como un derecho. A la ciencia y al conocimiento como un derecho también. Desde CLACSO impulsamos firmemente estas políticas, promovemos además, por ejemplo, toda la política de acceso al conocimiento, de acceso abierto a las revistas, a lo que producen las universidades y los centros de investigación de nuestros países, apoyamos esa idea de la educación y el conocimiento como bien público. Claro que es difícil, porque las universidades, especialmente las públicas, están siendo muy atacadas, particularmente las Facultades de Ciencias Sociales y Humanas están siendo muy atacadas de distinta manera, algunas de forma más explícita y otras por la vía de recortes presupuestales o cierres de programas. El caso más claro ahí es todo lo vinculado a estudios de género que están siendo firmemente combatidos en todas nuestras universidades. Tenemos la obligación de reforzar y redoblar nuestros esfuerzos, porque por supuesto seguimos creyendo y defendiendo el conocimiento como bien público y tenemos que garantizarlo. Además sabemos que en la educación están muchas de las soluciones a los problemas que tiene nuestro continente.

 

CLACSO tiene la misión de aportar no solo reflexión académica, sino conocimiento que permita transformar nuestras sociedades en sociedades más igualitarias, que respeten los derechos humanos de todos; más inclusivas y democráticas

 

En ese sentido tú has señalado que en América Latina se está presentando un fenómeno de antifeminismo beligerante. Se habla por parte de sectores de la derecha de “ideología de género”, entre comillas. ¿Cómo estas observando ese proceso?

Exactamente, se ha convertido al feminismo en un enemigo, en lugar de ver al feminicidio y al ataque al derecho de las mujeres como el problema.

Se han demonizado todos los planteos que provienen del campo de los estudios de género porque en definitiva las mujeres en América Latina hemos ganado una cantidad de derechos en los últimos 50 años, estamos ocupando posiciones públicas y eso genera mecanismos de reacción y de ataque muy fuerte hacia ese movimiento.

Movimiento de mujeres que además ha mostrado ser de los más activos en la región. Pensemos en los casos de Chile y de Argentina, con las mujeres en las calles reclamando derechos, derechos de distinto tipo, derechos asociados a la salud sexual y reproductiva, derechos asociados a la autonomía de las mujeres y esto de la ‘ideología de género’ y el ataque tan fuerte que estamos sufriendo es un mecanismo de reacción que se enmarca por supuesto dentro de los mecanismos que la derecha está desarrollando para ir en contra de los avances en materia de derechos para todos en nuestra región.

Pero de todas maneras lo que se viene dando en la Argentina con el pañuelo verde, o lo que se está haciendo en tu país, Uruguay, son avances que habría que destacar…

Por supuesto, por eso hablo de un mecanismo de reacción que se da cuando hay avances muy significativos y si hay algo que es seguro es que las latinoamericanas hemos salido a las calles, nos las hemos tomado y estamos planteando los problemas de desigualdad y discriminación que hemos sufrido durante mucho tiempo y eso no tiene marcha atrás. Hay muchas conquistas en los últimos 50 años, pero todavía quedan muchos nudos críticos de desigualdad de género en nuestra región. Afortunadamente esas banderas las han tomado las más jóvenes. Porque si analizamos los movimientos de mujeres en nuestros países, la cantidad de muchachas y de jóvenes que están participando es realmente alentador.

Se han demonizado todos los planteos que provienen del campo de los estudios de género porque en definitiva las mujeres en América Latina hemos ganado una cantidad de derechos en los últimos 50 años, estamos ocupando posiciones públicas y eso genera mecanismos de reacción y de ataque muy fuerte hacia ese movimiento

 

Otro de los propósitos que te alienta desde la Secretaría Ejecutiva de CLACSO es la interlocución académica Sur-Sur, con el continente africano, con el ámbito asiático, con el mundo árabe. ¿Cuál es la perspectiva en ese sentido de tu gestión?

Es una perspectiva del sur global de trabajar los problemas en común que tenemos en América Latina en conjunto con colegas, cientistas sociales de otras regiones. Por eso estamos trabajando codo a codo de manera articulado con el Consejo Africano de Ciencias Sociales y el Consejo Árabe de Ciencias Sociales, analizando problemas globales que nos afectan a nuestras regiones y que creemos que desde el sur tenemos respuestas para dar. Tenemos conocimiento para mostrar. Las Ciencias Sociales han producido mucho en nuestros países, muchas respuestas a esos problemas y tenemos que trabajarlas en conjunto y potenciarnos en conjunto. Estamos trabajando muy activamente en este aspecto.

En Medellín, CLACSO, CEDALC y la Secretaría de Educación del departamento colombiano de Antioquia, en un esfuerzo conjunto, acaban de presentar el último libro de Boaventura de Sousa Santos que lleva por título Educación para otro mundo posible, en el que el autor portugués reitera su reflexión sobre la emergencia de las epistemologías del sur y en uno de sus capítulos alude a la necesidad de “una pedagogía del conflicto”. América Latina está atravesada por conflictos muy fuertes surgidos básicamente por las múltiples desigualdades. ¿Se hace prioritario generar desde la academia una pedagogía para el conflicto?

Sin duda. Efectivamente, lanzamos ese libro, fue un acto muy emocionante, además se les entregó a 2500 maestros y maestras colombianas. La epistemología del sur es una de las necesidades porque justamente cuando planteamos esta mirada desde el sur significa aprender a tener miradas desde nuestros lugares, miradas que descolonialicen la forma como hemos pensado, que rompan desde el punto de vista epistemológico y metodológico con algunas formas de pensar los problemas que tenemos instalados en muchos casos en las Ciencias Sociales. Estamos apostando también muy fuerte a eso, trabajando con esta noción de conflicto. Las sociedades son conflictivas esencialmente. En el caso de América Latina pueden estar exacerbados esos conflictos, bueno por ser la región más desigual del planeta, por distintos elementos o dimensiones de esa desigualdad que se manifiesta a veces hasta trágicamente, pero tenemos que trabajar analizando y proponiendo maneras alternativas para superar esos conflictos. Los conflictos existen, lo que tenemos que aprender es cuáles son las formas, y eso en el caso de Colombia queda muy claro en el sentido de resolverlos de manera pacífica y democrática, respetando los derechos de todos.

Tú vienes de la universidad pública y tu carrera académica básicamente la has desarrollado en ella. Boaventura de Sousa dice que la universidad pública en este momento se configura como “un campo de disputa”. Los gobiernos de derecha buscan acabarla, poniendo además toda clase de obstáculos para no garantizar el derecho a la educación. ¿Cuál es tu opinión?

Sí, yo soy esencialmente una universitaria y una universitaria pública. Me formé, me crie y trabajé toda mi vida y sigo trabajando en la universidad pública. Y cuando decimos la universidad pública implica realmente la universidad para todos, gratuita en todos sus niveles, con puertas abiertas al acceso de todos aquellos que quieran formarse en ella. Ese es un valor a defender que sin duda está siendo atacado en nuestros países, que hay una voluntad de mercantilizar la educación universitaria y de asfixiarla presupuestalmente. Quizás donde se ve de manera más dramática es en los niveles de posgraduación, maestrías, doctorados, en los que realmente la posibilidad de formarse gratuitamente está muy restringida en la región. Tenemos que recuperar esos valores, defenderlos y seguir creyendo en la universidad pública de acceso gratuito para todos, para que realmente el derecho a la educación en todos los niveles sea una garantía.

Uno de los aspectos en los que tú has hecho énfasis en tu visita a Colombia es la recuperación de la memoria. Te reuniste con directivos de la Comisión de la Verdad.  ¿Cuál va a ser el trabajo de CLACSO con esta Comisión y cómo analizas el problema de la memoria respecto de nuestros conflictos en América Latina?

La memoria es fundamental, los pueblos sin memoria repiten en muchos casos los errores. Nosotros hemos decidido impulsar muy fuertemente en CLACSO el tema de la memoria por medio de formación, investigación, actividades públicas y también con convenios con instituciones que están trabajando en este aspecto en los países de la región.

Es el caso de la Comisión de la Verdad, firmamos un acuerdo para trabajar principalmente en torno de distintas políticas dirigidas a la población que ha sido víctima de los procesos de guerra aquí en Colombia, principalmente en formación, en capacitación, en investigar las problemáticas de esas comunidades. Particularmente, la población víctima del conflicto que tiene situaciones de discapacidad. Vamos a trabajar conjuntamente en estos temas.