"El agua será el próximo
Petróleo", dijo desde el 2008 uno de los poderosos bancos
que se lanzó tras su apropiación: Goldman Sachs. Ya no
es tan cierto que la próxima guerra mundial sea por el control
del agua. Resulta que los grandes bancos internacionales y los magnates
más ricos se están apoderando del agua de todo el planeta,
y entre ellos no pelean.
Más bien pudiera esperarse que la pobreza en general, y por ende
la pobreza extrema, se vaya a medir, no por la cantidad de ingreso básico
de las familias, sino por la cantidad de agua que pueda consumir diariamente.
¿Es una tendencia irreversible?
García Márquez puede tener la respuesta cuando dice:
"Contra ellos, que son dueños de todo, no quedan más
poderes que los de la razón, con las armas de la inteligencia
y la palabra -que por fortuna son las nuestras-para inducirlos al último
momento de reflexión que hace falta para salvar al mundo".
Pero, ¿pueden medios alternativos como este y otros que son los
únicos que han venido dando cuenta del apoderamiento del agua
por parte de grandes conglomerados bancarios como, Goldman Sachs, JP
Morgan Chase, Citigroup, UBS, Deutsche Bank, Credit Suisse, Macquarie
Bank, Barclays Bank, Blackstone Group, Allianz y HSBC, entre otros?
Tal vez no, y seguramente no. El nuevo lema que acompaña este
año a El Satélite nos está señalando el
camino a través del cual pudiera alcanzarse el ideal de García
Márquez, señalado atrás:
"La misión de los medios de comunicación social no
es la de ser pregoneros del gobierno de turno y de sus mecenas privados,
sino críticos de su gestión y auténticos voceros
de la opinión popular que resulta ser la más indefensa
del poder establecido".
La vida y el agua son indisolubles. Prueba más que fehaciente
es que el ya largo peregrinar del hombre por el espacio no ha podido
dar con la vida en otros mundos, tampoco con el agua, y seguramente
cuando encuentre una de las dos, será indicio de que existe la
otra.
En el pasado reciente, el control de los grandes conglomerados financieros
y los ricachones de entonces, que resultan ser los mismos de siempre,
se centraron en los alimentos y, de hecho, la caída de la URSS
(Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), no
se da por las armas sino por el cerco de cereales que le tendió
Estados Unidos y sus aliados
En otras palabras, por hambre.
Es de esperar, según la tendencia ya no tan disimulada de los
bancos y los magnates, que las élites económicas que controlan
el mundo centren aún más en el futuro sus esfuerzos por
el control de este indispensable elemento.
"Tengo sed" reemplazará el plañir de los pobres
que hoy dicen tener hambre. Antes de 10 años (2025), es el pronóstico
de los analistas, habrá que suplicar por agua como pordioseros.
Es el precio que tendremos que pagar por no actuar en la dirección
del pensamiento de García Márquez. Sigamos mirando sumisa
y pacíficamente la tele, mientras un grupo de psicópatas
ladrones se apoderan del planeta entero y nos convierten en esclavos
Fin de folio: es otra visión de la insólita venta de Isagén
que, tras su capacidad de generación eléctrica, también
se han ido las tierras donde se asientan las represas, embalses, lagunas
y ríos, en otras palabras, el agua.
17 de enero de 2016.