POLÍTICA AD NÁUSEAM POR OCTAVIO QUINTERO |
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El vértigo electorero a pocos días de la jornada presidencial, provoca asco. Si los partidos políticos son el soporte de la democracia, entonces, la democracia colombiana es un mazacote. La cochambre más repugnante del momento es la unión Santos-Petro.
La gente no puede tragarse un sapo tan asqueroso como ese de que dos
personas que hace apenas un par de meses se llamaban inmoral el uno
e inepto el otro, ahora constituyan equipo político. Otro mazacote político es eso que armaron la U, el Partido Liberal y Cambio Radical, pues, no figura como coalición de partidos ante el Consejo Electoral. Luego no pueden estar en la misma fórmula presidencial Santos y Vargas Lleras porque no son del mismo partido. Si la justicia operara aquí en derecho, debiera tumbar la candidatura del Vice Pero, como también la justicia se mueve en sentido político, tal vez pese más la intriga que la ley. Mazacote también es lo de Peñalosa. Esa alianza entre el Partido Verde y Progresistas fue una inteligente manera de que ambos quedaran con personería jurídica sin que tuvieran que confrontarse cada cual por su lado ante el electorado ¿Pero, de identidad ideológica entre las partes?... ¡Nanay cucas! Eso explica también el sorpresivo apoyo de los progresistas a Santos, cuando tienen en competencia por la Presidencia su propio candidato. Y ante los reclamos de una parte de los progresistas, el jefe natural de ellos (¡Yo Petro!) les acaba de notificar que se hace lo que él diga o liquida el movimiento y crea otro Y es capaz: ya lo hizo con éxito cuando el Polo le cerró el paso a la presidencia del Partido para negociar con el recién elegido presidente Santos un cupo en la Unidad Nacional. Tanto como Santos y Petro, o más, Peñalosa es un mazacote
político que se embadurna de toda mescolanza en su frustrado
afán de volver a ser alcalde de Bogotá, y ahora Presidente
de la República. Mazacote político de tránsfugas que van y vienen de un movimiento a otro; de un partido a otro; de sacarse los ojos un día y luego amacizarse en un tálamo de contradicciones ideológicas. ¡Esa es la fuente de la democracia en Colombia! Agua sucia que viene de alberca. Cualquier cosa que se desprenda de ahí, resulta nociva. Fin de folio. No se mencionan ni el Polo ni el CD porque parecen bien definidos por la izquierda y la derecha, curiosamente identificados por el apelativo "democrático". 20 de mayo de 2014. |
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