S.O.S. POR COLOMBIA LA COMBINACIÓN DEL FALSO PATERNALISMO CON EL AUTORITARISMO EN EL GOBIERNO |
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Las declaraciones del jefe paramilitar
Salvatore Mancuso, producto de su cómodo camino hacia la rebaja
de una condena mediante la cual elude, con la frialdad que lo caracteriza,
su responsabilidad frente a miles de víctimas y de algunos de
los que en Colombia aún esperamos que la justicia no sea sólo
para los de ruana, advierten parte de nuestra escalofriante y aterradora
realidad. |
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Sin más rodeos, vale la pena detenerse en el tema que desde hace ya varios años es más que obligado para "cualquier" colombiano: el riesgo del gobierno de las "mayorías" de Álvaro Uribe Vélez. Aunque debe decirse que durante los casi ocho de su gobierno este mandatario ha sido trabajador, eficiente y hasta eficaz en sus propósitos y métodos, la mayoría de los cuales censurables, habría que preguntarse hasta dónde es el líder que sus seguidores quieren sobredimensionar. MODELO AUTORITARIO PARA GOBERNAR Frente a este tema, es dable hacer una analogía entre el estilo de su gobierno con un interesante reality show que lleva por título "Niñera SOS". Su contenido llama a la reflexión sobre lo innecesarios que son los golpes, los gritos y el autoritarismo para educar, gobernar, adoctrinar y hasta civilizar, en un sentido propiamente occidental. En este programa, una niñera inglesa se presenta en un hogar atendiendo el llamado S.O.S de unos padres que sufren una verdadera "crisis de gobernabilidad", caracterizada fundamentalmente por dos cosas: la primera, padres indefensos, debilitados y unos hijos absolutamente revelados que hacen lo que muchos llamarían, "lo que se les da la gana". Y la segunda, los actos de violencia física, verbal y psicológica. Sí, el contexto S.O.S es lo que se llamaría una verdadera "hecatombe" y que, volviendo al tema para muchos "rústico" de esta reflexión, puede perfectamente traslaparse con la situación de un país "pre -Uribe" cuya adaptación dejamos a plena libertad y creatividad del lector. Ante el desgaste emocional ocasionado por los primeros minutos del
programa, la mente reacciona de forma natural y el televidente se concentra
en la pregunta obligada: ¿qué haría usted? Y aunque
en cualquier caso hay que actuar, existen dos vías para la acción
que, en ningún caso, son permisivas: con los golpes de padre
a hijo haciendo valer la autoridad; ó con castigos educativos
y diálogo. Como es igualmente antipedagógico extenderse en ciertas reflexiones pues el cerebro tiende a agotarse, se debe llamar la atención sobre lo ilustrativo que puede llegar a ser este contexto para explicar la polarizada realidad colombiana producto de un "padre" que, a pesar de sus intenciones quiere lo mejor para sus hijos, evidentemente así él tenga la culpa. De esta manera, por exceso o por defecto, este paternalista y trabajador mandatario, regañón y gruñón, ha optado por usar el estilo más contraproducente: el rejo. El resultado: unos hijos muy educaditos pero entrenados para matar, llenos de resentimiento, ira desenfrenada y serios traumas que tristemente saldrán a flote en algún momento de su vida. De esta manera los miles de ciudadanos víctimas de la polarización uribista han llegado a transgredir sus valores fundamentales y estarían dispuestos a vender su alma al mismísimo diablo de ser necesario con tal de que este omnipresente padre siga imponiéndoles la tan valiosa y educativa disciplina que no pocos agradecen. Por eso, algunos "hijos obedientes" respaldan el uso emblemas de la Cruz Roja "porque tocaba"; afirman que los secuestrados que salen a dar un mensaje de paz y reconciliación deberían ser reclutados por sus captores para que les diseñen su estrategia porque quedaron "bien adoctrinados" y quienes lloraban de felicidad por su regreso se limpian las lágrimas y anhelan, sin darse cuenta, que regresaran a podrirse en la selva; muchos entregarían su información y condicionarían su libertad y la de sus familiares y amigos; repiten quizá por un efecto de Alta Fijación Repetitiva (AFR) que los poderes del poder público se dividen en tres ramas (el ejecutivo, el legislativo y el judicial) pero que solo vale el "Presidente Ejecutivo" porque en el Congreso todos son unos corruptos y porque los ilustres e intachables magistrados de la Corte Suprema de Justicia han dejado de serlo de la noche a la mañana por ser malos vecinos que lo contradicen, lo traicionan y que no saben lo que hacen. La mayoría validaron al "amigo malo" -ese que papá siempre nos prohíbe y que es innombrable (DMG)- pues el tipo tuvo más visión que muchos y les ayudó a algunos a ganarse la platica fácilmente ó que de alguna manera les dio una mano para salir de su condición de pobreza y de falta de oportunidades. Quizás algunos -sobre todo los que son padres- saldrán a argumentar de inmediato que a los hijos hay que tratarlos con "mano dura" y que algunas veces toca educarlos a punta de "rejo". En medio de una injusta desigualdad social y de un doloroso camino
que no nos está conduciendo a la construcción de la paz
en Colombia, se están utilizando dos hermosas palabras llenas
de contenido para hacer política partidista y con ella sacar
réditos electorales. En efecto, con las palabras "Seguridad
Democrática" se pretende continuar con el estilo autoritario
y generar nuevas condiciones políticas para continuar, a cualquier
costo, en el poder.
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