El plan de Estados Unidos para acabar con Rusia: el informe de Rand Corporation

POR ENRIQUE ZAMORANO /

Guerra híbrida en estado puro. Ya lo decía el gran estratega prusiano Karl von Clausewitz: Rusia solo podría ser derrotada fomentando la disensión interna. «Apenas está comenzando el gran juego geopolítico del siglo XXI», afirma el coronel español y experto en geopolítica y relaciones exteriores, Pedro Baños Bajo, al comentar los alcances del informe que ha elaborado el think tank más poderoso de Estados Unidos con influencia directa en el gobierno de Donald Trump, en el que detalla las debilidades de la nación que lidera Vladimir Putin para generar desequilibrios en su seno.

Obligar a que Rusia se extienda demasiado y generar desequilibrios en su poder militar, económico y político. Esta es la idea central del nuevo informe elaborado por la Rand Corporation, uno de los ‘think-tanks’ más influyentes del gobierno de Estados Unidos que, entre otras cosas, se atribuye la victoria sobre el país que actualmente dirige Vladimir Putin en la Guerra Fría gracias a sus medidas «a largo plazo». Ahora más que nunca, la nación estadounidense está viendo debilitada su hegemonía internacional frente a otras potencias como China (en el plano económico con la reciente imposición de aranceles comerciales y el caso Huawei) y su enemigo más clásico, la mastodóntica nación rusa, cuya fuerza militar sigue siendo superior.

Por ello, este informe supone una clara maniobra defensiva a nivel de inteligencia por parte de este laboratorio de ideas que sirve y forma a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Durante más de 70 años, el «tanque de ideas» ha supuesto una influencia clara en las políticas imperialistas y militares del gigante norteamericano, siendo especialmente relevante en la carrera espacial o en el conflicto nuclear vivido en la Guerra Fría. Es el foco de las paranoias que sustentan las teorías de la conspiración y no es para menos: en la actualidad está financiada por los principales órganos de gobierno (la secretaría de Defensa, el Departamento de Salud o la Agencia de los Medicamentos y Alimentos), además de una larga lista de universidades y fundaciones (como por ejemplo la de Bill y Melinda Gates y la de George Lucas, entre muchas otras).

El «think tank» propone financiar a Ucrania en su conflicto con el Kremlin, pero no intervenir en una guerra directa ya que Rusia ganaría sobradamente

«Rusia no es tan fuerte ni tan débil como parece». Esta es la máxima que encabeza el informe, en el que se detallan una a una las vulnerabilidades que padece la antigua Unión de Repúblicas Soviéticas: los precios del petróleo y del gas están muy por debajo de los picos de hace unos años, lo que ha repercutido en una caída de los niveles de vida de la población, las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea a raíz del conflicto con Ucrania, así como los problemas sociodemográficos a los que se enfrentan, entre los que destacan una población cada vez más envejecida y la posibilidad de la llegada de un cambio de régimen mucho menos autoritario que el que ostenta uno de los mayores líderes del plano internacional: Vladimir Putin.

 El plano militar

Claro que, no todo son ventajas para Estados Unidos. Rusia sigue siendo una de las mayores fuerzas militares del globo, algo de lo que la Rand Corporation es totalmente consciente. Por ello, una de las acciones más destacadas del informe es la de dirigir una campaña para elevar la tensión de su conflicto con Ucrania, pero «sin llegar a las manos», ya que evidentemente, de darse un enfrentamiento militar directo, el país de Putin saldría victorioso debido a su proximidad.

En ese caso, la mirada de Rand apunta hacia Siria: Estados Unidos seguirá brindando apoyo a los rebeldes contra el gobierno de Bashar Al-Ashad pero no demasiado, ya que «podría poner en peligro otras prioridades políticas, tales como la lucha contra el terrorismo islámico». La organización también sugiere que apoyar más independencia política y económica para Bielorrusia tampoco sería muy buena idea, ya que podría provocar una fuerte respuesta militar por parte del Kremlin, lo que daría lugar al deterioro de la seguridad en Europa y un claro revés para la política estadounidense.

El plano económico

Ante las dificultades que presenta la ofensiva norteamericana por el lado militar, la parte más vulnerable de la nación rusa es su economía. En este área, el «think tank» propone incrementar las sanciones comerciales y financieras, especialmente si el resto de los gobiernos del bloque occidental las aprueban, es decir, se consigue un movimiento multilateral con el beneplácito de potencias como la Unión Europea. Aunque «las sanciones pueden provocar grandes costes y dependiendo de su severidad, grandes riesgos», como reza el informe.

EEUU buscará poner en duda el sistema electoral y con ello aumentar el descontento popular hacia Putin, lo que conllevará más represión ciudadana

En general, la Rand aconseja demostrar a Europa la capacidad de conseguir gas y petróleo de distintos proveedores que no sean Rusia, en una especie de «coerción energética global» a través del gas natural licuado (GNL) importado por vía marítima desde otros países. También propone fomentar la fuga de talentos, mano de obra cualificada y jóvenes bien formados a otros países de su entorno o, incluso, a Estados Unidos, aunque en el fondo saben que es una operación complicada con pocas posibilidades de realizarse.

El plano ideológico

El «think tank» plantea en este ámbito socavar la fe de los votantes en el sistema electoral ruso. Aún así, reconoce que sería un asunto espinoso, puesto que el Kremlin tiene el control estatal de la mayor parte de los medios de comunicación, incluso de Internet. En caso de que saliera bien, el descontento hacia Putin aumentaría más, pero también habría que tener en cuenta los enormes riesgos que conlleva esta acción. En primer lugar, una mayor represión gubernamental a los disidentes, y en segundo lugar, el desvío de la atención a un conflicto exterior, presumiblemente en territorio europeo, por lo que no es una opción muy segura.

Del mismo modo, también propone dañar la imagen de Rusia en el extranjero a partir de sanciones y el veto en foros internacionales que no sean la ONU. Asímismo, desarrollar acciones de boicot en eventos deportivos o culturales de alcance global, como la Copa del Mundo. «Si bien ninguna de estas medidas gozan de una alta probabilidad de éxito, cualquiera de ellas podría funcionar para generar todavía más ansiedad en los ciudadanos y el gobierno, empleada como una amenaza disuasiva para desactivar las campañas de desinformación y subversión del régimen ruso», recalca el informe.

Europa y la OTAN

Aumentar la presencia de fuerzas militares estadounidenses en Europa y sus unidades terrestres. Ante la posibilidad de desplegar al ejército en las zonas orientales de Europa, la Rand Corporation admite que sería demasiado arriesgado, sobre todo teniendo en cuenta la tensión ya existente en Ucrania, Bielorrusia o el Cáucaso. Además, existen planes para reforzar la cooperación de las potencias integradas en la OTAN. Asimismo, salir del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF por sus siglas), con el objetivo de desplegar en suelo europeo nuevos misiles nucleares de alcance intermedio que apunten hacia Rusia, lo que podría conllevar una nueva carrera armamentística entre ambas naciones.

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