"PARA SER BUEN GOBERNANTE HAY QUE SER BUEN CARNICERO"

Por Juan Manuel López Caballero

Acaba de presentar su informe final la Comisión de la Verdad sobre los Hechos del Palacio de Justicia nombrada por la Corte Suprema de Justicia.
Es de esperar que no sea el final sino el principio de algo que ha estado dormido desde entonces.

En el documento presentado no hay hechos nuevos, o que fueran desconocidos, o que no hubieran sido oficialmente publicados. Tampoco en las conclusiones o los análisis descubren algo diferente. Lo importante es que pone sobre el tapete e invita a romper lo que en el informe mismo llaman el 'pacto de silencio' que hizo que se mantuviera congelado el tema a lo largo de estos 24 años.

Por eso también lo más importante de la ceremonia de presentación de ese trabajo fue -en mi opinión- el análisis desarrollado por la Dra. Natalia Springer respecto a como lo que hoy vivimos está directamente relacionado -o incluso causado- justamente por la manera como se manejaron los diferentes aspectos posteriores a ese holocausto.

Los magistrados destacan la función cumplida por los medios de comunicación. Desde el inicio con la dirección de la Ministra de entonces que estableció lo que en la práctica era una censura -prohibió informar sobre lo que sucedía y ordenó trasmitir un partido de fútbol-, hasta la autocensura de todo este periodo donde nunca se divulgó lo que hoy aparece como una revelación escandalosa e inaceptable.

En ese momento se renunció a someter todo lo sucedido al imperio de las leyes -en ese caso principalmente al Derecho Internacional Humanitario- y se aceptó que las necesidades políticas están por encima del cumplimiento del orden legal y constitucional; desde entonces el proceso de desinstitucionalización y violentización del país ha sido constante y evidente.

El Holocausto del Palacio de Justicia marcó un hito al cambiar la visión de Estado y dar prelación al pragmatismo sobre los principios. Fue la proclama que llevó a que el paramilitarismo adquiriera carta de ciudadanía y después se legitimara al ser cooptado por el gobierno.

La frase de Belisario al decir que "para ser buen gobernante hay que ser buen carnicero" tenía en su momento algo de carácter defensivo, en la medida que debía explicar la forma en que se había responsabilizado por la barbarie cometida por nuestras fuerzas armadas.

Pero hoy en alguna forma parecería malinterpretada por el Dr. Uribe al convertirla en una especie de grito de batalla contra la guerrilla sin consideración ninguna en cuanto a los efectos colaterales que la acompañan.

Al igual que en ese caso, se apela a 'el fin justifica los medios' y al 'todo se vale' para no tener en cuenta los aspectos negativos de la política que se sigue. Los millones de desplazados; el tiempo que duran los privados de libertad por la guerrilla; la exclusión de cualquier posibilidad de salida política del conflicto (que se niega que existe); el desconocimiento de lo imperativo del Derecho Internacional Humanitario, no son repeticiones sino continuidad de lo sucedido entonces y agravado a lo largo de este tiempo.

Álvaro Gómez calificaba a la Corte Suprema de enemigo público número uno; hoy el Presidente Uribe acusa a los Magistrados de 'terroristas'. 11 desaparecidos hubo en esa acción; la Procuraduría hoy informa que entre 2007 y 2008 hay más de 11.500 casos de desaparición forzada.

Diciembre 23 de 2009.