DE TEGUCIGALPA A ASUNCIÓN A BOGOTÁ: OTRO GOLPE DE LA DERECHA
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Con este Golpe de Estado, Colombia queda, de facto, en manos de la derecha fascista que siempre ha inclinado en su favor y se ha servido de la institucionalidad. Un golpe que amenaza al continente. La ciudadanía en Bogotá y en Colombia, sin importar que apoyen o no las políticas del alcalde Gustavo Petro, ha entendido lo anterior y le ha expresado su respaldo. Lo urgente, en estos momentos, es exigir que se reconozca el hecho fundamental, el Golpe de Estado institucional de la derecha y a su perpetrador, el Procurador General de la Nación. Alejandro Ordóñez, Procurador General
de la Nación, ficha de la ultra derecha uribista, extralimitando
una vez más sus funciones disciplinarias, destituyó el
pasado 9 de diciembre al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, elegido
popularmente. La acción es esencialmente la misma utilizada contra
los presidentes Manuel Zelaya de Honduras y Fernando Lugo de Paraguay.
Ordóñez ya venía excediendo sus funciones desde
hace mucho tiempo. Es un tenaz opositor y enemigo abierto del proceso
de paz y de los diálogos de La Habana entre el gobierno colombiano
y la insurgencia de las Farc. Ha actuado en contra de decisiones legislativas
del Congreso de la República como la legalización con
restricciones severas del aborto terapéutico. Ordóñez
ha tomado el cargo de la Procuraduría como un bastión
para ejercer desde sus creencias religiosas como parte de una secta
particularmente rígida e intolerante del cristianismo. Pero no
es una rueda suelta. Su relación con el expresidente Álvaro
Uribe Vélez no es ningún secreto. El hecho indiscutible
es que la Procuraduría bajo Ordóñez se ha convertido
en una maquinaria inquisidora y de terror. Siembra terror y paraliza.
El Procurador es una sombra amenazante a cuyas políticas y posiciones
oscuras e intolerantes hay que someterse anticipadamente. La reacción
inmediata del Presidente de la República y del establecimiento
institucional ha debido ser una contundente voz de rechazo al atropello
y la infamia contra Petro. Contrario a esto, Santos ha respaldado al
Procurador golpista y los medios comerciales, además de apoyar
el golpe institucional, enfocan la discusión y las noticias sobre
si Petro ha sido buen o mal alcalde o los trámites y procedimientos
que deben seguir. La ciudadanía en Bogotá y en Colombia, sin importar que apoyen o no las políticas del alcalde Petro, ha entendido lo anterior y le ha expresado su respaldo al Alcalde. Paradójicamente, el hoy alcalde Petro, en su momento, desde el Congreso de la República brindó el apoyo que requería Ordóñez para ser electo Procurador cuando el país y su propio partido se oponían a esto por querer dar un mensaje de pluralismo político. La historia le demuestra que se equivocó. La decisión de destitución de Petro obedece
a que el procurador Ordóñez privilegia el modelo neoliberal
y defiende el interés particular, razón por la cual su
retaliación vino por cuenta de que la administración de
Bogotá ha buscado implementar una política pública
frente al manejo de las basuras en manos de monopolios privados. El
pretexto para el golpe de Estado es insostenible. Pueblosencamino.org, diciembre de 2013. |