¿ESTÁN PASANDO COSAS?


Por Juan Manuel López Caballero

Tras un mes de ausencia y de vacaciones lo primero que uno busca es una 'visión panorámica' de en qué está Colombia.

Como analista es difícil absorber la lluvia de eventos que pasan:

-Es capturado el general que había sido más acusado por los organismos de Derechos Humanos y más felicitado y defendido por el Presidente de la República.
-Es capturado por vínculos con los paramilitares el hermano del encargado de la misma Presidencia de la República y Ministro del Interior y de Justicia.
-Desaparecen decenas de jóvenes de diferentes zonas semi marginales y, conformando aparentemente nuevos grupos de 'bandas emergentes', aparecen muertos por acciones militares.
-En apenas un mes de derrumba la supuesta fortaleza del peso y pierde un 20% de su valor ante las otras monedas.
-El país vive tres semanas sin ninguna administración de justicia.
-Se producen reuniones secretas en el mismo palacio presidencial entre criminales de lesa humanidad o sus voceros con altos funcionarios del Gobierno.

Cualquiera de estas noticias lo hace a uno pensar que el país vive una gran turbulencia, e imaginarse lo que se sorprendería quien se tomara no un reposo de unas semanas sino un año sabático alejado del discurrir diario de las noticias.

Pero lo más difícil es dar una interpretación de lo que significan en conjunto estas noticias (a comenzar porque muchas veces traen éstas más desinformación que información).

¿Cómo pintar algo racional por ejemplo para un Suizo, para quien la primera página de sus periódicos la llenan el escándalo y los análisis que causa que un motociclista fue detenido por andar a 140 kilómetros por hora en una zona donde el máximo permitido es 90?

¿Qué artículo se podría escribir sobre un municipio como Ituango, donde se tiene para escoger entre los centenares de muertos que divulga la fiscalía que debe haber en fosas comunes, el escándalo de la forma en que se negocian los proyectos que se desarrollarán en su territorio, o las sentencias que pronuncia la Corte Interamericana por las matanzas y desplazamientos sufridos por sus habitantes?

Pero al mismo tiempo se topa uno la paradoja que pareciera que a los 'formadores de opinión' (es decir, para quienes desde los grandes medios de comunicación y las tribunas oficiales fijan las prioridades nacionales) estos eventos internos no les despertaran mayor interés; tampoco temas como la crisis económica mundial -ya reconocida como la más grave desde la del año 1929, y posiblemente más grave que ella- o la inminente elección más polarizada de la historia de los Estados Unidos -ni más ni menos que saber si se defienden los principios libertarios e igualitarios que caracterizaron su nacimiento o se confirma el fundamentalismo de derecha como naturaleza de esa nación-.

Colombia pareciera situada fuera del mundo y de la historia, pues a juicio de esos 'formadores de opinión' todo gira alrededor del punto de referencia único y absoluto de una eventualidad que se concretará dentro de dos años. Nada de lo que hoy pueda pasar parece desbancar o salirse del marco del obsesivo tema de la candidatura del doctor Álvaro Uribe.

Septiembre 28 de 2008.