ALGO SOBRE GEOPOLÍTICA


Por Juan Manuel López Caballero

Mucho se ha intentado analizar el nuevo orden económico mundial, en especial por la nueva situación petrolera y la emergencia de China como nuevo protagonista. Vale la pena ver también la dimensión geopolítica de esto.
La reunión de los 8 grandes iba a tener dos temas principales: el terrorismo y el medio ambiente. Son estos los dos temas con los cuales la posición de los Estados Unidos ha polarizado a los diferentes países, al mismo tiempo que borrado de la agenda mundial las características del nuevo orden mundial que se está creando.

Bajo este gobierno de ultraderecha, encarnado por Bush, pero correspondiente a un momento histórico de esa nación, compuesto en la realidad por el fundamentalismo religioso, el poder económico empresarial y el aislacionismo de la ‘América Profunda’, para los cuales el individualismo a ultranza se manifiesta en que los otros países solo tienen la alternativa de someterse a sus patrones y ser sus dependientes o enfrentarse a ellos.

Los ciudadanos estadounidenses hacen manifestaciones a veces al interior y a veces como en el extranjero portando pancartas que dicen «no es mi culpa; yo no vote por Bush».... Pero la fractura trasmitida a países como España, Italia, o Colombia entre otros puede llegar a situaciones como la Gran Bretaña donde sus propios nacionales se convirtieron en terroristas por considerar que estamos ante una confrontación ideológica mundial que va más allá del tema de la ‘Patria’.

Ni que hablar de la forma como ven esto las naciones, razas o religiones excluidas del visto bueno americano. Para los iraquíes, los afganos, los coreanos, los árabes como raza, los musulmanes como religión, etc. (y puede que en alguna forma los venezolanos que respaldan a Chávez), su situación es algo parecida a la de los judíos en Alemania en vísperas de la II Guerra Mundial: no se les ofrece posibilidad diferente a la de resignarse a ser población marginal dentro de un mundo que excluye su derecho a tener costumbres, cultura, religión, régimen político o reglas en general diferentes de las que les impone la misma potencia que los menosprecia.

Este es un choque de civilizaciones en la cual entre mas poderoso es un lado, mas probable es que el otro acuda al terrorismo para reivindicar su derecho a existir, produciéndose un ciclo perverso en que entre mas éxito tienen mas profundizan el problema.

Pero probablemente de más peso, es el nuevo elemento que entra a disputar, en un futuro menos lejano de lo que parecen ver los admiradores del modelo americano, lo que hoy es la supremacía del modo de boda occidental.
Los comentarios y análisis que se escuchan y se refieren al poder económico chino giran sobretodo al cómo deben manejar el valor de su moneda y la disyuntiva entre revaluar ante el dólar o mantener pegada su divisa con las consecuencias que cada una de estas posibilidades conlleva.
Es tal vez una visión limitada no entender que ellos están mas preocupados por el orden social y político y que ellos le dan a eso mas importancia que al éxito económico: que sus decisiones se tomaran en función de esas preocupaciones y que China no compite en los términos que lo ve y quisiera el esquema de mercado y comercio que ha impuesto los Estados Unidos, sino con una visión de mucho mas largo plazo, de evolución de la humanidad como un conjunto y de relación entre culturas, en especial de la evolución de la propia, buscando y preparando lo que consideran debe ser su papel en el mundo futuro.