POR JAN LUST
El objetivo del proyecto
capitalista de desarrollo es facilitar y contribuir a la expansión
de la acumulación de capital. Las estrategias de desarrollo local
tienden a desmovilizar la población, a desviar la atención
de los pobres de las estructuras de poder político y económico
reales y asegurar los pilares locales del sistema capitalista global.
Las ONG, que son financiadas por las agencias de cooperación
internacional para el desarrollo, son las transmisoras adecuadas de
estas estrategias y podrían ser consideradas como las bases locales
del imperialismo.
INTRODUCCIÓN
Desde hace unos sesenta años los teóricos
del desarrollo están discutiendo el problema del "subdesarrollo"
y las cuestiones relacionadas con la misma en lo que se ha denominado
como el Tercer Mundo. Hasta la fecha, no han sido capaces de encontrar
e introducir soluciones duraderas al problema de "subdesarrollo".
Las estrategias que han sido implementadas para hacer frente a la cuestión
del "subdesarrollo" tomaron, y toman aún, las restricciones
del modo capitalista de producción y distribución como
algo dado. De hecho, aunque los teóricos del desarrollo que elaboraron
sus estrategias en las décadas de los años 50 y 60 del
siglo pasado, criticaron las estructuras externas e internas que hicieron
el "progreso" muy difícil y elaboraron propuestas que
apuntaron a un cambio de estas estructuras; sin embargo, estas proposiciones
fueron confinadas dentro del marco general capitalista. Se podría
argumentar que estos teóricos estaban más preocupados
por la expansión del sistema capitalista y la mejora de su funcionamiento
que por las causas fundamentales del "subdesarrollo" en si.
En la actualidad, las estrategias de desarrollo no cuestionan las causas
del "subdesarrollo", al igual que los teóricos de desarrollo
de los años 50 y 60. Todo esto es comprensible, ya que la correlación
de fuerzas de clase al nivel internacional favorece las clases dominantes
y estos no están interesados en erradicar las raíces de
"subdesarrollo". Incluso podría decirse que todas las
estrategias de desarrollo que no rompen las restricciones del modo de
producción capitalista se oponen a los intereses (históricos)
de las clases dominadas, ya que tratan de desviar la atención
de las clases populares del proceso hacia la creación de una
sociedad basada en los principios socialistas.
En este artículo se discute la relación
entre el proyecto capitalista de desarrollo, las estrategias de desarrollo
local y el papel de las organizaciones non-gubernamentales (ONG) financiadas
internacionalmente. Intentamos mostrar que las estrategias de desarrollo
local, como parte del proyecto capitalista de desarrollo general, son
las más apropiadas para mantener la base de la acumulación
de capital. Las iniciativas de desarrollo local financiadas por las
agencias de cooperación internacional para el desarrollo y ejecutados
por los ONG podrían, incluso, ser consideradas como reaccionarias,
ya que encierran a la población en sus comunidades y parecen
tener la intención de desviarla de la lucha contra las causas
reales de la explotación, la opresión y la miseria.
EL PROJECTO CAPITALISTA DE DESARROLLO Y LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL
DE LA SOCIEDAD
El proyecto de desarrollo que surgió a finales
de los años 40 ?el Programa de Cuatro Puntos lanzado en 1949
por el expresidente de los Estados Unidos, Harry Truman? estaba destinado
a mantener a los países recientemente descolonizados en el "mundo
libre" de la explotación capitalista y la opresión.
Durante el paso del tiempo, este proyecto no ha cambiado su objetivo
esencial, es decir, facilitar y crear bases para la expansión
de la acumulación de capital por parte de las empresas del "Norte".
El modo de producción capitalista se basa en la propiedad privada
de los medios de producción. Sobre la base de esta propiedad,
el capitalista individual es capaz de extraer plusvalía de los
productores directos y transformarla en capital con el fin de sobrevivir
en la "batalla" con otros capitalistas y para expandir su
producción. Esta relación de explotación muestra
que los explotadores (capitalistas) no solo necesitan a los explotados
(los productores) para su propia supervivencia como capitalistas, sino
también deben mantener (reproducir) esta relación para
sobrevivir como clase. Una transformación social de la sociedad
implicaría la transferencia de los medios de producción
en manos de la sociedad a través de un proceso de nacionalización
y socialización y, por tanto, la eliminación política
y económica, como clase, de los dueños de los medios de
producción. Los programas de desarrollo descartan esta posibilidad
o, más bien, intentan aumentar la base económica, social
e ideológica del modo de producción capitalista.
El estado, en la sociedad capitalista, es un colectivo
de todos los organismos institucionales que sirven al propósito
del capital colectivo. Su tarea principal es la de mantener las condiciones
generales para la reproducción del modo de producción
capitalista. Sin embargo, los proyectos de desarrollo incluyen, en muchas
ocasiones, organismos del estado como socios y no los consideran como
enemigo de clase. Una transformación social de la sociedad apunta
a la destrucción del estado capitalista y de una democratización
profunda de la sociedad.
La globalización neoliberal es la forma institucionalizada,
al nivel mundial, de la explotación y la opresión por
parte del centro capitalista. Bajo el liderazgo de los Estados Unidos,
la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) sirven a los intereses de
las corporaciones transnacionales. Los proyectos de desarrollo financiados
por instituciones internacionales no tienen el objetivo de superar las
causas fundamentales del "subdesarrollo", sino "para
allanar el camino para el capital, para crear las condiciones necesarias
para el desarrollo económico y social". (Petras y Veltmeyer,
2011: 105).
Las relaciones entre el centro y la periferia podrían definirse
en términos políticos, económicos y militares como
dominación y dependencia. Estas relaciones son, sin embargo,
no lineales y estáticas, sino dinámicas y cambian con
el tiempo (Petras y Veltmeyer, 2011: 105). Aunque los capitalistas del
"Norte" y del "Sur" tienen conflictos de intereses
económicos y pueden tener objetivos políticos opuestos,
sin embargo, estos conflictos se desvanecen cuando el propio sistema
está cuestionado o está en peligro. Es precisamente por
estas razones que los proyectos de desarrollo financiados internacionalmente
tienen la intención de: i) ayudar a mantener la estabilidad política
que podría verse afectada por la rebelión de las masas
empobrecidas y hambrientas, ii) encerrar a la población en proyectos
de pequeña escala como un medio para mistificar las estructuras
que yacía en el fondo de su situación socio-económica
particular, y iii) el desarrollo de los pequeños mercados locales
como mecanismos para la generación de ingresos y para la difusión
de la ideología capitalista. Una sociedad en camino a la transformación
social rompe las cadenas con el centro capitalista, levanta su población
de la miseria y la convierte en objeto y sujeto de su propio desarrollo.
ESTRATEGIAS DE DESARROLLO LOCAL: SUS LIMITACIONES Y SU IDONEIDAD
PARA EL CAPITAL
La elaboración y la implementación de las estrategias
de desarrollo local están recibiendo cada vez mayor atención.
La resistencia contra las políticas neoliberales impuestas por
Washington formó exactamente una de las principales razones para
la implementación de nuevas estrategias de desarrollo. Las estrategias
que apuntaron a la participación de los pobres en la elaboración
y ejecución de proyectos de desarrollo ("empoderamiento")
y que podrían ser convertidas en pilares locales del sistema
capitalista en general fueron consideradas como las más apropiadas.
El "empoderamiento" de los pobres, es decir, dar a los pobres
la capacidad de toma de decisiones sobre cuestiones relacionadas a los
proyectos de desarrollo local, no es más que una construcción
ideológica ya que las clases dominantes no son dispuestas a transferir
o compartir su poder real. Dado que estos proyectos se limitan a pequeñas
comunidades y no son una amenaza para las estructuras que causan su
pobreza, el "empoderamiento" de los pobres es ilusorio. Además,
al dar a los pobres la administración y la responsabilidad sobre
su "propio desarrollo", distrae su atención a las estructuras
de poder político y económico real y restringe sus actividades
al entorno local (Veltmeyer, 2011: 188). El "empoderamiento"
sirve al objetivo de mantener a los pobres lejos de los movimientos
sociales que cuestionan las estructuras de explotación y opresión
de la sociedad.
Es posible identificar tres razones generales porque las estrategias
de desarrollo local podrían ser consideradas como las más
adecuadas para los intereses del capital, además de la pertinencia
de las estrategias de desarrollo en general para el capital como se
ha descrito en la sección anterior. En primer lugar, estas estrategias
no cuestionan el sistema. Están permitidas y controladas por
el estado. En realidad, como reproducen las estructuras sociales y económicas
"externas" y, en cierto modo, agrandan el mercado interno
(local), las estrategias de desarrollo local sostienen, difunden y profundizan
la ideología capitalista en la sociedad.
En segundo lugar, las estrategias de desarrollo local no toman en cuenta
las existentes estructuras de clase dentro de las comunidades. Como
Veltmeyer (2003: 44) sostiene, las comunidades no sólo están
divididas en clases, pero con frecuencia están sumergidas en
conflictos de clase. Aunque, como era de esperar, esto hace la implementación
de estas estrategias bastante difíciles porque ningún
proyecto es capaz de incluir o representar a toda la población
o comunidad, esto no es de ninguna preocupación como las estrategias
de desarrollo local tienen el objetivo de ocultar y distraer la atención
de estas estructuras de clase.
En tercer lugar, las estrategias que apuntan al desarrollo local están
condicionadas y limitadas por las estructuras externas y los intereses
nacionales e internacionales, muchas veces plasmados en los tratados
bilaterales de libre comercio y acuerdos de cooperación firmados
con el FMI, el BM y la OMC. A medida que estas estructuras son consideradas
como dadas y no pueden ser cambiadas y retadas, las estrategias de desarrollo
local contribuyen a la desmovilización de la población
contra la invasión "extranjera" de sus territorios.
En el contexto de la creciente presencia de las industrias extractivas
en las zonas de las comunidades indigenas, estas estrategias tienen
el objetivo de moldear la aceptación de esta población
ante el ataque a sus hábitats y medios de subsistencia mediante
la introducción de proyectos que podrían proporcionar
fuentes alternativas de generación de ingresos.
Las agencias que promueven las estrategias de desarrollo local tienen
sus oficinas en los centros imperialistas. Aquellos que con frecuencia
ponen en práctica estas estrategias, tienen sus bases en los
países que son objeto de estas estrategias. A estos organismos
nos dirigimos en la siguiente sección.
ORGANIZACIONES NON-GUBERNAMENTALES: TRANSMISORES DEL PROJECTO CAPITALISTA
DE DESARROLLO
Las estrategias de desarrollo local han sido, frecuentemente, elaboradas
y ejecutadas por las ONG. No ponemos en duda los objetivos, a menudo
bien intencionados, de personas que trabajan para estas organizaciones.
Sin embargo, esto no nos puede retener de un análisis crítico
del significado político de las ONG y su función para
el capital.
Las ONG están, en muchos casos, financiadas por las agencias
internacionales de cooperación para el desarrollo. Estas agencias
fueron creadas para facilitar y contribuir a la expansión de
la acumulación de capital por parte de las corporaciones del
"Norte". Las ONG tienen la tarea de introducir una retórica
colaboracionista de clase. Destacan los proyectos y no los movimientos,
y se centran en los aspectos financieros-técnicos de la ayuda
de los proyectos en vez en las condiciones estructurales que moldean
la vida de la gente todos los días (Petras y Veltmeyer, 2003:
169, 172).
Las ONG no solo son directas e indirectamente funcionales para el capital,
sino también su existencia se ajusta perfectamente dentro de
la ola de la globalización neoliberal que atormentaba a los llamados
países en desarrollo en los años 80 y 90. Como "pertenecen"
a lo que se ha denominado la sociedad civil, convenía increíblemente
bien a la agenda neoliberal. El retiro del estado de su "función
de desarrollo" en la década de 80 permitió a estas
organizaciones a hacerse cargo, en cooperación con el estado
(Petras, 2011: 94), de algunas de sus funciones sociales claves. Además,
al pasar estas funciones a la "sociedad civil", las clases
dominantes lograron dirigir la atención de las masas empobrecidas
a sí mismas en lugar de las estructuras opresoras que causan
su miseria.
Las agencias de cooperación internacional para
el desarrollo, y en particular las ONG financiadas por estas agencias,
podrían ser consideradas como las suaves manos reaccionarias
del capital como su función política es contribuir a evitar
todos los caminos posibles hacia un sistema en el cual los seres humanos
son las fuerzas impulsoras de desarrollo de la sociedad en lugar de
los intereses y necesidades del capital (transnacional). Estas ONG están
creadas para hacer la práctica de la explotación y la
opresión menos cruel y políticamente aceptable para la
población, los encierran a alternativas de desarrollo local que
no forman ninguna amenaza para la burguesía local y mistifican
y desvian el descontento con respecto a las estructuras de poder de
las corporaciones con el fin de evitar el análisis de clase del
imperialismo y la explotación capitalista (Petras y Veltmeyer,
2003: 166).
CONCLUSIONES: TRANSFORMACIÓN SOCIAL EN VEZ DE DESARROLLO
Las estrategias de desarrollo local que se implementan dentro de una
sociedad capitalista sirven, esencialmente, a los intereses de las clases
dominantes, ya que estas estrategias no apuntan a una transformación
social, sino más bien tratan de ampliar y profundizar las bases
para la acumulación del capital. En las sociedades capitalistas
que apuntan, en cierto modo, a la transformación social, como
es actualmente en Venezuela y Bolivia, consideramos, sin embargo, las
estrategias locales de desarrollo cruciales para la continuación,
profundización y aseguramiento de este proceso, ya que podría
aumentar sus bases de apoyo en la sociedad.
La idoneidad de las estrategias de desarrollo local para el capital
no nos lleva a rechazar estas estrategias ya que consideramos que estas
son importantes no sólo para la reducción de la pobreza,
sino también podrían ser utilizadas por las fuerzas revolucionarias
para elevar la conciencia de clase de la población cuando ellos
vinculan la "problemática local" con el sistema social;
cuando son capaces de conectar cuestiones locales con temas nacionales
e internacionales y estructuras de poder.
La lucha para la transformación social al nivel local, no debe
conducir a las fuerzas revolucionarias a tratar de convertir a las ONG
que son financiadas por las agencias imperialistas de apoyo en catalizadores
de un proceso revolucionario hacia el socialismo. Las iniciativas que
apuntan a este objetivo estarán, indudablemente, sujetas a la
corrupción y provocan un debilitamiento general de las fuerzas
para la transformación social. La obra política e ideológica
devastadora de estas ONG ha de ser combatida creando estructuras locales
independientes para la transformación social y desarrollar y
promover alternativas concretas revolucionarias.
Una estrategia que apunta a la transformación social de la sociedad
necesariamente tiene que estar basada en la conciencia social de la
población y su situación socio-económica, ya que
es la única manera de conectar el proyecto de transformación
social a la realidad de las masas y conquistar su conciencia. La necesidad
de cambio comienza con la conciencia de que esto es posible.
BIBLIOGRAFÍA
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y desarrollo", en Henry Veltmeyer (coord.), Herramientas para el
cambio: Manual para los estudios críticos del desarrollo, La
Paz, Plural editores.
Petras, James & Henry Veltmeyer (2011), "Rethinking
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Veltmeyer, Henry (2011), "Capital social y desarrollo
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Manual para los estudios críticos del desarrollo, La Paz, Plural
editores.
Veltmeyer, Henry (2003), "La dinámica de
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O' Malley (coords.), En contra del neoliberalismo. El desarrollo basado
en la comunidad en América Latina, México, Miguel Ángel
Porrua, UAZ.
Junio de 2014.