EL REFERENDO RELECCIONISTA CAMINO DE SER UNA PROFECÍA

Por Juan Manuel López Caballero

El caso del referendo y la candidatura de Uribe, va camino de ser una profecía autocumplida: a fuerza de discutir al respecto, se ha llegado a abrir la posibilidad de que la Corte se pronuncie a favor de esa opción, olvidando que los vicios de trámite o el cambio de la esencia de la Constitución (los que explícitamente calificó el Procurador como presentes pero irrelevantes por contrariar la supuesta 'voluntad del constituyente primario'), a la luz del Estado de Derecho y la jurisprudencia vigente, son exactamente los ámbitos que ese Tribunal ha fijado como objeto de su control en lo que concierne a Actos Legislativos que reforman la Carta.

Sería la continuación del Golpe de Estado 'de tracto sucesivo' en el cual todo obstáculo que representa la legalidad se supera mediante el mecanismo de actuar como si la respectiva ley no existiera y argumentar después que el resultado producido no se puede desconocer.
Así el exceso sobre los topes individuales, el violar el límite global, la no certificación del Registrador, el aprobar un texto de ley que ya ha sido rechazado, el decretar sesiones extras cuando el Congreso está en receso, el no cumplir con la publicación en el Diario Oficial, el cambiar el texto aprobado por los firmantes, el despreciar los plazos de la Ley de Garantías, etc., son pasos ilegales que permiten que se cumpla la profecía que inicialmente era un imposible, o sea la eventualidad de desconocer la Constitución y el Estado de Derecho que nos rige y remplazarlos por un 'Estado de Opinión'.

Profecía autocumplida también podría llegar a ser la eventual confrontación bélica con Venezuela.

No hay casus belli (justificación para la guerra) entre los dos países, pues no se trata de las diferencias sobre territorios o sobre derechos de explotación de zonas marinas, o aún menos de vías de hecho como el caso de la corbeta Caldas. No hay intereses encontrados ni como Estados ni como poblaciones. Pero los Gobiernos actuales en desarrollo de sus respectivas políticas, acuden a la retórica de que el otro puede desatar esa guerra, y que por eso se preparan para ella.

La verdad es que Chávez tiene un propósito de expandir su tesis 'Bolivariana' y de promover lo que ve como la 'Segunda Independencia' ante Estados Unidos; es un hecho además que Estados Unidos considera al Gobierno Chávez como 'antiamericano'; y también que la actuación de Washington en el fracasado golpe contra él, y lo que le pasó a Noriega justifican su paranoia.

Pero mientras Chávez siendo consistente con eso a quien califica de enemigo es a los americanos, y ataca solo personalmente a Uribe y solo por servir sus intereses, Uribe, en contra del sabio consejo de no diplomar de enemigos a quienes tienen diferencias con nosotros, se ha dedicado a justificar las agresiones contra ese Gobierno con el argumento de que Chávez es un enemigo de Colombia, y, tras intentar que se calificara a su país como terrorista, ante la compra de misiles defensivos y convenios de desarrollo energía nuclear pacífica con Rusia, resolvió que respondían al propósito de imponer su revolución en Colombia invadiéndola, y por eso proclamó la necesidad de una 'estrategia disuasiva', poniendo sus bases militares al servicio de una eventual intervención donde lo requieran las fuerzas americanas -según lo dice documento del Pentágono-.

¿Habrá siguiente paso?

Enero 28 de 2010.