ANÁLISIS LATINOAMERICANO AL CONFLICTO COLOMBIANO

EN FEBRERO, MARINES GRINGOS INTERVENDRÍAN DIRECTAMENTE EN OPERACIÓN CONTRA LAS FARC
- Desde septiembre de 2002 se realizan ejercicios navales en la frontera amazónica peruana. El continente latinoamericano está completamente militarizado por Estados Unidos. El Plan Colombia también tiene un fin económico porque busca acelerar apertura de los mercados, sostienen analistas.

POR: EL EQUIPO PERIODÍSTICO DE CRONICÓN

Dos batallones de las Fuerzas Expedicionarias Selváticas de la Marina de Estados Unidosrecibieron órdenes de despliegue por parte del Pentágonopara ingresar a Colombia en febrero de 2003 con el propósito de apoyar y consolidar a las Fuerzas Militares colombianas en su lucha contrainsurgente, según lo informa un reporte del web site de Narco News Bulletin, cuya traducción realizada por Madeleine Pérusse de la agencia ALTERCOM fue cedida a CRONICÓN.
Según esta fuente informativa, los batallones, que representarán un apoyo total de unos 1100 hombres, se alternarán dentro y fuera del sur de Colombia, con la orden de eliminar a todos los altos mandos de la FARC, dispersando a aquellos que escapan hasta las áreas más remotas de la Amazonía. Desde hace varios años, la jerarquía de las FARC ha sido objeto de un escrutinio intensivo por parte de la inteligencia estadounidense. La ofensiva significaría que Estados Unidos lleve guerras simultáneas en tres frentes: Afganistán, Irak y Colombia.

La ofensiva sería liderada por las Fuerzas Armadas Colombianas, las cuales, según su estrategia, acorralarían a las FARC hacia el sur donde las esperarían los marines estadounidenses. Una operación similar pero mucho más reducida, involucrando a los anteriores US-SEALS fue suspendida al último minuto. La administración de Bush se estaría preparando para lanzar la ofensiva que podría resultar en la muerte de miles de víctimas inocentes, de pueblos indígenas y campesinos colombianos.
La presencia en Colombia de tropas estadounidenses en combate, contraviene directamente a las orientaciones del Congreso en relación tanto al Plan Colombia de Clinton, como a la Iniciativa Andina extendida por Bush. Sin embargo, con el bombardeo a lo largo del último año de propaganda sobre terrorismo incluyendo la alegación del subsecretario de Estado, Rand Beers, de que las FARC se entrenaban con Al-Qaeda, la administración de Bush prevé que la reacción de la opinión pública estadounidense será controlable.

EJERCICIO UNITA
Como antecedente al ingreso de marines a territorio colombiano se tiene que en el mes de septiembre de 2002 se realizó el ejercicio UNITAS que involucró a las Fuerzas Expedicionarias Selváticas de la Marina de Estados Unidos y a las Fuerzas Armadas peruanas, durante el cual, por primera vez, 600 marines a bordo del USS Portland, se adentraron por las aguas internacionales del río Amazonas hasta el río Nanay, en las afueras de Iquitos, en área peruana.
El Presidente de ese país, Alejandro Toledo, negó que la presencia de Estados Unidos indicara alguna intervención futura de las tropas estadounidenses en suelo peruano o la presencia de una base estadounidense en Perú lo cual no es permitido según su legislación interna a menos que sea específicamente autorizado por el Congreso. Sin embargo, testigos internos vieron la llegada del USS Portland como un mensaje tanto a las FARC como a Perú. El mensaje que se le quiso dar a las FARC fue que Estados Unidos puede irrumpir en cualquier momento y cortar sus rutas de escape fluvial a Brasil, Perú y Ecuador ante un avance ofensivo hacia el sur de las Fuerzas Armadas colombianas. Para el pueblo peruano, y personalmente para Toledo, la llegada del Portland con 600 Marines a bordo era un recordatorio de que se había excedido al cancelar abruptamente en abril, un ejercicio conjunto Perú-Estados Unidos, llamado Nuevos Horizontes, después de un año de planificación y a menos de un mes de su previsto inicio.
La planificación de la llegada del Portland al río Nanay como parte del ejercicio UNITAS, empezó casi al mismo momento en que Toledo cancelara el programa Nuevos Horizontes.
Las tropas estadounidenses realizarán muy probablemente sus operaciones tanto desde la base estadounidense de Manta, en la costa de Ecuador, como desde una base construida en 1999 en la selva profunda, cerca de la frontera del río Putumayo entre Perú y Colombia. Esta base secreta estaba destinada a un uso conjunto de Perú y Estados Unidos ante una eventual ofensiva militar de Colombia que empujara a las FARC al sur del Putumayo pero en el momento en que se terminó, el entonces presidente Alberto Fujimori ordenó a los asesores militares de Estados Unidos que salieran de la misma.
Tanto Washington como Bogotá intentarán mantener en secreto el mayor tiempo posible la presencia de los marines en Colombia y cuando empiecen las operaciones tanto el gobierno de Bush como el de Uribe Vélez se limitarán a señalar que la misma es el resultado de ejercicios de entrenamiento o de asistencia legal a los militares colombianos.

NO SE DESCARTA INTERVENCIÓN DIRECTA
En los foros internacionales que se realizaron durante el último semestre de 2002 en diversas partes del continente para abocar el tema de las repercusiones que está teniendo el Plan Colombia no solamente en este país sino en las naciones andinas, por cuanto que algunas de ellas están sintiendo los rigores del conflicto, varios analistas latinoamericanos no descartaron la posibilidad de una intervención directa por parte de la administración Bush en territorio colombiano, pues la militarización de Estados Unidos a lo largo y ancho del continente latinoamericano es un hecho. A esta realidad se suma que gobiernos como los de Brasil, Ecuador, Panamá y Perú, están afrontando presiones por parte de Washington para que se involucren militarmente en el problema.
Con el propósito de buscar una visión en conjunto de académicos y dirigentes latinoamericanos que siguen paso a paso el desarrollo de la confrontación en Colombia, CRONICÓN logró dialogar con varios de ellos, quienes tienen una percepción muy particular sobre la situación, obviamente vista desde afuera.

EL ESCENARIO INTERNACIONAL
Para lograr una reflexión concienzuda del problema colombiano hay que, necesariamente, acudir al contexto internacional, en el que, como es sabido, Estados Unidos juega papel preponderante.
Por eso el coronel (r) y estratega militar del Ejército ecuatoriano Jorge Brito Albuja, quien está dedicado a desarrollar una interesante labor académica a nivel internacional sobre la realidad geopolítica de América Latina y las incidencias del Plan Colombia en la región andina, explica que "la preocupación de los Estados Unidos para el año 2030 o 2040 radica en que se está diseñando un escenario de una posible confrontación entre esta potencia y China. La lucha por los mercados, el control del petróleo, el control de las áreas estratégicas mundiales, especialmente, van a hacer que los conflictos vayan agudizándose en las diferentes regiones del planeta".
"Por esa razón es que la verdadera intencionalidad del Plan Colombia es económica en el sentido de acelerar la apertura de los mercados, porque en el fondo toda esta estrategia del citado Plan no es sino un mecanismo para desviar la atención de nuestros países y poder poner en marcha el proyecto económico del Área del Libre Comercio de las Américas (ALCA), que significa romper las fronteras y abrir un mercado pauperizado por la situación económica de nuestras naciones, pero que integra 700 millones de potenciales consumidores. El único beneficiado con esta gran estrategia es Estados Unidos que a través del Plan Colombia y del monitoreo que efectúa en la región, de paso consolida el control de todos los recursos naturales, desde la cuenca del Orinoco a la cuenca del Guayas, y desde la cuenca del Amazonas al río de la Plata. Todo esto es lo que realmente se encuentra detrás del llamado Plan Colombia y ahora de la Iniciativa Regional Andina. Estados Unidos mira preocupado que se vaya configurando una situación regional que abra la posibilidad de un alineamiento de carácter político en el futuro entre Cuba, Venezuela, Ecuador y Brasil. Entonces, ellos, los Estados Unidos, deben crear las condiciones propicias de conflictividad para impedir por varias décadas el nacimiento de un proyecto de carácter regional que pueda enfrentar en una forma adecuada sus intereses hegemónicos", señala el coronel (r) y analista Brito Albuja.

Esta circunstancia, coincide con la preocupación expresada a este medio periodístico por Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz 1980, en el sentido de que se viene presentando un alto crecimiento del armamentismo y del militarismo en la región.
"Dentro de este panorama -observó- la Doctrina de la Seguridad Nacional no murió, está vigente y está vigente sobre otros ejes, muestra de ello son las maniobras latinoamericanas realizadas en Argentina con los ejércitos de Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Estados Unidos que se denominaron Ejercicio Cabañas 2001. Ahí las hipótesis de conflicto que se presentaron son realmente preocupantes para América Latina y tiene que ver con el ALCA, la exclusión, la pobreza, la deuda externa. El documento oficial del poder ejecutivo de la Argentina enviado al Congreso para justificar las maniobras militares señala que el propósito de éstas "apunta al entrenamiento de las Fuerzas Armadas de la región en un campo de batalla compuesto por civiles, organizaciones no gubernamentales y agresores potenciales".
LAS BASES DE ALCÁNTARA Y MANTA
En su estrategia por militarizar el continente, Estados Unidos viene incrementando sus bases de monitoreo y vigilancia, por lo que últimamente está utilizando con éxito el puerto ecuatoriano de Manta. Allí se montó una base aérea que sirve como plataforma de inteligencia militar para todos los efectos del Plan Colombia. Pero, adicionalmente, Washington presiona al gobierno del Brasil con el objeto de que ceda la basa de Alcántara en la región amazónica de este país para los mismos fines que cumple la base aérea en territorio ecuatoriano.
María Luisa Mendoça de la Red Social, Justicia y Derechos Humanos de Brasil señala que "Alcántara es parte de una estrategia continental que tiene como foco central el Plan Colombia. Estados Unidos ya está cerrando su estrategia en todo el continente con bases militares empezando por Puerto Rico, pasando por el Caribe, Cuba, Ecuador, Colombia y en esta perspectiva Alcántara es muy importante. Ahora con los entrenamientos militares en Argentina lo que se busca por parte de Washington es enviar un mensaje en el sentido de que los países latinoamericanos deberían involucrarse militarmente para ayudar a Colombia. Los militares en Brasil han resistido mucho las presiones norteamericanas en contaste con Argentina cuyo gobierno ha impulsado maniobras militares de los ejércitos latinoamericanos en lo que se denominó Ejercicio Cabañas 2001".

En Alcántara existe una base que el gobierno brasileño instaló hace más de veinte años "pero -dijo Mendoça - no tiene casi uso porque nuestro Estado no cuenta con los recursos suficientes para la investigación aeroespacial, entonces la idea es hacer un acuerdo con los Estados Unidos y rentar esa base por 30 millones de dólares anuales para que los norteamericanos puedan utilizar esa estructura, pero el problema es que el acuerdo que firmó el gobierno de Fernando Henrique Cardozo en abril de 2000 se hizo sin la autorización del Congreso Nacional por lo que ahora está siendo impugnado y además evaluado por diferentes fuerzas políticas. Dicho acuerdo establece que los brasileños no pueden utilizar esos recursos de la renta para hacer sus propias investigaciones tecnológicas, al mismo tiempo señala que los Estados Unidos podrán mantener en la base área zonas restrictivas y serán los norteamericanos los que definan quién puede y quién no ingresar a sus instalaciones. Adicionalmente se establece que el gobierno de Brasil no podrá inspeccionar los containeres, los materiales que lleguen o salgan, por eso no se puede determinar si efectivamente Washington va a utilizar esta base para fines pacíficos o no, lo cual y conociendo la política bélica de Bush esto puede desembocar en un gran peligro para Brasil porque pueden convertir a Alcántara en una base militar".

Puntualizó que el pueblo brasileño tiene la esperanza de que ahora con el nuevo gobierno del presidente de Inacio Lula da Silva se niegue la pretensión de Estados Unidos en el sentido de utilizar a su antojo la base de Alcántara.
Entre tanto, Brito Albuja respecto de la base ecuatoriana de Manta sostuvo que por su posición geográfica especial le permite tener las condiciones óptimas desde el punto de vista geoestratégico para materializar el Plan Colombia.
"Si la base de Manta, como mencionan las autoridades de gobierno ecuatoriano, simplemente sirve para proveer inteligencia electrónica contra los traficantes de droga, ¿por qué se gastan 80 millones de dólares, y por que se refuerza con concreto la pista de la base? Porque en el Acuerdo Operativo se habla de que podrán aterrizar y decolar de ella aviones Galaxy, C-130 y C-140, que son aviones utilizados para el despliegue rápido de tropas. Un avión de esa naturaleza puede transportar 300 hombres completamente armados y equipados, y es el equivalente en peso, de helicópteros, tanques y fuerzas de intervención rápida que fluctúan entre 15 mil y 20 mil hombres en un máximo de 48 horas".


PLAN COLOMBIA Y ALCA
Pero para estos analistas, la estrategia de militarización de América Latina esconde un factor económico y es ahí donde reside el interés de Washington, pues la posibilidad de que en el 2005 entre en vigencia el Área de Libre Comercio a lo largo y ancho del continente americano va paralelo a una estrategia de Seguridad Nacional.
Para el economista, investigador y catedrático ecuatoriano Alberto Acosta, "el ALCA es una estrategia económica que va mas allá de lo económico y tiene mucho de político, a la que se llega gracias a un proceso de ablandamiento que se hizo a través de las renegociaciones de la deuda externa que abrió la puerta al ajuste estructural y que permitió el ingreso del neoliberalismo que ahora pretende enraizarse con el ALCA. Y el Plan Colombia con el Plan Puebla-Panamá y las bases militares en toda América Latina son una respuesta concreta para asegurar por la fuerza de las armas los recursos naturales. ¿Fíjese en dónde se están dando los ejes multimodales de control planteados por Washington? En todas aquellas zonas donde están los recursos petroleros, los recursos de gas, el carbón, la biodiversidad, el agua, y el Plan Colombia en concreto es un mecanismo para eliminar una de las principales amenazas que tiene esta iniciativa norteamericana que es la guerrilla colombiana. En síntesis: ALCA, deuda externa y militarización son partes de un proceso de dominación".
Lo anterior lo ratificó la canciller ecuatoriana Nina Pacari, quien considera el "ALCA "el peor escenario económico no sólo para su país sino para la región".
Dentro de este contexto, el destacado sociólogo norteamericano James Petras en diálogo con CRONICÓN se mostró pesimista respecto de la evolución del conflicto colombiano y criticó acerbamente la intervención de Estados Unidos en el mismo.

"La situación colombiana va a llevar a más conflictos generalizados y sin fin porque están muriendo civiles colombianos, soldados e insurgentes. Mientras se siga derramando sangre colombiana, Estados Unidos va a continuar involucrándose en el conflicto porque su meta es destruir a los antagonistas de su proyecto en este país y no les importa el costo económico porque ya la guerra ha desplazado millares de productores, han creado un clima tan conflictivo que ningún inversionista serio se atreve a ir a Colombia, han limitado todas las posibilidades de dirigir el presupuesto nacional hacia la productividad. Entonces hay que señalar con toda claridad que Estados Unidos interviene en Colombia para reestablecer su hegemonía aprovechando no solamente sus recursos económicos sino también adoptando un plan de conquista mediante la destrucción, desechando las posibilidades de reconciliación y producción. Este es un proyecto político-militar que camina independientemente del costo económico para Colombia en todo sentido", sentenció Petras.


NARCOTRÁFICO Y BIODIVERSIDAD

Al lado de la militarización de la región y del interés económico de Washington, también giran dos intereses que mueven al gobierno norteamericano los cuales tienen que ver con la biodiversidad y el negocio del narcotráfico.
En concepto del ex comandante del Ejército ecuatoriano, general (r) René Vargas Pazzos,"el verdadero objetivo de Estados Unidos en esta región es la biodiversidad, el agua, el oxigeno, eso es lo que está en juego. El agua va a ser un elemento crítico en las próximas décadas y en Latinoamérica existe más del 40 por ciento del agua pura, del agua no contaminada, lo mismo la biodiversidad y el oxigeno que produce la Amazonía. Estados Unidos ha sido renuente a firmar los convenios de la Tierra, el convenio de Kyoto no lo respetó poniendo en evidencia el hecho de que esta potencia que representa el 4.5 de la población mundial produce más del 40 por ciento de las impurezas que envía a la atmósfera y esa contaminación nos afecta a todos por el daño ecológico que le causa al planeta. Pero ellos tienen objetivos superiores acordes con sus intereses y por eso es que ponen en práctica esa política de militarización para controlar todos los escenarios de conflicto que pueden convertirse en escenario de guerra y tienen la capacidad de hacerlo, es una potencia tan desarrollada que ha implementado armas letales como la nuclear, la bacteriológica, etcétera, para poder destruir el mundo en cuestión de segundos. El problema es que ya estamos viviendo el inicio de una nueva manera de confrontación que es el terrorismo que nos disgusta a todos pero que es el arma única que tienen los que no pueden luchar de igual a igual con una potencia tan formidable como es los Estados Unidos, entonces se van a presentar escenarios de guerra localizados en ciudades. Pero a la postre esa es la única posibilidad de luchar entre un gigante y un débil. La pregunta que tenemos que hacernos es ¿hacia dónde nos alineamos?".
Y respecto al problema del narcotráfico, el coronel Brito Albuja recordó que "el organismo de los Estados Unidos responsable de la estructura militar encargada de diseñar la lucha antidrogas para toda la región de Centro y Sudamérica es el Comando Sur. Pero la estrategia militar de lo que hoy se conoce como Plan Colombia se viene implementando no desde el año 2000, sino desde el 1º de enero de 1996, fecha en que el Comando Sur recibió la misión estratégica de iniciar la lucha militar antidrogas. Ahora hay que preguntarse: ¿Estados Unidos quiere acabar con las drogas? No lo quieren. ¿Por qué? Porque la siguiente razón: En 1982 el director de la Central de Inteligencia, CIA, dispuso que se realizara una investigación en los propios Estados Unidos sobre la implicación del sistema financiero estadounidense en el lavado de dinero sucio, proveniente del narcotráfico. En el informe secreto elaborado con tal fin se mencionó que en el sistema financiero norteamericano se lavaba ya en esa época una masa monetaria del orden de 220 a 250 mil millones de dólares. Entonces el mayor beneficiario de este negocio ilícito es Norteamérica, sin embargo se acusa a los países productores y cultivadores de la hoja de coca, que incluso culturalmente lo han hecho por siglos, de ser los responsables de que en Estados Unidos haya cuarenta millones de adictos, siendo este un problema estructural de la sociedad norteamericana".

LA SITUACIÓN INTERNA
Entre tanto, la llamada pomposa y eufemísticamente política de "Seguridad Democrática", puesta en marcha desde que inició su gobierno hace cinco meses el presidente Álvaro Uribe Vélez, consistente en aplicar mano dura mediante la declaratoria del Estado de Conmoción Interior (régimen marcial), militarizando aún más todas las regiones del país, ha terminado por incrementar y degradar el conflicto.
Esta política de llevar al máximo las tácticas represivas por parte del Estado le está permitiendo al gobierno de Uribe Vélez iniciar "negociaciones" con los grupos paramilitares organizadas en las llamadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que se han caracterizado en los últimos veinte años por ejercer la guerra sucia en este país bajo el patrocinio de algunos sectores del llamado establecimiento colombiano.
Aunque las AUC están fraccionadas y debilitadas, lo que busca el gobierno de Uribe, según algunos analistas como la senadora Piedad Córdoba, es legalizarlas para que sus efectivos, alrededor de ocho mil hombres, engrosen las filas del Ejército colombiano o de los organismos de seguridad para reforzar la lucha contrainsurgente.
Lo grave del asunto es que, en forma muy discreta y sin que se haya producido ningún debate, Uribe logró en el Congreso de la República prorrogar una ley que le permite negociar con grupos insurgentes al margen de la ley, quitando la traba de concederles estatus político. Es decir, ahora el gobierno colombiano puede iniciar conversaciones con cualquier banda de delincuentes comunes, porque no se requiere de ahora en adelante para llevar a cabo un proceso de paz estar incurso en delitos políticos que es lo que caracteriza a la subversión armada. Es lo que va a ocurrir, precisamente, con los grupos paramilitares que no se han sublevado contra el Estado colombiano a diferencia de las FARC o el ELN, sino que, por el contrario, dicen respetar las leyes colombianas y practican en su nombre métodos de guerra sucia y exterminio atroz.
Sin embargo, el politólogo Hernando Gómez Buendía sostiene que si bien el gobierno deUribe Vélez puede lograr en el corto plazo recuperar zonas cocaleras que hoy son de dominio de los paramilitares y aunar esfuerzos con éstos en el combate contra los grupos guerrilleros, "el asunto tiene riesgos y acideces. La acidez ante todo, de que queden impunes los horrores morales".
Así las cosas, lo que se ve en el horizonte es que el conflicto colombiano siga exacerbándose, más aún ahora cuando la lógica de la política internacional dictada por el gobierno de George Bush después del 11 de septiembre de 2001 es la utilización de la guerra. Y en ese sentido, el presidente Álvaro Uribe Vélez es obediente y seguidor a pie juntillas de las directrices que impone Washington.