GIGANTES QUE SE DESPIERTAN
Por Juan Manuel López Caballero

 

Algunos datos de las nuevas inversiones en los Llanos Orientales lo muestran como un gigante que se despierta. Y en efecto unos ejemplos lo confirman.

CARGIL HOLDING EE.UU. 25.000 has
Grupo MONICA HOLDING. BRASIL 13.000 has
Grupo GPC (Chile - Colombia) 22.000 has
POLIGROW (España - Italia) 60.000 has (25% concretado)

Inversionistas Próximos en la Orinoquía Colombiana

FOREST FIRST EE.UU 10.000 has
Grupo AMAGGI: BRASIL
MULTINACIONAL AGRICOLA El Tejar. ARGENTINA
CHINA 400.000 has
INDIA 500.000 has


Ni qué hablar de las empresas petroleras.

La característica de los gigantes es que no son conscientes de lo que producen con su tamaño y pisan sin darse cuenta de la huella que dejan.

Pero nos puede estar pasando como con otros gigantes que no hemos reconocido hasta que con su movimiento alteran nuestra realidad corriente.

Sería el caso del cambio climático que ha sido motivo de dudas y de predicciones que hoy nos hace ver como ciegos ante el enorme monstruo que íbamos a enfrentar. Ahora vivimos sus efectos sin desgastarnos en discutir su realidad, pero sorprendidos ante lo aceleradamente que se ha presentado. Las predicciones de lo que podría pasar en el 2020 -como los niveles a los cuales llegaría la descongelación de los nevados o de las capas polares- ha sido de largo desbordado no solo en el tiempo sino en las cantidades.
Caso parecido podría ser el desarrollo de la China de la cual se hablaba que estaría despegando como una gran economía antes de mitad de siglo y hoy ya es la segunda más grande y probablemente la primera en importancia por la forma en que altera la economía mundial.

En el caso del desarrollo del Llano el impulso que han recibido las inversiones no ha tenido en cuenta ni la velocidad en que se está produciendo ni sus efectos.

Algún analista ecólogo presentó en un artículo la idea de crear un parque natural en alguna zona de esa extensa región para guardar el recuerdo de cómo fue. Se refería solo a la proyección a futuro, sin embargo, aún sin esta nueva ola de explotaciones, ya poco queda de lo que fue el medio ambiente natural. Las especies animales o se han extinguido o están próximas a ello (la danta, el único paquidermo del continente americano, ya no se conoce; lapas, venados, caimanes, garzones, son rarezas, en un nuevo medio al cual no pertenecen).
Pero los efectos no son solo ambientales. El nuevo gigante es hijo del modelo que se apoderó del mundo (el neoliberalismo, el mercado, y la globalización) y los inversionistas son en su mayoría trasnacionales extranjeras. Que van a crear empleo pero el de más baja calidad -siringueros, mano de obra analfabeta, etc-; lo que en la práctica, por el derecho que tiene esas empresas para exportar sus utilidades, equivale solo a una extracción más de nuestros recurso naturales, en este caso el recurso humano.

Para tomar como ejemplo el caucho -que es el de mayor crecimiento- volvemos a las mismas condiciones de la época de las caucherías, símbolo mismo de la explotación del hombre, o los tiempos de la extracción del oro para llevarlo a las arcas de la España.
No se trata de estar en contra de nuevas inversiones ni del desarrollo económico del esa región; pero siendo como una reserva de territorio explotable, lo menos que se puede es pensar en programar su explotación y dirigirla para que el interés de quienes invierten esté condicionado y coordinado para que la prioridad sea el beneficio de los colombianos y no las utilidades de las empresas.

Octubre 24 de 2011.