Se falsifica una cédula para
que aparezca como si Piedad Córdoba acabara de recibir la nacionalidad
Venezolana;
Se divulgan fotos de un ciudadano argentino como si fuera el Ministro
del Ecuador en reuniones con Raúl Reyes;
Se denuncian entregas del Presidente Chávez a la guerrilla
de las FARC por 300 millones de dólares, cuando en las cartas
encontradas en el computador de Raúl Reyes no hace mención
a 'dólares' y menos a millones de dólares;
Se habla de un triunfo judicial cuando se produce un fallo de la Corte
Internacional de La Haya en que niega las pretensiones de Colombia;
Se habla de un triunfo diplomático cuando le toca a Colombia
pedir excusas y firmar un documento donde reconoce el principio de
soberanía territorial y se rechaza el de 'defensa preventiva'
o de 'legítima defensa' que Colombia alegaba;
Se reivindica gran habilidad para convencer a los gobernantes de otros
países de la razón que asiste al gobierno colombiano
en su actitud ante las FARC, pero toca dejar una constancia protestando
porque en la declaración final no se acepta tratar de terroristas
a los grupos irregulares;
En todos estos casos habría algo de aparente o posible verdad,
y de cualquier forma se podría hacer una presentación
que ciñéndose a la verdad mostrara lo que se cuestionaba;
pero la verdad no produciría escándalo ni el efecto
que se busca: Piedad Córdoba es apreciada por el Gobierno Venezolano
y como todos los colombianos tiene derecho a recibir esa nacionalidad,
pero decir eso no fomentaría el odio que se busca crear contra
ella; el Ministro Larrea informó que había tenido una
reunión con Raúl Reyes (en otro país) pero mostrarlo
en su campamento y en el momento de la Asamblea de la OEA debía
producir un efecto diferente que atizara la descalificación
a quien no necesariamente comparte la visión del Gobierno Uribe;
Colombia no logró ganar el fondo del pleito como era que la
Corte negara su propia competencia, o que en caso de asumirla reconociera
la frontera marítima con Nicaragua, pero no sería mostrar
la mala posición de la contraparte (¿casi enemigo?)
declarar que solo se ganó que la Corte no declarara inválido
el tratado; el conjunto de países americanos estuvo en contra
de las acciones internacionales de Colombia pero nuestros 'representantes'
lograron que aceptando todo (excusas por el ataque, renunciando a
la tesis de la 'soberanía humana' y a la calificación
de terroristas, y retirando las fragatas de dónde se había
negado a hacerlo después del fallo de La Haya ) se evitara
no solo la guerra (que parece un absurdo, pero que sus acciones habían
llevado a ella), sino una 'condena' que en términos diplomáticos
es bastante más fuerte que un repudio.
¿No es evidente la complicidad de los medios con el Gobierno,
siguiendo la intención de desorientar la opinión más
que cumplir con informar en forma veraz y completa?
(P.S. Si el que los directores de El Tiempo sean respectivamente hermanos
del Vicepresidente y del Ministro de Defensa no fuera suficiente,
el nombramiento del hijo de José Obdulio como subeditor de
Planeta-El Tiempo hace superflua tal pregunta)