REFLEXIONES DESDE BARCELONA


Por Juan Manuel López Caballero

Hay un dicho, medio chiste y medio malo, según el cual cuando a uno le empiezan a parecer sexy las mujeres en la carrera séptima, es hora de irse a la Costa antes de perder totalmente el sentido de esa palabra.

Lo que en alguna forma sí es cierto es que cuando uno se empieza a creer que los Colombianos acabamos de descubrir algo que es 'un ejemplo para el mundo' es el momento de buscar algunos criterios de comparación.

Los ejemplos que recuerdo son el del Frente Nacional, al cual creo que hoy se le reconoce en forma generalizada que retrasó el desarrollo político del país al corromper la clase política, acabar con el debate ideológico y propiciar la lucha armada como vía de oposición; y el del Excomandante en Jefe de nuestras Fuerzas Armadas que sugería que el Holocausto del Palacio de Justicia debería ser un modelo universal para tratar casos similares.

Sin que sea de ese mismo contenido, la idea de que 'inventos' como el Transmilenio o las Ciclovías son modelos que otros países buscan copiar se enfrenta con otras realidades. Barcelona es apenas una ciudad intermedia en Europa (menos de 2 millones de habitantes en el Municipio y menos de 4 en el Gran Barcelona) pero cuenta con ellos… Claro que con pequeñas diferencias, como que en cuanto al transporte masivo no se privatiza el uso del espacio público ni es un negocio de particulares porque el sistema es propiedad municipal; o que las bicicletas sí son medio de transporte (y no solo de recreo) y no desplazan los espacios peatonales de los andenes.

Otra 'curiosidad' para tener en cuenta es que no solo todo proceso tiene un efecto reactivo pendular, sino que entre más forzado es el primero más exagerado es el segundo. La dictadura impuesta por Franco en España consideró subversiva la defensa del Nacionalismo Catalán (al igual que el Vazco) y dentro del fundamentalismo religioso católico instauró el régimen más mojigato de Europa. Hoy en Catalunya (Cataluña ya no existe) todo está escrito en Catalán, al punto que se siente uno en un país donde comunicarse es un problema; y qué decir del famoso 'destape' cuando una jornada en la playa lo hace a uno pensar que las siliconas lejos de ser cuestionadas deberían ser promovidas, cuando no obligatorias.

Otra consideración es la incidencia del federalismo o de las ventajas de una organización política con bases regionales. Las Provincias Vascongadas y Catalunya no solo son las zonas de más desarrollo de España sino tienen un ingreso per cápita superior al promedio europeo. Buen parte de ello se debe al propio empuje de sus gentes, pero también ha contribuido el principio de solidaridad que permitió que los beneficios de la integración en la Unión Europea se convirtieran en subsidios a los países y las regiones menos desarrolladas. A diferencia de los Tratados de Libre Comercio basados en la libertad para competir sin la intervención reguladora del Estado, el modelo de integración para buscar equilibrar desigualdades ha producido un nivel de vida generalizado muy superior al modelo americano, no solo para los sectores atrasados sino aún para los más privilegiados de la sociedad.

Infortunadamente la conclusión del analista político y la del viajero acaban coincidiendo en que existe un paralelismo estrecho entre la calidad de vida y el costo de vida….