LA GRAN ESTAFA PENSIONAL

POR OCTAVIO QUINTERO


Con los pelos de punta debieran estar millones de trabajadores mayores de 50 en la etapa final de su vida laboral, como también los actuales pensionados, pues, no se descarta que nuevamente les metan un tarascón similar al del 2005 cuando se eliminó la mesa 14 y se les impuso asumir el aporte a salud que tenían sus patronos en la vida laboral.

Toda reforma socioeconómica que propone el gobierno neoliberal, y entonces hablamos de todos los presidentes de Gaviria en adelante (1990), siempre va en la dirección de favorecer al sector privado. Luego, es de suponer sin mucho esfuerzo mental, que esta nueva reforma pensional buscará lo mismo: enviarle más potenciales clientes de explotación a los fondos privados para que su negocio de estafa social sea más rentable.

Ya el año pasado, este gobierno de Santos impulsó sin éxito legislativo una reforma sobre la base de dejarle a Colpensiones solo los cotizantes de salario mínimo y entregarle al sector financiero el jugoso negocio de los trabajadores de mayores ingresos que tendrán, por ley, que afiliarse a un fondo privado.

También con ello se busca, y es una segunda perversión oficial, debilitar a Colpensiones hasta su quiebra final porque como los gobiernos neoliberales son uno y nada más, no abandonan la idea engendrada en Gaviria de dejar como único operador de las pensiones al sector privado. Gracias a las luchas de la clase laboral de entonces se logró mantener también la modalidad de prima media, pero hoy, ante la lánguida acción de las centrales obreras, el camino a la consumación del propósito parece allanado.

No es inocente este anuncio de Santos ante Fasecolda en momentos en que dos millones de pensionados le reclaman el cumplimiento de su promesa de campaña reeleccionista de reducirles el aporte a salud del 12 al 4 por ciento; y más que reducirles, hacerles justicia a los pensionados de Colombia, único país del mundo en donde se les considera al mismo tiempo patronos y trabajadores, sin ser lo uno ni lo otro.

Ya verán que cuando se abra el debate de una nueva reforma pensional, los actuales pensionados darán gracias a Dios de tener lo que tienen porque lo que viene es peor. A medida que avanza el tiempo y los fondos privados tienen que responder por pensiones, la gente se está dando cuenta de la gran estafa: no hay ni una sola pensión privada que supere más de la tercera parte, entre un 30 y 40% de lo que el trabajador ganaba en la vida laboral.

Un corresponsal de Antonio Guihur, dirigente de la Red de Pensionados de Colombia, le confiesa su amarga experiencia y le pide difundir masivamente su caso a ver si los próximos pensionados se pellizcan y salvan a las futuras generaciones del azaroso Infierno de Dante al que, según su misma leyenda, todo el que entra debe perder toda esperanza.

"Estoy pensionado -dice- hace cuatro años por el Fondo Privado Porvenir y me encuentro inconforme debido a la forma como liquidan el valor de la mesada pensional y el manejo que le dan al capital de ahorro acumulado por mi durante mi vida laboral.

"El valor de mi mesada comenzó por debajo del mínimo y sigue en la misma situación, cantidad insuficiente para poder sobrevivir dignamente. En estos momentos cuento con una mesada de $595.315".

El corresponsal le hace llegar a Guihur el extracto de liquidación que le remitió Porvenir correspondiente al trimestre abril-mayo-junio de 2014:
Capital inicial a la fecha $ 180´199.827
Rendimientos del trimestre $ 4´627.399
Abonos $ 9.900
Retiros $ 2´728.867
(Incluye mesada, salud y manejo)
Saldo a la fecha $ 182'108.259

Si la persona informa que su mesada fue de 595.315, ello indica que en el trimestre le abonaron $1'785.945 que, descontados del retiro total, queda un saldo de 943.372. Del retiro total también debió haberse descontado el 12% como aporte a salud, lo que arroja un resultado de $327.464, quedando entonces un saldo final de $615.908 que vendría a ser la cuota de manejo en el trimestre.

Es decir, esta persona, por haber acumulado en Porvenir un capital de más de 182 millones de pesos, solo recibe una retribución del 0,3 por ciento de rendimiento mensual. Y este fondo, por hacerle el "favor" de administrarle su pensión, le cobra mensualmente $205.000, es decir, no solo se beneficia con la especulación financiera en el mercado de valores sino que además le manda un tarascón de más del 40 por ciento con relación a lo que le abona al cliente. Y así con más de los 6 millones de afiliados que tenía al cierre de balance del 2013, cuyas utilidades reportadas sobrepasaron los 200.000 millones de pesos. Y, como si fuera poco, se quedan con todos los ahorros al fallecimiento de los pensionados (¡Qué negociazo!).

De una cosa se puede estar seguro: no esperen que la reforma pensional nuevamente agitada por Santos vaya a mejorar la situación de los actuales y futuros pensionados. Solo va a servir para distraer la atención de los actuales y debilitar desde ya, si se dejan, a los pensionados del futuro.

Un presidente como este es el que recorre el mundo entero pidiendo el apoyo de la comunidad internacional a su proceso de paz. Con razón, en el escenario de Fasecolda donde relanzó la reforma pensional pidió perdón por hablar de paz: "el que la cogió la cogió", debió haber dicho para sus adentros.


11 de octubre de 2014.