
CON INFORMACIÓN DE RUSSIA TODAY /
Según un informe de una comisión de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos el controvertido ‘Plan Colombia’ que se suscribió durante el obsecuente gobierno del mandatario conservador Andrés Pastrana (1988-2002) constituyó todo un fracaso en la lucha contra las drogas. Quedó en evidencia, igualmente, que la fumigación contra los mal denominados cultivos ilícitos además de generar efectos altamente negativos en las comunidades y el medio ambiente, es costosa e ineficiente. También se colige del documento que la certificación unilateral por parte de Washington sobre las políticas internas de los países en la lucha contra el narcotráfico es contraproducente.
En definitiva, la estrategia del Estado colombiano para erradicar los cultivos ilícitos y el tráfico de sustancias ilegales ha sido criticada por los propios organismos estadounidenses ante su poca o nula efectividad, aunque de manera cínica el informe destaca la intervención directa de Washington en la lucha contrainusrgente.
En el citado reporte de una comisión de la Cámara de Representantes estadounidense se afirma de manera textual que el ‘Plan Colombia’, suscrito por el país suramericano y EE.UU. hace 20 años, “ha sido un fracaso” en el control de la producción y el tráfico de drogas.
El documento hecho por la bipartidista Comisión de Política de Drogas del Hemisferio Occidental de EE.UU., que ha sido parcialmente divulgado por algunos medios, será presentado de manera oficial este jueves 3 de diciembre ante el Congreso.
En el estudio de 117 páginas, al que tuvo acceso el diario El Colombiano, se especifica que desde hace un par de décadas EE.UU. le ha asignado a Colombia un total de 11.600 millones de dólares para combatir el narcotráfico. De esta cifra, 10.000 millones se destinaron al ‘Plan Colombia’, que ha sido “el programa de ayuda bilateral más grande y de mayor duración en este hemisferio”, recoge el texto.
En el año 2000, los expresidentes Bill Clinton (EE.UU.) y Andrés Pastrana (Colombia) suscribieron este acuerdo que buscaba supuestamente “luchar contra el narcotráfico”, “recuperar la seguridad” y “consolidar el desarrollo social”, según la Presidencia colombiana en su página web. En 2016, el plan fue ratificado por los exmandatarios Juan Manuel Santos y Barack Obama, y recientemente el presidente Iván Duque anunció la continuación de esa cooperación, a través del programa ‘Colombia Crece’.

La lucha contra la insurgencia
Los autores del texto destacán si la lucha insurgente y de manera velada dejan entrever el respaldo que dio Washington a Colombia para que lograra un “gran progreso” en el objetivo de recuperar la seguridad en el país, y que su política de Estado para combatir a los grupos armados fue un “éxito desde el punto de vista de la lucha contra la insurgencia”. Obiviamente no se dice absolutamente nada de los graves hechos de violación de derechos humanos que el fracasado Plan Colombia generó en múltiples comunidades rurales en el país.
El informe relieva también de manera muy diplomática la obsecuencia de los gobiernos del corrupto régimen bipartidista de derecha al señalar: “Un estado que hace dos décadas estaba al borde del colapso es ahora el más firme aliado de EE.UU. con una democracia vibrante y una economía de mercado estable”.
Sin embargo, la lucha antinarcóticos no ha logrado la misma aprobación por la comisión congresional estadounidense y ha sido tildada de “fracaso”, frente a la cifra récord de 212.000 hectáreas de coca cultivada en 2019, “incluso cuando el país intensificó sus esfuerzos, erradicando más de 100 hectáreas”, dice el documento.
En septiembre pasado, el presidente colombiano ratificó la meta de reducir en 50 % los cultivos ilícitos para 2023, lo que también ha sido cuestionado en el estudio debido a que la misma meta se estableció hace más de una década sin haberla alcanzado.
Recomendaciones
Si bien en las recomendaciones se asegura que la erradicación masiva de los cultivos ilícitos es primordial, se señala la poca eficacia que han tenido las fumigaciones hechas por el Gobierno, a pesar de las críticas de varias organizaciones por su impacto negativo ambiental y en la salud de los campesinos, recoge el diario El Tiempo.

En el reporte también se asegura que los precios de la cocaína en EE.UU. se han mantenido estables en la última década, incluso con “grandes variaciones en la oferta colombiana”. “A menos de que el Estado pueda proporcionar seguridad tanto física como económica, la historia de la lucha contra el narcotráfico en Colombia demuestra que los agricultores volverán a la coca, a menudo dependiendo de la guerrilla u otros grupos de traficantes”, se añade.
Entre las otras medidas que han sido recomendadas por la Comisión, y que serán debatidas en el Congreso estadounidense , se encuentran:
- Detener el envío de erradicadores y fuerzas de seguridad a zonas remotas porque es una “pérdida de tiempo y recursos”.
- Enfocarse en la destrucción de laboratorios y regular la compra de combustible y químicos que se usan en la producción de la droga.
- Construir vías terciarias para conectar las zonas remotas.
- Acelerar los esfuerzos en la titulación de tierras, que permitan a los campesinos acceder a créditos y otros beneficios.