Lo que hemos observado hasta el momento parece corroborar la tesis
de que se está preparando una nueva ocupación militar,
no humanitaria. Varios elementos lo indican como: fricciones con los
actuales ocupantes, la Misión de Paz (MINUSTAH) de la ONU, especialmente
con Brasil, que tiene el mando militar; entorpecimiento de la ayuda
humanitaria y fomento de una situación de caos; y una campaña
mediática consistente en la creación de una imagen de
caos y violencia, que justificaría una ocupación ante
la opinión pública. Como veremos abajo, todos esos componentes
parecen estar presentes.
Hay motivos para sospechar que se está permitiendo deliberadamente
el deterioro de la situación humanitaria en Haití. Por
ejemplo la reconocida descoordinación en las tareas de rescate,
ampliamente difundida por los medios. En teoría, correspondería
a la ONU dirigir tales tareas, pero al parecer ésta ha sido desautorizada
por los Estados Unidos, que ocupó desde primera hora uno de los
puntos claves para la coordinación de las tareas de rescate,
el aeropuerto. Sin el liderazgo de la ONU, y con un Estado haitiano
"fallido" o, en lenguaje menos Orwelliano, quebrado de forma
premeditada, no queda nadie que pueda dirigir las tareas de rescate
eficientemente. Ciertamente tampoco las ONGs, que han venido recibiendo
fondos internacionales para ejercer muchas de las funciones que deberían
corresponder al gobierno haitiano. A las ONGs no se les puede exigir
las mismas responsabilidades que a un gobierno, un hecho tal vez muy
conveniente en estos momentos.
Otro elemento es la escasa prisa en el envío de ayudas por parte
de EEUU, en contraste con la rapidez demostrada en a movilización
militar. Incluso la distante China parece haberse adelantado a los Estados
Unidos en el envío de auxilio. Así, el teniente general
retirado del ejército estadounidense, Russell Honoré,
que participó en las tareas de rescate tras el huracán
Katrina en 2005, declaraba acerca de la situación de Haití
tras el terremoto: "pienso que eso ya hemos aprendido durante el
Katrina, llevemos agua y alimentos y comencemos a evacuar a la gente
Pienso que deberíamos haber comenzado con más premura"
(1). Por ejemplo, mientras las fuerzas armadas de EEUU parecen haber
sido movilizadas con bastante rapidez, un buque hospital de la marina
se está preparando con más parsimonia: "es un buque
lento, algo viejo, tardará una semana en llegar una vez que lo
hayamos puesto a punto", aclara un portavoz del Pentágono
(2). Quizá no puedan hacer nada mejor con el viejo buque, pero
deberían existir otros medios para acelerar las ayudas. Por ejemplo,
se podría seguir la sugerencia algo herética de Lawrence
Korb, ex secretario asistente de Defensa de EEUU, de aprovechar los
conocimientos de los cubanos en las tareas de rescate: "debemos
pararnos y pensar que nuestro vecino Cuba cuenta con algunos de los
mejores médicos del mundo
Deberíamos tratar de trasladarlos
allí en en nuestros vuelos "(3).
Todo eso nos deja la impresión que, en el mejor de los casos,
las tareas de rescate no son una prioridad para el gobierno de EEUU,
al contrario de las puramente militares, como el envío de "3500
soldados de la 82 División Aerotransportada de Fort Bragg",
cuya misión "no está clara", según el
Christian Science Monitor (2). Pero quizá quede más clara
con esta explicación del portavoz del Departamento de Estado
de EEUU Philip Crowley: "Nosotros no estamos adueñándonos
de Haití. Estamos ayudando a estabilizar el país. Estamos
ayudando en el suministro de material y socorro para salvar vidas, y
vamos a permanecer allí a largo plazo para ayudar a reconstruir
Haití." (3) Y también las palabras posteriores de
la secretaria de Estado Hillary Clinton, asegurando que las fuerzas
norteamericanas se quedarían en Haití "hoy, mañana,
y previsiblemente en el futuro".
Las fricciones diplomáticas con otros países, especialmente
Brasil, que está al mando de las tropas de la ONU en Haití,
no tardaron en manifestarse, lo que parece indicar también que
la "misión" norteamericana en Haití va mucho
más allá de lo puramente humanitario. Hasta hoy Brasil
había cumplido diligentemente con el papel que le fue designado
en Haití. Sus tropas se dedicaban a controlar y, en ocasiones,
aterrorizar a la población haitiana, especialmente a los más
pobres, de una forma que ya habían perfeccionado en las favelas
de Brasil. Como informa en una entrevista el periodista Kim Ives, de
Haiti Liberté, la presunta misión de la paz de la ONU
en Haití, liderada por brasileños, "es extremadamente
mal vista [por la población haitiana]. La gente está harta
y cansada de que se estén gastando millones en ella, de observar
como los muchachos se la pasan dando vueltas por todas partes dentro
de tanques gigantescos y apuntándoles con los fusiles. Y es que,
como sabes, esta es una fuerza cuya misión es la de someter al
país" (4).
Cabe esperar que los EEUU entrarían en conflicto con Brasil si
la intención del primero es la de asumir un papel militar en
Haití. El conflicto no tardó en producirse. En palabras
del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el 14 de enero, "sería
absolutamente deseable que todas esas fuerzas estuvieran coordinadas
por el comandante de la MINUSTAH allí" (3). Pero los EEUU
no aceptaron esta propuesta. Funcionarios del gobierno de EEUU han indicado
que sus fuerzas "coordinarán" sus acciones con la dirección
de la MINUSTAH, y nada más: "Vamos a actuar bajo comando
de los EEUU en apoyo a una misión de la ONU en nombre del gobierno
y del pueblo haitiano", declara Crowley (3).
Como esa "coordinación" está funcionando se
puede deducir de la reacción del ministro de defensa de Brasil,
Nelson Jobim, criticando el control "unilateral" de EEUU sobre
el aeropuerto de Puerto Príncipe, que según él
se tomó sin que otros países fueran consultados, y que
estaría entorpeciendo el aterrizaje de aviones de la FAB (Fuerza
Aérea Brasileña) cargados de personal y mantenimientos
(5). Como indica el diario brasileño Folha de São Paulo,
esa situación "ha causado un pequeño problema diplomático
entre Brasil y EEUU. Además de entorpecer el aterrizaje de los
aviones de la FAB, los brasileños se quejan de que el control
norteamericano habría impedido el acceso de la MINUSTAH (Misión
de paz de la ONU en el Haití, liderada por brasileños)
al local [el aeropuerto]" (5).
A pesar de declaraciones posteriores de Hillary Clinton a Jobim, asegurando
que "las fuerzas norteamericanas van a cumplir funciones esencialmente
humanitarias, sin interferir en la seguridad pública del país"
(6), el hecho es que tales funciones "humanitarias" estarán
comandados "no por agencias civiles del gobierno
sino por
el Pentágono" , a través de SOUTHCOM (Comando Sur
de los Estados Unidos), cuya misión es la de "conducir operaciones
militares y promocionar la cooperación en seguridad para lograr
los objetivos estratégicos de los Estados Unidos", como
señala Michel Chossudovsky, del Global Research, (7).
Otro elemento importante es la aparente instrumentalización de
un supuesto estado de caos en Haití, al que también podría
contribuir la quizás premeditada descoordinación en la
distribución de la ayuda humanitaria. El objetivo aquí
sería el de crear una imagen de caos y violencia que justifique
la invasión ante la opinión pública, y para eso
hay que contar con la colaboración estrecha de los grandes medios
de información. Al menos los medios más afines al gobierno
norteamericano parecen no haber perdido tiempo en este sentido. Desde
el primer momento han tratado de dramatizar la situación, por
ejemplo a través de la difusión de rumores de ráfagas
de supuestos tiroteos, que nadie más en Puerto Príncipe
parece haber oído, o de la formación de nuevas bandas
criminales. Así, ya un par de días después del
terremoto podíamos leer, en un artículo intitulado "¿Tomarán
las bandas criminales el control del caos haitiano?", las siguientes
ominosas palabras: "cuando la oscuridad cubrió la ciudad
de Puerto Príncipe, asolada por el terremoto, moradores informaron
que habían oído tiros. Eso difícilmente constituía
una sorpresa: en Haití, durante las emergencias - naturales o
políticas - tiros pueden ser tan omnipresentes por la noche como
el ladrido de los perros, con bandas armadas adueñándose
de las calles" (8). El hecho de que nadie parece haber oído
esos tiros ni visto tales pandillas adueñándose de las
calles, puede indicar que la intención aquí es la de crear
una falsa imagen de caos que haga más aceptable para la opinión
pública una eventual invasión y ocupación del país.
La mayor parte de los medios machacan ahora con imágenes de caos
y violencia. Pero hay excepciones. Así, como explica el coordinador
del Canadian Haiti Action Network, Roger Annis, refiriéndose
a un reportaje de la BBC que no muestra nada de esa supuesta violencia,
este "contrasta fuertemente con las advertencias de saqueo y violencia
que llena las ondas de canales de noticias tales como la CNN",
y que "están siendo reproducidas por el secretario de Defensa
de EEUU Robert Gates" (9). Indagado por los medios acerca del motivo
por el cual no se estaban lanzando provisiones desde el aire, Gates
contesta que "me parece que lanzamientos desde el aire simplemente
van a provocar disturbios", que por lo visto Gates considera peor
que la falta de provisiones.
Lo más macabro de todo esto es que las ayudas podrían
no estar llegando a los damnificados debido a una intención deliberada
de provocar ese mismo estado de caos y violencia que parece no existir
hasta el momento. Según Roger Annis "está creciendo
la evidencia acerca de una negligencia monstruosa hacia el pueblo haitiano
tras el catastrófico terremoto de 3 días atrás.
A medida que provisiones médicas vitales, alimentos, substancias
químicas para purificación del agua y vehículos
se están amontonando en el aeropuerto de Puerto Príncipe,
y que los medios están informando de un esfuerzo internacional
masivo para suministrar ayuda de emergencia, los moradores de la ciudad
destrozada se preguntan cuándo podrán ver algún
tipo de ayuda" (9).
El reportero de la BBC Andy Gallaguer declara también que anduvo
por todas las partes de la capital durante el viernes, 15 de enero,
y que "no observó nada más que cortesía de
parte de los haitianos que encontró. En todas partes fue llevado
por los moradores a ver lo que había sucedido en sus vecindarios,
sus casas y sus vidas. Y entonces preguntaban: ¿dónde
están las ayudas?" (9) A la declaración del secretario
de defensa norteamericano que motivos de "seguridad" estarían
impidiendo la distribución de ayuda, Gallaguer contesta que "yo
no estoy viendo nada de eso" (9). Sobre la situación en
el aeropuerto, informa que "hay una gran cantidad de material en
el suelo y mucha gente allí. Yo no sé qué problemas
hay con la entrega" (9). Igualmente, según palabras de un
observador local, "los agentes de los medios están buscando
historias de haitianos desesperados que estén actuando de forma
histérica. Cuando en realidad lo más común es verlos
actuar de forma sosegada, mientras que la comunidad internacional, la
élite y los políticos están desquiciados con ese
tema, y ninguno parece tener la mínima idea de lo que está
pasando" (9)
No solamente no hay planes de transportar a médicos cubanos a
la isla, sino que la ocupación del aeropuerto se dio inmediatamente
después de la llegada de 30 médicos cubanos para reunirse
con los cerca de 300 que ya estaban en la isla desde hace más
de un año. Y muchos sospechan que algo podría tener que
ver con la ocupación del aeropuerto. Trinidad & Tobago Express,
por ejemplo, informa que "una misión de ayuda emergencia
de la Comunidad Caribeña [Caricom] a Haití, incluyendo
a jefes de gobierno y funcionarios técnicos de relieve, no pudo
obtener permiso este viernes para aterrizar en el aeropuerto de ese
país devastado, ahora bajo control de los Estados Unidos."
Además, "indagado acerca de si las dificultades encontradas
por la misión de Caricom podrían estar relacionadas con
informes de que las autoridades norteamericanas no estarían ansiosas
en facilitar el aterrizaje de naves procedentes de Cuba y Venezuela,
el primer ministro Golding [de Jamaica] contestó que 'solamente
espero que no haya ninguna verdad en ese tipo de pensamiento inmaduro,
a luz de la espantosa extensión de la tragedia de Haití'
"
(10).
El siguiente testimonio del director del Ciné Institute de Jacmel,
David Belle, también contradice radicalmente la imagen de caos
y violencia difundida por los medios. "Me han contado que muchos
medios informativos norteamericanos pintan Haití como un polvorín
a punto de explotar. Me han dicho que los reportajes principales de
los grandes medios solo hablan de violencia y caos. Nada hay más
lejos de la realidad
Ni una sola vez he sido testigo de un solo
acto de agresión o violencia. Al contrario, hemos visto a vecinos
ayudando a vecinos y amigos ayudando a amigos y extraños. Hemos
visto a vecinos excavando en los escombros con las manos desnudas para
encontrar a supervivientes. Hemos visto a curanderos tradicionales tratando
a los heridos; hemos visto ceremonias solemnes ante entierros colectivos,
y a moradores esperando pacientemente, bajo un sol abrasador, con nada
más que unas pocas pertenencias que les quedaron. Una ciudad
mutilada de dos millones de seres esperando ayuda, medicina, alimento
y agua. La mayoría no ha recibido nada. Haití puede enorgullecerse
de sus sobrevivientes. Su dignidad y decencia frente a esta tragedia
son en sí mismas asombrosas". (11)
Todos esos elementos justifican la sospecha de que está en marcha
una macabra estrategia del caos para justificar una invasión
y ocupación que por lo visto nada tendrá de humanitaria.
Notas:
(1) "Pentagon defends response time of Haiti aid efforts",
Christian Science Monitor, 15 de enero de 2010. http://www.csmonitor.com/USA/Military/2010/0115/Pentagon-defends-response-time-of-Haiti-aid-efforts
(sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(2) "Why is it taking so long for Pentagon aid to reach Haiti?",
Christian Science Monitor, 14 de enero de 2010. http://www.csmonitor.com/USA/Military/2010/0114/Why-is-it-taking-so-long-for-Pentagon-aid-to-reach-Haiti
(sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(3) "Marines to aid Haitian earthquake relief. But who's in command?,
Christian Science Monitor, 14 de enero de 2010. http://www.csmonitor.com/USA/Military/2010/0114/Marines-to-aid-Haitian-earthquake-relief.-But-who-s-in-command
(sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(4) Kim Ives, transcripción de entrevista ofrecida a Democracy
Now, 13 de enero de 2010. http://i3.democracynow.org/2010/1/13/haiti_devastated_by_largest_earthquake_in
(sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(5) "EUA enviarão 10 mil soldados para Haiti; Brasil critica
controle americano do aeroporto", Folha de São Paulo, 16
de enero de 2010. http://www1.folha.uol.com.br/folha/mundo/ult94u680243.shtml
(sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(6) "Após tensão com EUA, cinco aviões da
FAB com suprimentos e equipes chegam ao Haiti", Folha de São
Paulo, 16 de enero de 2010. http://www1.folha.uol.com.br/folha/mundo/ult94u680260.shtml
(sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(7) Michail Chossudovsky, "The Militarization of Emergency Aid
to Haiti: Is it a Humanitarian Operation or an Invasion?", Global
Research, 15 de enero de 2010. http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=17000
(sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(8) "Will Criminal Gangs Take Control in Haiti's Chaos?",
Time, 14 de enero de 2010. http://www.time.com/time/specials/packages/article/0,28804,1953379_1953494_1953819,00.html?cnn=yes&hpt=T2
(sitio consultado el 16 de enero de 2010).
(9) Roger Annis, "Where is the aid in Haiti?", 16 de enero
de 2010. http://canadahaitiaction.ca/?p=1055 (sitio consultado el 16
de enero de 2010).
(10)Robert Singh, "CARICOM BLOCKED... as US takes control of airport",
Trinidad & Tobago Express, 17 de enero de 2010. http://www.trinidadexpress.com/index.pl/article_news?id=161583443(sitio
consultado el 17 de enero de 2010).
(11) "El director del Ciné Institute de Jacmel, David Belle,
informa desde Puerto Príncipe", 17 de enero de 2010. http://www.cineinstitute.com/news/2010/01/17/cine-institute-director-david-belle-reports-from-port-au-prince/
(sitio consultado el 17 de enero de 2010).
ALAI, enero 18 de 2010.
|