CHILE: UN CASO DE DESARROLLO FRUSTRADO

POR ROBERTO JURY TORO

Analistas e historiadores coinciden en que el Paraguay no pudo alcanzar su desarrollo pleno debido a la guerra de “La Triple Alianza”, acaecida entre1865 y 1870, la cual ensangrentó además de este país a Uruguay, Brasil y Argentina. La población guaraní se defendió hasta el último hombre, del total de un millón de personas sólo quedaron 300 mil sobrevivientes.

En Chile no hubo guerra, lo que ocurrió fue que con el descubrimiento del salitre sintético en 1917, las ventas del nitrato empezaron a disminuir lo que provocó un alto déficit fiscal, la solución vendría en 1927 con la Industrialización Sustitutiva de Importaciones (ISI) y, de esta forma, se evitó vender trigo y posteriormente comprar fideos.

Con la crisis de la bolsa de 1929 en Estados Unidos se demostró que no se podía mantener una economía totalmente abierta y dependiente porque como dice el refrán “si un país desarrollado estornuda los subdesarrollados se resfrían”; este aforismo hizo que Chile haya armado mejor la idea de fortalecer el mercado nacional, ya que el nivel de las exportaciones nacionales bajó para 1932 en un 78,3 por ciento, en tanto las importaciones se redujeron en un 83,5 por ciento. Chile, entonces, empieza a subir el arancel de los productos que llegan desde el extranjero y a dar créditos a las empresas locales, sin duda se quería imitar lo que había sido el sistema soviético que en poco tiempo había tenido éxito.

En 1938 Chile toma con fuerza la idea, se crea la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), que entrega créditos a empresas nacionales para que puedan competir con las extranjeras, este proceso tiene dos fases: en la primera, fabricar zapatos y, en la segunda, fabricar la máquina que pueda coserlos y otros detalles. Sin embargo, en esta última etapa es en la que se falla, porque resulta caro, y hay que buscar mercado en el extranjero lo que no es fácil. Es aquí donde empieza a existir inflación, es decir gran cantidad de dinero circulando para poder soportar el gasto del Estado en operarios y materiales en general.

En vista de lo anterior, en 1955 se invita a la misión estadounidense Klein Sacks, cuyas recomendaciones dieron forma al primero de varios planes de estabilización que se implementaron hasta 1964. El sentido general del proyecto era controlar la inflación y volver a enrielar la economía restringiendo el gasto público y los controles fiscales, abriendo parcialmente el mercado interno hacia el exterior, invitando al capital extranjero a invertir en diversos sectores, pero tampoco sirvió para amortiguar la crisis nacional.

En 1966 se compra el 51 por ciento del cobre a los estadounidenses, para continuar con la política de la Industrilización Sustitutiva de Importanciones, a su vez en 1967 se empieza el proceso de reforma agraria para evitar comprar productos en el extranjero, ya que esto salía costoso, por lo tanto el gobierno de Eduardo Frei Montalva considera que hay que modernizar creando diferentes organismos estatales para que ello ocurra.

Con el triunfo de la Unidad Popular en 1970 y la llegada al poder de Salvador Allende se quiso poner el punto final a este periodo, nacionalizando definitivamente el cobre. La participación de los trabajadores en el ingreso total aumentó del 51 por ciento al 62,9 por ciento entre 1970 y 1972.




Lo negativo fue que la inflación en 1973 llegó a cifras astronómicas, 508 por ciento, ese mismo año y en vista de lo anterior, el gobierno militar se vio obligado a eliminar, como dijo el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, Gustavo Leigh, “el cáncer marxista y corregir los últimos cincuenta años de historia nacional”.

Así terminó este intento de desarrollo. Como se observa, un largo proceso que no llegó a buen término, ya que en los países subdesarrollados existen muchas diferencias sociales, es decir hay un puñado de ricos y una gran cantidad de pobres por lo que las políticas deben ir orientadas principalmente a éstos, ofreciéndoles educación y capacitación empresarial.