MÁS REGALÍAS POR EL ORO

POR MAURICIO CABRERA GALVIS

En materia de regalías a la producción minera es posible que se logre un gran avance que nos permita pasar de las costumbres chibchas de la época precolombina al Siglo XX (todavía no al XXI), si el Congreso aprueba una proposición para elevar la regalía máxima a la producción del oro al mismo nivel que tiene la regalía a la sal que, como lo comenté la semana pasada es del 12% del valor de la producción en boca de mina.

En efecto, el senador Juan Mario Laserna ha propuesto incluir en la ley del Plan de Desarrollo un artículo que establece una regalía creciente para la producción del oro, que va desde el 4% para la pequeña minería hasta el 12% cuando la producción es superior a 100.000 onzas anuales. Además propone que el 70% de estas regalías deberán invertirse en proyectos ambientales en las zonas donde se explota el oro.

La propuesta de Laserna es una gran paso en la dirección correcta para actualizar y corregir el absurdo régimen de regalías que existe hoy en el país, y es similar a lo que se está proponiendo en otros países como Perú, donde el partido de gobierno ha propuesto elevar la regalía del oro hasta el 10%, o en Guatemala donde la regalía llega al 50% cuando el precio del oro sea superior a US $900/onza. Para Latinoamérica el PNUD ha recomendado elevar la presión tributaría vía mayores impuestos y regalías a las empresas mineras para mejorar la distribución del ingreso.

Sin embargo, a pesar de sus bondades la propuesta es insuficiente y se queda corta frente a lo que Colombia le está planteando a los inversionistas que quieren venir a explorar y producir petróleo. Aunque el negocio del petróleo tiene muchos más riesgos y costos que la explotación del oro, la regalía que deben pagar también es creciente, pero llega hasta el 25%, es decir el doble de la del oro.

Además la regalía petrolera también es creciente en función del precio internacional. Cuando este es superior a un precio de referencia de alrededor de US$33 por barril, las empresas petroleras deben ceder al Estado un porcentaje creciente de la producción, que va del 30% al 50%. Con el precio actual del petróleo rondando los US$100 dólares, el Estado recibe el 40% de la producción adicional, con lo que la participación total del gobierno (el government take) en la producción petrolera puede superar el 70%. Y aún así las multinacionales petroleras están haciendo multimillonarias inversiones en Colombia.

Otro aspecto discutible en la proposición de Laserna es el destino de la regalías auríferas. Es plausible que se quiera destinar un 70% a proyectos ambientales, siempre y cuando no se trate de la reparación de los enormes daños ambientales causados por las empresas mineras. El daño ecológico si hay que repararlo en su totalidad, pero esto no se debe hacer con las regalías, sino que las empresas mineras deben pagar por la restauración de los ecosistemas con dineros distintos y adicionales a las regalías que pagan al Estado como compensación por la apropiación de los recursos no renovables. Así lo ordena el artículo 80 de la Constitución.

Sería mejor que un buen porcentaje de las nuevas regalías del oro se dedicara a fortalecer los mecanismos policivos y de control para evitar la enorme evasión que existe en el pago de las regalías, que según Analdex puede llegar a unos US$17 millones, es decir más del 25% de lo pagado.

Marzo 13 de 2011.