BALANCES

Por Juan Manuel López Caballero

Al final del 2009 el balance de 8 años de Uribe es como el de un partido de futbol: diferente para perdedores o ganadores.

El gobierno, acompañado o acompañando a los voceros de los grupos de poder quienes han gobernado y para quien se ha gobernado durante esta 'seguridad democrática', se precia de 'la inflación más baja de la historia, niveles máximos de inversión extranjera, un esquema fiscal sostenible, una activa política social, un efecto de la crisis menor del de otros países', y en general muestra satisfacción en todos los frentes pero sobretodo en el de la seguridad y los éxitos en la confrontación con la FARC.

Los analistas (cuya función sería como la de los comentaristas en los partidos de futbol) destacan que el crecimiento dependía de factores externos que una vez volteados se convirtieron en crisis; que los éxitos bélicos llegaron a un límite y hoy no se ve como sería la victoria militar; que se promovió la pérdida de la ética social con el sistema de pagar todo como en el mercado (desde los falsos positivos hasta las notarías y los yidis); que las cifras de 'éxitos' son manipulaciones (fue menos la disminución de los secuestros que el aumento de los desaparecidos); que es el gobierno en el cual la politiquería y la corrupción dejaron de ser vicios para ser políticas de Estado; que en el contexto y los foros internacionales somos hoy el país más aislado y peor calificado en cuanto a Derechos Humanos y respeto por la democracia; que la inseguridad del campo se ha cambiado por inseguridad urbana al mismo ritmo del desplazamiento forzado; que los déficit fiscal y de balanza comercial se mantienen o han aumentado a pesar del incremento en los impuestos; que la llamada inversión extranjera es el remate del patrimonio nacional, (por la venta de nuestras empresas o por las concesiones para explotación de nuestros recursos naturales; y sobre todo que se dejaron de hacer reformas y destinar recursos a los temas sociales y de infraestructura, al tiempo que se destruyó el ordenamiento institucional tanto político como jurídico, por la visión obsesiva de 'matar la culebra'.

Y, como en las noticias deportivas, poco interés producen los perdedores: los 2.5 millones de desplazados; o los 2 millones de exilados que tuvieron que buscar futuro fuera de 'la Patria'; o los familiares de esas 29.000 desapariciones forzadas registradas en la Procuraduría; o los que son sujetos de una prolongación indefinida de su retención por la guerrilla (cuando no de la angustia peor del peligro de un 'rescate militar') y sus parientes; o los 390.000 ciudadanos y los casi 2.000.000 que engrosaron respectivamente las cifras del desempleo y las del subempleo o informalidad en el 2009; o los trabajadores a quienes se les asigna el costo de mantener a raya la inflación subiendo el salario mínimo de forma tal que no aumenten su capacidad de consumo; o los enfermos que ven que se subsanan con 'emergencias económicas' las finanzas de las empresas comercializadoras de salud pero no la deficiencia estructural en los servicios que se les deben prestar; etc…
P.D. El 'concepto' del Procurador se resume a que ningún régimen de Ley o de Derecho es oponible a un 'Estado de Opinión'; su obligación en un Estado de Derecho es emitir un concepto Jurídico; válido o no, lo que presentó fue un pronunciamiento político, lo cual incluso podría ir en contra de la Ley.

Enero 14 de 2010.