LOS PENDIENTES DEL AÑO NUEVO

POR MAURICIO CABRERA GALVIS

El año viejo nos dejó muchos asuntos pendientes, problemas que no se resolvieron, procesos que no culminaron y decisiones que no se tomaron. No me refiero a los problemas estructurales de la sociedad colombiana, como la pobreza, la desigualdad y la miseria, que esperan solución desde siempre y que seguirán esperando hasta que haya un gobierno realmente comprometido con superarlos, sino a aquellos temas urgentes que fueron parte de la agenda cotidiana en el 2008 y que seguirán ocupando los titulares de los periódicos hasta que se resuelvan o por cansancio nos olvidemos de ellos.

El más urgente, la liberación de los cientos o miles de secuestrados que continúan pudriéndose en la selva. Es cierto que el año pasado se rescataron varios, unos negociados y otros en exitosas operaciones que golpearon a la guerrilla, pero tal vez porque ya están libres los más conocidos pasó a un segundo plano la suerte de los demás, casi anónimos para la opinión pública, y se tiene la impresión de que han disminuido los esfuerzos por liberarlos, con excepción de la idealista presión de los intelectuales a la guerrilla y las gestiones solitarias de Piedad Córdoba.

El más grave de los pendientes es el caso de los falsos positivos, es decir de los más de mil casos investigados por la Fiscalía de ejecuciones extrajudiciales de víctimas inocentes hechas pasar por guerrilleros para cobrar recompensas. Como lo dijo el mismo Comandante de las Fuerzas Militares, "los falsos positivos fue lo más monstruoso que nos pasó este año", pero el Ministro eludió su responsabilidad política destituyendo sin fórmula de juicio a 27 oficiales del Ejército, en una medida apresurada e inútil: si son culpables no basta con la destitución y si no lo son, se cometió una injusticia.

En la política el gran tema pendiente es la suerte del referendo reeleccionista. Ya el Presidente salió del closet y confirmó que sí está interesado en su segunda reelección, como su vecino Chávez, a cualquier costo para las instituciones democráticas, pero todavía no es claro si vaya a lograr cambiar otra vez la Constitución para acomodarla a sus objetivos personales. Este año, lo mismo que en el 2008, el referendo va a paralizar al país político y distraer al país real, relegando en la agenda muchos otros problemas vitales para el futuro nacional.

Pero es en el campo de la Justicia donde quedaron más asuntos pendientes, a pesar de los notables avances que hizo la Corte Suprema y los tímidos pasos que dio la Fiscalía. Por ejemplo, el caso de la 'Yidispolítica', donde se está llegando a la asombrosa innovación del cohecho unilateral, en el que hay dos congresistas condenados por haber vendido su voto, pero todavía no hay culpables por haberlo comprado.

O el proceso de la parapolítica, donde hasta ahora les ha ido mejor a los congresistas que renunciaron a sus curules y que tal vez le apuestan a la inocencia por prescripción. O el proceso de 'negociaciones' con los paramilitares, donde todavía no ha habido ni Verdad ni Justicia ni Reparación a las víctimas y, por el contrario, parece que la extradición de los grandes capos dilató aún más la consecución de resultados concretos.

También en la economía quedaron muchos pendientes como la solución del problema de las pirámides, las medidas para atenuar el impacto de la crisis internacional o la recuperación del tiempo perdido en el desarrollo de la infraestructura de transporte. Pero su análisis quedará pendiente para otra columna.

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Adenda. El Gobierno decidió aumentar el salario mínimo en un porcentaje igual a la inflación promedio del año pasado (7,67%). Es una decisión ilegal, porque no mantiene el poder adquisitivo del salario, puesto que, según el Dane, para los trabajadores de ingresos bajos el aumento anual de los precios fue superior al 9%. La Corte Constitucional tiene la palabra.

Diciembre 4 de 2009.