
RESUMEN LATINOAMERICANO /
La educación “es un proceso de conocimiento, formación política, manifestación ética, búsqueda de belleza, capacitación científica y técnica”, afirmaba Paulo Freire, reconocido como uno de los pedagogos más influyentes de América Latina. Promovió una educación humanista dirigida a integrar al individuo a la realidad nacional.
“La práctica educativa es todo esto: efectividad, alegría, capacidad científica, dominio técnico al servicio del cambio”, sostenía.
Entre sus obras destacan La educación como práctica de la libertad, Educación y cambio, y La pedagogía del oprimido. Esta última fue la base de su propuesta educativa.
Desde esta perspectiva el pedagogo brasileño definió la educación como un proceso destinado a la liberación y el desarrollo de la conciencia crítica. “La gran tarea humanista e histórica de los oprimidos: liberarse a sí mismo y liberar a los opresores”.
Para Freire la alfabetización era la mejor vía para la liberación. Gran parte de su carrera la dedicó a alfabetizar a los adultos. Sus propuestas también influyeron en las nuevas ideas liberadoras de América Latina.
Su propuesta consistió en la promoción de una educación humanista y la transformación total de la sociedad, a través de la liberación del individuo y el desarrollo de su conciencia crítica.
Paulo Reglus Neves Freire nació el 19 de septiembre de 1921 en Recife, capital del estado brasileño de Pernambuco y falleció el 2 de mayo de 1997 a los 75 años. Estudió filosofía y psicología del lenguaje en la Facultad de Derecho de la Universidad de Recife y en 1959 se doctoró en Filosofía e Historia de la Educación. Con su tesis “Educación y actualidad brasileña”, sentó las bases de su método.
Apoyado en los principios de diálogo e independencia, el método freiriano se opone al sistema unidireccional de educación, concebido como un instrumento de opresión, y propone el establecimiento de un nuevo vínculo entre los profesores y sus alumnos.
De acuerdo con lo expuesto en su libro Pedagogía del oprimido (1968), existen dos tipos de educación, la domesticadora y libertadora, las cuales se contraponen de forma directa.
La primera, también llamada “educación bancaria”, posiciona al docente como figura central del proceso de enseñanza. Bajo esta lógica, el educador posee el monopolio del conocimiento y es responsable de imponer el saber al educando, en tanto estos últimos adoptan una posición pasiva y se limitan a practicar la memorización mecánica cómo método de estudio. “El educador es el que sabe, los educandos los que no saben; el educador es el que piensa, los educandos los objetos pensados; el educador es el que habla, los educandos los que escuchan dócilmente”, señaló Freire al respecto.
La segunda, también conocida como “educación problematizadora” o dialógica fue elaborada por Freire como una alternativa a la primera, con el cometido de eliminar la dicotomía entre educadores y educandos, destruir la pasividad de estos últimos y estimularlos a transformar su realidad. En este contexto, el dialogo cobra una gran importancia, ya que funciona como instrumento de liberación y construcción de la conciencia crítica de los alumnos, transformándolos en creadores y sujetos de su propia historia.
El método de enseñanza de la alfabetización que propone Paulo Freire comprende tres fases.
1. La primera, denominada “estudiar el contexto”, consiste en determinar y registrar el vocabulario utilizado en el medio cultural de los educandos.
2. La segunda consiste en seleccionar palabras “generadoras” o “generativas” de entre el vocabulario descubierto. Es decir, aquellas que poseen mayor contenido emocional, y que además, son capaces de generar otras.
3. La tercera, el proceso real de alfabetización, abarca tres sub fases. En primer lugar, las sesiones de motivación, que tienen el propósito de estimular debates entre los educandos acerca de las situaciones y problemáticas que atraviesan. Luego, el desarrollo de materiales de aprendizaje, como por ejemplo láminas y diapositivas, que descompongan las palabras “generadoras” en sílabas o ilustren situaciones donde estas intervengan. Y por último, la decodificación, que consiste en que los educandos promuevan nuevas combinaciones a partir de las palabras “generadoras” y estudian la relación entre estas y la realidad que significan.
Cinco frases para recordar a Paulo Freire
1. “Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad”.
2. “No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión”.
3. “Nadie educa a nadie —nadie se educa a sí mismo—, los hombres se educan entre sí con la mediación del mundo”.
4. “Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre”.
5. “El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación”.
