El presidente
Luiz Inácio Lula da Silva
va a completar sus primeros dos años de gobierno en Brasil el próximo
27 de octubre, la mitad de su periodo, mostrando aceptables índices
de crecimiento y contando con una imagen favorable por su gestión
que supera el 58% de popularidad, de acuerdo con los últimos sondeos
de opinión.
En desarrollo de estos dos primeros años de gobierno del Partido de los
Trabajadores (PT) se han logrado avances en crecimiento económico, reducción
del desempleo, aumento de la productividad y mejoramiento en la aplicación
de políticas sociales.
Lula heredó una difícil situación económica de su
antecesor Fernando Henrique Cardozo, agravada además por el temor de los
mercados a su postura política de izquierda. Esto hizo que durante el
primer año de gestión se haya registrado un PIB negativo de 0.2%
y niveles récord de desempleo. |
Luiz Inácio Lula da Silva |
En contraste, las perspectivas
económicas
y los índices de crecimiento para este año son positivos.
En efecto, a diciembre de 2004 se prevé un crecimiento anual del
PIB de 3.5% y una sensible recuperación del empleo, lo que ya
comenzó a revelarse en los más recientes indicadores: la
producción industrial logró un 7.7% en el primer semestre
de este año y el desempleo disminuyó del 13.1% en abril
a 11.7% en junio.
En materia social, más de cuatro millones de familias han sido
beneficiadas hasta el momento con el programa Hambre Cero, algo así como
16.4 millones de personas en 5.463 municipios brasileños.
RETO ELECTORAL
Aunque todavía está por verse la sostenibilidad en el tiempo
de la recuperación económica, algunos analistas consideran
que una primera evaluación popular del gobierno de Lula da Silva
se dará en las elecciones municipales de octubre.
La mejora de la popularidad de Lula y de su gestión crea la perspectiva
de un mejor desempeño electoral para los candidatos del gobernante
Partido de los Trabajadores, considera el Instituto Brasileño
de Estudios Políticos (IBEP).
En concepto de Christopher Garman, de la Consultora Tendencias, los dos
grandes factores que influirán en las elecciones regionales que
se avecinan son la mejora de los indicadores económicos que viene
impulsando la popularidad del gobierno y que el PT es el partido con
el que más electores se identifican (en Brasil el 73% de los electores
no se identifica con ningún partido).
Precisamente, el repunte de la imagen de Lula ha coincidido con que buena
parte de los candidatos del PT a dirigir las municipalidades en Brasil
estén hoy encabezando las encuestas.
ALGUNAS CRÍTICAS
Pero no todo es color de rosa para el gobierno de Lula, pues varios sectores
políticos y de opinión que apoyaron su llegada a Planalto,
la sede del gobierno de Brasil, tienen reservas respecto de lo que ha
sido el desarrollo de sus principales políticas.
La periodista María Luisa Mendonca, directora de la Red Social,
Justicia y Derechos Humanos y miembro de la coordinación del Grito
de los Excluidos Continental critica el hecho de que al interior de la
administración de Lula “hay gente que está defendiendo
la continuidad de las políticas neoliberales. En el campo económico
no hay cambio porque siguen las políticas macroeconómicas
de acuerdo con la lógica del FMI y hay pocos avances en el ámbito
social”.
Explica, por ejemplo, que el programa contra el hambre no ha sido tratado
de una manera puntual. No hay un esfuerzo del gobierno para priorizar
políticamente los temas de la agenda nacional. Una de las primeras
cosas que hizo Lula fue hacer una reforma en la asistencia social de
los jubilados con claros tintes neoliberales.
“
Creo que hay una prioridad al interior del PT de hacer alianzas amplias
en el sentido de buscar gobernabilidad. Hay cierto temor de un ataque
más fuerte por parte de la derecha. Por esa razón el gobierno
está haciendo pactos con el sector del agronegocio que dicta las
reglas de la política agrícola en materia de exportaciones,
lo cual es contrario a la prioridad de combatir el hambre en Brasil porque
lo que se debería fortalecer es el mercado interno. Entonces dichos
sectores están controlando Ministerios importantes y por eso el
proyecto inicial de cambio social de Lula no avanza”, señala
Mendonca.
AVANCES EN POLÍTICA INTERNACIONAL
En materia de política internacional, Mendonca considera que el
gobierno de Lula ha venido realizando una buena labor porque en su concepto,
dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores hay gente más crítica
respecto de las consecuencias perniciosas que ha generado el esquema
neoliberal.
Sin embargo y en el caso del proceso del Acuerdo de Libre Comercio de
las Américas, sostiene que hay ciertas trampas en la negociación
como por ejemplo el hecho de que el gobierno de Lula haya aceptado en
la reunión de Miami lo que se ha denominado el ALCA ‘light’. “Cuando
Brasil acepta seguir en las negociaciones está aceptando que el
plazo para que entre a regir este tratado de libre comercio sea más
largo”.
Finalmente el gobierno de Lula logró parar el intento de Washington
de utilizar militarmente la base de Alcántara, sitio estratégico
para comunicaciones satelitales.
Gracias a la presión de la sociedad civil y de amplios sectores
de opinión, el Congreso se abstuvo de votar el convenio para darle
el control militar de la base de Alcántara a los norteamericanos.
En este momento el proceso de votación está paralizado
y eso es fruto de la movilización de la campaña contra
el ALCA en Brasil. El plebiscito popular sobre el ALCA incluyó una
pregunta sobre el control de esta base, obteniendo el rechazo de más
de diez millones de votos.
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