Crisis política en Perú: mayoría en Congreso destituyó a presidente Vizcarra y asume la conservadora Mercedes Aráoz

Merecedes Aráoz

Reventó una profunda crisis política en Perú: el Congreso de esta nación andina destituyó al mandatario Martín Vizcarra luego de que éste decidiera su clausura y nombró a la vicepresidenta Mercedes Aráoz en reemplazo, en medio de un enfrentamiento entre ambos poderes por un proyecto para modificar la manera de elegir a los miembros del Tribunal Constitucional.

«Pleno aprueba la Moción de Orden del Día 10651, que declara la incapacidad temporal del presidente de la República por propiciar la ruptura del orden constitucional», comunicó el Congreso en su cuenta en la red social Twitter. La publicación viene acompañada de una fotografía del panel de votación con 84 legisladores opositores a favor, ninguno en contra y ninguna abstención, pese a que el pleno está compuesto por 130 congresistas y el número que se incline por la destitución debe ser mayor según la Constitución.

A su vez, el presidente del Congreso, Pedro Olaechea, señaló en su cuenta de Twitter que en reemplazo de Vizcarra asumió la vicepresidenta, Mercedes Aráoz.

«Se declaró la incapacidad temporal del presidente de la República, Martín Vizcarra, por propiciar la ruptura del orden constitucional. Asume la presidencia [la vicepresidenta] Mercedes Aráoz», comunicó Olaechea.

En la sede del Parlamento y con solo la presencia de los congresistas opositores, Aráoz, caracterizada neoliberal y conservadora, tomó juramento de la residencia de parte del titular del Congreso.

En un discurso breve, Aráoz expresó que asumía el mandato en concordancia con la Constitución que establece que sea el vicepresidente quien se hace cargo de la máxima magistratura en caso de que el jefe de Estado sea destituido por el Legislativo y afirmó que la decisión de Vizcarra de cerrar el Congreso fue ilegal.

Por su parte, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional de Perú manifestaron su respaldo al presidente Vizcarra.

«El Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y los Comandantes Generales del Ejército, Marina, Fuerza Aérea y Policía Nacional del Perú reafirman en Palacio de Gobierno su pleno respaldo al orden constitucional y al presidente, Martín Vizcarra, como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú», comunicó la Presidencia en su cuenta en la red social Twitter.

Cierre del Congreso por parte de Vizcarra

El mandatario cerró el órgano legislativo el pasado 30 de septiembre apelando a sus atribuciones constitucionales que le permiten tomar esa medida cuando el Congreso le niega dos veces el voto de confianza al gobierno.

De esta manera, Vizcarra ponía fin a la guerra entre el Ejecutivo y el Congres, dominado por el ultraderechista partido fujimorista Fuerza Popular y sus aliados. Aunque formalmente el Parlamento le aprobó el voto de confianza pedido, el presidente ha señalado que en los hechos se lo habían negado al desconocer las razones por las que pidió este voto. Además, Vizcarra llamó a elecciones legislativas que deben realizarse en cuatro meses.

La mayoría parlamentaria respondió calificando de ilegal su cierre y poniendo en marcha un proceso para destituir al presidente. En abierta contradicción histórica, los herederos del exdictador Alberto Fujimori hablaron de golpe de Estado, acusaron a Vizcarra de dictador y amenazaron con enviarlo a la cárcel. La minoría parlamentaria -formada por la pequeña bancada del oficialismo, la izquierda y una derecha liberal- apoyaron la decisión del Presidente. En las calles, la población respaldó el cierre constitucional del desacreditado Congreso, identificado con la prepotencia y la protección a políticos acusados de corrupción.

El catalizador de esta crisis final ha sido la decisión de la mayoría parlamentaria de elegir, en un turbio proceso armado en pocos días, a seis nuevos miembros de los siete integrantes del estratégico Tribunal Constitucional (TC), principal instancia jurídica del país. Una maniobra para controlar ese organismo cuando sus principales dirigentes enfrentan procesos por corrupción. El fujimorismo espera que un TC a su medida deje sin efecto la prisión preventiva de su jefa, Keiko Fujimori, procesado por corrupción. Para detener ese intento de copamiento, Vizcarra pidió el voto de confianza condicionado a que se detenga ese proceso de elección y se adopte un nuevo mecanismo más transparente.

De esta manera, Perú ingresa a una etapa de incertidumbre política e institucional, protagonizada por los partidos de la derecha.