Con el 86.85 % de los votos en referendo fue aprobada la nueva Constitución de Cuba

AGENCIAS /

Cuba deja atrás la Constitución de 1976; con el referéndum realizado el pasado 24 de febrero se dio el último paso para avanzar en una nueva Carta Magna.

La opción del Sí en esta consulta popular logró 6. 816.169 votos, mientras que el No obtuvo 706.400 votos.

La Comisión Electoral Nacional (CEN) de Cuba anunció que la nueva Constitución fue aprobada con el 86.85 por ciento de los ciudadanos que votaron en el referendo celebrado, el cual contó con el 84.41 por ciento de participación.

Más de 25 mil colegios electorales fueron habilitados en Cuba para el referendo en el que podían sufragar todos los ciudadanos mayores de 16 años.

Con el nuevo texto constitucional, los cubanos amplían derechos como el acceso a diferentes formas de propiedad, consecuencia de extensos debates en grupos de trabajo y en la Asamblea Nacional del Poder Popular, que incluyeron propuestas de la gente.

La nueva Constitución cubana está en sintonía con la actualización del modelo económico de la isla y las proyecciones futuras del sector.

Cuba se regirá con una nueva Constitución discutida, corregida y ratificada por su pueblo. La jornada que movilizó a más de ocho millones de votantes coincidió con el aniversario de una fecha histórica y martiana. Un 24 de febrero de 1895 se inició la última guerra por la independencia del imperio español. En ese entonces como ahora, Estados Unidos se arrogó la posibilidad de intervenir.

Los diversos cambios constitucionales comenzaron a gestarse en 2013. Reflejan el producto de extensos debates en grupos de trabajo y en la Asamblea Nacional del Poder Popular. Pero además, incluyeron propuestas de la gente que se analizaron y aprobaron durante casi tres meses de consulta popular. Entre el 13 de agosto y el 15 de noviembre del año pasado hubo alrededor de unas 130 mil reuniones de ciudadanos de a pie, donde se hicieron casi un millar de propuestas y el 50 por ciento de ellas fueron agregadas a la máxima ley con que se regirá Cuba de ahora en adelante.

Los millones de cubanos que participaron de la votación tuvieron que responder a la pregunta: “¿Ratifica usted la nueva Constitución de la República?”. Sí o no eran las opciones presentadas.

La nueva Constitución cubana modifica 113 artículos, incorpora 87 y elimina 11 respecto de la que estaba vigente hasta hoy. Uno de los que alteró su contenido –aunque simbólico– es el referido al cargo de presidente. Ahora será de la República y no más del Consejo de Estado y de Ministros. También se restableció la figura de primer ministro.

El presidente Miguel Díaz Canel no podrá seguir en el gobierno más allá de 2028 –sólo tendría la posibilidad de ser reelecto para un segundo mandato de cinco años– y su sucesor deberá cumplir un requisito que también contiene la Constitución: no tener más de 60 años de edad.

A diferencia del estatuto constitucional de 19 76, el que acaba de aprobarse votarse define al matrimonio como la unión concertada entre dos personas, sin precisar el sexo. Se abre así la vía para el casamiento entre parejas homosexuales, una vieja demanda de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales).

La doctora en Ciencias Jurídicas Martha Prieto Valdés, vicepresidenta de la Sociedad Cubana de Derecho, comentó sobre los valores que expresa la nueva Constitución: “La dignidad humana se ha reforzado en su tratamiento, irradiándola a todo el texto, a los derechos y todo el ordenamiento jurídico; la igualdad, también con más amplitud, dentro del reconocimiento de la diversidad; la protección de los intereses personales, con la exigencia de la solidaridad humana como medio de asegurar la existencia de la persona, en lo individual y colectivo”.

El punto de partida para la reforma constitucional fueron los antecedentes constitucionales de 1940 y 1959, el año de la Revolución. Cuba había recorrido el siglo XIX con varios textos de corta vigencia. La primera intervención de Estados Unidos interrumpió la que se votó en 1897. Apenas duró un año. Incluso en 1901 el gobierno de la isla incorporó la enmienda Platt a su carta magna bajo presión de EE.UU. Esta le permitía intervenir a la potencia del norte bajo el argumento de “la conservación de la independencia cubana”.

Aún durante más de un siglo de injerencias y de un bloqueo económico que perdura casi como los años transcurridos desde la entrada a La Habana de Fidel Castro, Camilo Cienfuegos y el Che, Cuba resiste con su Constitución en la mano y ahora le agregó el concepto novedoso de que será “un estado socialista de derecho”. En política exterior, el país ratifica los principios con que se rigió hasta hoy e incorporará otros: entre los nuevos, la multipolaridad en las relaciones entre los Estados, más la protección y conservación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Y mantendrá su proverbial “condena al imperialismo, al fascismo, al colonialismo o neocolonialismo en cualquiera de sus manifestaciones”.

El presidente Díaz-Canel, declaró a los medios, tras asistir al centro de votación, que se trata de una carta constitucional «moderna» que «formula un Estado socialista de derecho que nos va a permitir destrabar procesos y avanzar de una manera más decidida en la construcción del modelo económico-social».