El engaño empieza ya con el nombre utilizado: 'bio', significa
vida, cuando en realidad lo que se está provocando con los biocombustibles
es la muerte masiva de biodiversidad, la destrucción de formas
de vida indígenas y campesinas, hasta cobrar de forma directa
miles de vidas humanas. Además, la palabra 'bio', también
es un término protegido legalmente para hablar de productos ecológicos
(biológicos u orgánicos) y tiene en el público
en general una connotación positiva. Hablar de biocombustibles
por parte de las autoridades y las grandes empresas beneficiadas es
un engaño nada inocente. Aunque sería más exacto
hablar de necrocombustibles, tal como lo sugiera Frei Betto, una palabra
más acertada podría ser agrocombustibles, o incluso se
podría hablar de agroindustria-combustibles.
Los efectos nocivos de los agrocombustibles son diversos y profundos,
y en muchos casos provocan hasta más gases de efecto invernadero
que los tradicionales hidrocarburos. Las millonarias subvenciones otorgadas
por las autoridades a las grandes multinacionales tienen un efecto perverso
en el sistema ecológico de la tierra, además de provocar
más miseria en diferentes partes del mundo. El aumento espectacular
de la demanda provocado por las medidas impuestas por las autoridades
europeas y norteamericanas, está causando deforestación,
erosión, incendios forestales, aumento del modelo agroindustrial
(más consumo de hidrocarburos por la maquinaria y el transporte),
aumento del uso de pesticidas, fungicidas, herbicidas y abonos químicos,
concentración de tierras, desplazamiento forzoso, aumento de
violencia contra población indígena y campesina, represión
sindical, aumento del uso de semillas genéticamente manipuladas,
aumento de trabajo precario, más hambre, aumento del consumo
de agua y menos tierras dedicadas a la producción de alimentos.
Si tomamos en cuenta que dos de los principales causantes del cambio
climático son el transporte y la agroindustria, está claro
que los agrocombustibles no son ninguna solución. Al contrario,
varios estudios demuestran que la producción del aceite de palma
incluso produce más gases de efecto invernadero que la de petróleo.
¿QUÉ SON LOS AGROCOMBUSTIBLES?
En el sector del transporte se habla de 'biodiesel' y de 'bioetanol'.
El llamado 'biodiesel' o agrodiesel se obtiene a partir del procesamiento
de aceites vegetales obtenidos de cultivos como colza, girasol, soja,
maíz o palma africana. El agrodiesel en principio se podría
utilizar sin adaptar los motores (actuales) obteniendo rendimientos
muy similares con una menor contaminación. En EEUU se comercializa
el llamado 'B20', una mezcla del 20% de agrodiesel y el 80% de diesel
normal. (El 'B100' significa agrodiesel al 100% sin mezcla alguna.)
El 'bioetanol' o etanol es un alcohol producido a partir del azúcar
de la remolacha o de la caña o a partir del almidón de
maíz, cebada o trigo. Se mezcla con gasolina en diferentes proporciones.
La 'E5', 5% de etanol y 95% de gasolina, es la mezcla actualmente propuesta
por la UE. Se prevé el aumento hasta el 'E10' (la utilizada en
EEUU), dado que no sería necesario ningún cambio en los
motores. En EEUU se comercializan también los motores adaptados
para funcionar con el 'E85' (85% de etanol) y en Brasil los 'E95' y
'E100' son utilizados desde hace muchos años. En algunos países
se comercializan los llamados vehículos con motores Flexifuel,
FFV (Flexible Fuel Vehicles), o Vehículos de Combustibles Flexibles,
con motores adaptados que permiten una variedad de mezclas.
Los agrocombustibles pueden producir incluso más gases con efecto
invernadero.
Holanda, líder europeo en el uso del llamado 'energía
verde' ha suspendido las subvenciones al aceite de palma. Varios estudios
demostraron que la producción masiva de aceite de palma ha catapultado
Indonesia como uno de los 5 principales emisores de gases con efecto
invernadero, sobre todo por la conversión masiva de bosque tropical
en monocultivos de palma, los gigantes incendios para despejar los terrenos
y el uso intensivo de abonos químicos. (Incluso se está
pidiendo que Holanda, como uno de los principales causantes del auge
en la demanda, indemnice a Indonesia por el daño causado).
Otras investigaciones también ponen serías dudas en cuanto
al uso de los agrocombustibles como herramienta contra el cambio climático.
La producción de etanol a partir del aceite de girasol, por ejemplo,
requiere un 118% más de energía fósil que la de
un combustible normal.
EFECTOS 'COLATERALES' DE LOS AGROCOMBUSTIBLES
- Explotación laboral
Los agrocombustibles se producen en grandes extensiones de monocultivos,
en manos de pocos terratenientes o directamente propiedad de las multinacionales,
que explotan la mano de obra de forma brutal: mal pagada, condiciones
precarias, por temporadas, sin medidas de seguridad (contra los productos
químicos), ni seguridad social, etc. Según la OIT, Organización
Internacional del Trabajo, los trabajadores de las plantaciones poseen
uno de los más altos índices de pobreza del sector agrícola
que a su vez es uno de los sectores con más pobreza.
- Violencia
La expansión de estos monocultivos en todos los países
tropicales está afectando de manera violenta a los pueblos nativos
de estas zonas. (Un buen resumen de los efectos de los cultivos de palma
sobre las comunidades nativas a cuyos territorios los mismos llegan,
en todos los países tropicales, se puede leer en "El amargo
fruto de la palma aceitera: despojo y deforestación", del
Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales, disponible en su web
www.wrm.org ) En Colombia los grupos paramilitares, junto con el ejército,
y en muchas ocasiones directamente pagados por las multinacionales,
se encargan de 'despejar' las zonas de poblaciones molestas (con masacres,
amenazas, bloqueos económicos, etc.). Lo mismo ocurre en Brasil,
Indonesia y otros países.
- Contaminación y degradación del suelo
La agroindustria provoca una degradación del suelo y erosión
(que a su vez contribuye al cambio climático). Según la
FAO, hasta 500 millones de hectáreas de tierras arables desaparecerán
en el tercer mundo a causa de estas prácticas.
La agroindustria utiliza de forma masiva los fertilizantes, los pesticidas
y los herbicidas, productos químicos (derivados del petróleo)
que causan contaminación y perjudican a la salud. (Todo ello
forma parte de otra fábula: la fumigación con insecticidas
se ha multiplicado por veinte desde 1948, pero ahora los insectos devoran
el 13% de las cosechas, mientras que entonces se perdía tan solo
el 7%).
- Desgaste de energía y agua dulce
La agroindustria también es un gran consumidor de energía.
La población humana se ha cuadruplicado en el último siglo,
pasando de 1.500 millones de habitantes a 6.300 millones, mientras la
cantidad de energía dedicada a la producción de alimentos
se ha multiplicado por 80. Ahora se gasta 80 veces más energía
en alimentar a una población cuatro veces mayor.
Uno de los efectos más negativos del cambio climático
se verá reflejado en la escasez del agua dulce en muchas regiones
del Planeta. La agroindustria consume el 70% del agua dulce a nivel
global, y su expansión provocará todavía más
tensiones. Las multinacionales en la mayoría de los estados empobrecidos
tienen prioridad sobre el uso de los recursos hídricos, como
es por ejemplo el caso de Coca Cola en la India, que está dejando
a poblaciones enteras sin agua por el consumo masivo para la producción
de sus bebidas.
- Hambre y desplazamiento de cultivos
El auge en la demanda de aquellos cultivos convertibles en combustibles
para los coches europeos y norteamericanos, está causando un
aumento en los precios de muchos alimentos básicos. Si tomamos
en cuenta que según la OIT, la mitad de los trabajadores en el
mundo, 1.400 millones de trabajadores, viven por debajo de línea
de pobreza, con menos de 2 dólares al día, el aumento
de los precios de los alimentos como los cereales y el maíz,
no es ninguna buena noticia.
Además los cultivos como el maíz, principal fuente alimenticia
para muchos pueblos, ahora estarán destinadas a alimentar los
coches. Resulta curioso: hay 800 millones de coches en el mundo, y hay
800 millones de personas que padecen de malnutrición crónica.
Los estados occidentales han diseñado ya muchos programas para
erradicar supuestamente el hambre del mundo, sin conseguir nada. Ahora,
en unos pocos años, conseguirán alimentar sus coches.
LA PALMA AFRICANA
El aceite de la palma africana es el aceite vegetal que más energía
produce por litro cuando es quemado. El aceite palmera supone un 25%
de todos los aceites vegetales producidos en el mundo. El 10 % de los
productos del supermercado lleva aceite de palma (desde la pasta de
dientes, los cosméticos hasta el chocolate).
África Central fue el principal productor (primero Congo, después
Nigeria). A partir de los años 80, Malasia dominó el mercado.
El 87% de la deforestación en Malasia entre 1985 y 2000 fue provocada
para plantar palma africana. En Indonesia el cultivo de palma africana
ha aumentado un 118% en los últimos 8 años. Indonesia
sobrepasará este año probablemente los 17 millones de
toneladas de aceite de palma, convirtiéndose en primer productor
mundial. Para los próximos años se prevé la plantación
de unos 3 millones de hectáreas más de palma. Grandes
partes de Sudeste de Asia están cubiertas por las nubes provocadas
por los incendios para despejar grandes áreas de bosque tropical.
Por todo ello, Indonesia se ha convertido en uno de los principales
productores de gases con efecto invernadero, a pesar de ser un estado
relativamente poco industrializado.
La existencia de los orangutanes en las selvas de Borneo y Sumatra,
está amenazada por la tala de bosque para la plantación
de la palma africana.
El cultivo de la palma africana requiere mucho terreno en clima tropical,
poca mano de obra (en una primera fase de preparación del terreno
y de plantación sí requiere más mano de obra) y
muchas sustancias químicas - derivados del petróleo- :
fungicidas, herbicidas y plaguicidas. Tres factores explosivos que hacen
de su cultivo unos de los más violentos que existen en el Planeta.
- Mucho terreno: la palma africana da mejores resultados en clima tropical,
y por ello se deforestan millones de hectáreas de selva (ver
ejemplos de Malasia e Indonesia), provocando incendios forestales enormes
que ha su vez contribuyen al cambio climático. Decenas de pueblos
y poblaciones campesinos son despojados de sus tierras.
- Poca mano de obra, mal pagada y precaria, provocando miseria y desnutrición.
- Muchas sustancias químicas, que provocan erosión, contaminación,
envenenan fuentes de agua potable, perjudican la salud de los trabajadores
y causan, sobre todo los fertilizantes, más emisiones de gases
invernaderos.
Varios estudios han demostrado que el uso de aceite palmera provoca
todavía más cambio climático que el uso de petróleo.
Una de las causas es el hecho que el mejor suelo para el cultivo de
la palmera africana, es la turba. La turba es una especie de esponja
de materia vegetal en descomposición, que contiene enormes cantidades
de carbono. Al desaguar la tierra de turba, los gases son liberados
a la atmósfera. Una vez seca, suele ser quemada para despejar
el terreno para la plantación de la palma. Un estudio holandés
calculó que en un año este proceso (sólo en Indonesia
para plantar palma) provocó la emisión de 2000 millones
de toneladas de carbón en la atmósfera, lo cual significa
un 8% de todo lo emitido globalmente por la quema de hidrocarburos.
BRASIL, LA CAÑA DE AZUCAR Y LA SOJA
El gobierno de Brásil piensa multiplicar por 12 la producción
de etanol para el año 2025. Se quiere aumentar la producción
actual (2006) de 17,3 mil millones de litros hasta los 205 mil millones
de litros en el 2025. Con ello, Brasil aspira producir el 10% de toda
la gasolina (en forma de etanol) necesitada en el mundo. En el 2006,
Brásil exportó 1,6 mil millones de litros de etanol a
EEUU.
A pesar de una creciente producción, el empleo en la industria
azucarera de Brasil disminuyó de 670.000 en 1992 a 450.000 en
el 2003 por la creciente concentración de las tierras y la mecanización
de la cosecha.
Los beneficios de este auge en la exportación están concentrados:
El 3,5% de los propretarios poseen el 60% de los terrenos cultivables,
mientras el 40% más pobre de la población campesina sólo
dispone del 1%.
La multinacional estadounidense Cargill compró la mayor fábrica
de etanol del estado de Sao Paulo, junto con 356.000 hectareas de tierra
de caña de azucar.
Adeco, una empresa en manos de George Soros, invertió 671 millones
de euros en la construcción de tres fábricas de etanol
en el Sur de Brasil. Además, Soros planifica comprar terenos
por un valor de 750 millones de euros.
Los costos se reparten: Hasta el 2020 se permitirá la quema de
los restos de la cosecha. Cada hectarea quemada así produce 4.500
kg de carbono.
Para la producción de 1 litro de etanol se necesita 30 litros
de agua.
Se estima que el 75% de las emisiones de gases con efecto invernadero
de Brasil son causados por la deforestación - la mayor parte
proviene de la limpieza y la quema de la selva tropical amazónica.
A causa de eso, Brasil está entre los 5 principales emisores
de tales gases.
Según Greenpeace, desde la llegada al gobierno del presidente
Lula da Silva en enero de 2003, se han destruido casi 70.000 km2 de
selva tropical amazónica.
COLOMBIA: DESPLAZAMIENTO FORZADO, VIOLENCIA PARAMILITAR, DEFORESTACIÓN
Y REPRESIÓN SINDICAL
La Palma africana es uno de los cultivos 'estratégicos' del actual
gobierno de Álvaro Uribe. La introducción masiva de la
palma africana forma parte integral de la integración y de la
legalización del paramilitarismo en el Estado.
En diferentes regiones del país la palma africana es introducida
de una forma violenta, en territorios bajo control paramilitar, tierras
de dónde fueron desplazados centenares de miles de campesinos
(en Colombia hay 4 millones de desplazados internos) a través
de masacres, asesinatos 'selectivos' y amenazas constantes. En el 2003
había 118.000 hectáreas de palma africana, tres años
más tarde ya había 285.000 hectáreas, y para el
2010 se quiere llegar al millón de hectáreas.
En el Chocó, una de las regiones con mayores concentraciones
de diversidad de especies del mundo, la devastación ya ha empezado
y decenas de miles de hectáreas están siendo 'deforestadas',
quemadas, y plantadas con la palma africana. Miles de hectáreas
han sido sembradas en territorios colectivos, de forma ilegal como lo
confirman diferentes informes del Defensor del Pueblo, pero protegidas
por el Ejército. En la zona del bajo Atrato, después de
15 desplazamientos forzados, 200 asesinatos y desapariciones forzosas,
quema de pueblos y cosechas, años de bloqueos económicos
por parte de los paramilitares y de los militares, con el asedio permanente
del Ejército a la población retornada a la zona, Del Monte
(multinacional estadounidense) firmó un convenio con la empresa
Multifruits CIA de Colombia para sembrar 20.000 hectáreas de
primitivo y palma africana en el territorio colectivo.
En el Magdalena Medio, dónde la palma africana ya fue introducida
hace varios años, la represión de los sindicatos también
está en manos de los grupos paramilitares. En el 2001, por ejemplo,
fueron asesinados el vicepresidente del sindicato de Indupalma y tres
sindicalistas más de las empresas palmeras de Puerto Wilches.
MONSANTO: ROUNDUP Y SEMILLAS GENÉTICAMENTE MANIPULADAS
Monsanto probablemente es una de las multinacionales más destructoras
del Planeta. Fue productora de una variante del herbicida 'Agente Naranja',
con concentraciones de dioxina más altas que la producida por
Dow Chemical, utilizada de forma masiva e indiscriminada durante la
guerra del Vietnam. Es productora del veneno que se utiliza en Colombia
(y otros países) para fumigar grandes zonas de cultivo de coca,
destruyendo todo tipo de cultivos y causando miles de desplazados, además
de muchos casos de envenenamientos. También es la empresa líder
en la producción de semillas genéticamente manipuladas
(domina entre el 80% y el 90% del mercado). Ha conseguido patentar varias
semillas de trigo de uso tradicional en la India. Es productora de la
semilla BT COTTON, un algodón genéticamente modificado
que ha sido comercializado con la promesa de grandes beneficios, pero
que ha causado desastres financieros (tanto en la India como en EEUU).
Según Vandana Shiva, "A causa de los altos costes del cultivo
y de los bajos beneficios de su rendimiento, los campesinos hindúes
se hallan atrapados en gravosas deudas, para subvenir a las cuales se
están dejando la vida. En la última década, en
la India, se han suicidado más de 40.000 agricultores (aunque
sería más exacto hablar de homicidio o de genocidio).
Más del 90% de los agricultores que se han quitado la vida en
el Maharashtra y en el Andhra Pradesh durante la estación algodonera
de 2005 habían plantado Bt. Cotton." Un informe secreto
de Monsanto, revelado por el diario The Independent (Reino Unido), demuestra
que las ratas alimentadas con el maíz transgénico MON
863 tenían riñones más pequeños y variaciones
en la composición de su sangre.
Y por último, Monsanto produce uno de los venenos más
utilizados en el mundo, Roundup (utilizado para cultivos de maíz,
soja, palma africana, etc.). Este herbicida mata indiscriminadamente
a todas las plantas, incluida las vida bacteriana del suelo, dejando
intactas sólo las cosechas transgénicas tolerantes al
herbicida. Con el tiempo se producen tolerancias al herbicida, con lo
cual la cantidad de herbicida utilizada aumenta cada año. También
se están publicando informes que alertan de su toxicidad para
anfibios y humanos.
Recientemente Monsanto ha obtenido el permiso del estado colombiano
para sembrar semillas de maíz genéticamente manipuladas
(MON 810) con el objetivo de cultivar maíz para producir agrocombustibles.
En los últimos 40 años no se ha logrado erradicar el hambre
de los países empobrecidos, pero ahora, en sólo 5 años,
se ha conseguido que se cultiven millones de hectáreas, no para
alimentar a su población, sino para alimentar a los coches de
los ricos. Y en caso de que estos países se queden con algún
porcentaje pequeño de los beneficios financieros que sacarán
las grandes multinacionales, éste estará destinado al
pago de la deuda. El negocio sigue redondo
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