CHÁVEZ CUMPLIRÍA 62 AÑOS POR ATILIO A. BORON |
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Fue el Gran Mariscal de Campo descubierto
por Fidel cuando recién salido de la prisión y ninguneado
por la dirigencia de izquierda latinoamericana nadie daba un cinco por
él. La visión de águila de Fidel le permitió
discernir ese gran líder regional cuando los demás, hombres
y mujeres, mortales comunes y silvestres, sólo veían en
Chávez a un frustrado golpista y un milico más de los
tantos que asolaron Latinoamérica. Y Fidel acertó y fue
su Mariscal de Campo en la crucial batalla librada contra el ALCA en
Mar del Plata, en noviembre del 2005. Batalla que marcaría un
hito en nuestra larga e inconclusa marcha por la Segunda y Definitiva
Independencia de Nuestra América. Por eso a Chávez lo mataron, como poco a poco lo va confirmando el complejo rompecabezas probatorio de esta hipótesis. No falta mucho para que tengamos las pruebas concretas y definitivas de ese magnicidio, cuyos autores intelectuales sabemos dónde viven, conocemos los motivos de su vil decisión y sabemos también que su muerte se inscribe en una larga serie de líderes populares que los "asesinos seriales" de Washington se encargaron de ultimar en los cinco continentes. Chávez, como Bolívar, vivirá eternamente en el corazón de nuestros pueblos. Fue un líder extraordinario pero, por sobre todas las cosas, una buena persona, un hombre honrado, transparente y profundamente humano: inteligente como pocos, amigo fidelísimo, dotado de un fino sentido del humor; lector insaciable y apasionado al punto tal que sólo Fidel se le compara en este punto; dueño de una memoria fabulosa capaz de recitar poesías y cantar sin parar hasta el amanecer; hombre de pueblo, profundamente de pueblo y capaz como muy pocos de comunicarse con su gente y entender sus vivencias, sus emociones y sus necesidades. Por eso Chávez fue Chávez, y por eso Chávez es pueblo, en Venezuela y en toda América Latina y el Caribe. En Nuestra América decir Chávez es decir pueblo. Su nombre ha entrado definitivamente por la puerta grande de la historia. Por eso recordamos hoy su natalicio y nos basta saludarlo con un ¡Hasta siempre, querido Comandante! Buenos Aires, 28 de julio de 2016.
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