CON MIRAS A LOS COMICIOS PRESIDENCIALES DE FEBRERO DE 2013

LA REVOLUCIÓN CIUDADANA MARCA UN HITO HISTÓRICO EN EL PANORAMA POLÍTICO ECUATORIANO


 

POR GERMÁN M. ARELLANO ORTIZ

Los ecuatorianos se aprestan a celebrar los festejos navideños en medio de una nueva contienda electoral caracterizada por los últimos coletazos de la derrotada "partidocracia" (una mafia de partidos corruptos y decadentes de derecha que llevaron al país a la más profunda crisis social, económica e institucional de su historia) que con su viejo y gastado discurso político, no tiene otra alternativa más que la de apelar a falsas promesas electorales con miras a obtener alguna representación que le permita obstruir el proceso emancipatorio en que ha ingresado la patria de Eloy Alfaro.

Los candidatos que buscan lograr la primera magistratura carecen de credibilidad ciudadana y sus pretendidos proyectos de gobierno están muy lejos de perfilarse como esquemas políticos viables frente a las ejecuciones de la Revolución Ciudadana que en sus casi seis años de gestión ha cambiado radicalmente la realidad socioeconómica del Ecuador.

Para el común de los ciudadanos, las obras realizadas por el gobierno del presidente Rafael Correa, son palpables, están ahí. Ejecutadas. Por ello es que se puede hablar de revolución vial, sanitaria, educativa, energética, ambiental, etc.

Gracias a una nueva Constitución, impulsada por este presidente, hoy todos los ecuatorianos laboralmente activos, gozan de seguridad social y ya no son más víctimas de esa figura de explotación eufemísticamente conocida como "tercerización", a la que se enterró definitivamente.

Se ha mejorado ostensiblemente también la vida de las personas que sufren de alguna discapacidad, reinsertándolas a la vida productiva mediante la Misión Solidaria Manuela Espejo. Este programa ha sido replicado en otros países gracias a la gestión realizada por la Vicepresidencia de la República.

Hoy, el Ecuador es un país que goza del respeto de la comunidad internacional por el liderazgo que ejerce al plantear novedosos proyectos ambientales, como el del parque Yasuní ITT para dejar enterrado una buena cantidad de petróleo a cambio de una compensación de los países del llamado primer mundo. Atrás ha quedado el pasado en que corruptos mandatarios de derecha, venales y abyectos a la presión de los organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional eran funcionales a sus propósitos y a los dictados de Washington.

Para muchos es muy grato ser testigos de cómo la Revolución Ciudadana, esta transformando al Ecuador. Es muy grato ver consolidarse un liderazgo político de un mandatario como Rafael Correa que cada sábado informa a su pueblo de la agenda presidencial, dando cuenta de manera directa y didáctica de los avances en las diversas políticas públicas puestas en marcha.

Sin embargo, el camino por solidificar este proyecto político del movimiento Alianza País no ha sido nada fácil por la oposición a veces criminal de los poderes fácticos, los grandes intereses financieros, la canalla mediática y la moribunda mafia de la "partidocracia".

Las grandes mayorías del Ecuador, por lo que se palpa y lo ratifican las encuestas, quieren continuar por la senda que ha trazado el probado liderazgo de Rafael Correa y de esta manera, derrotar en las urnas en el mes de febrero de 2012 a los desgastados y oscuros seudo liderazgos de cadáveres políticos insepultos, que luchan infructuosamente por reinstaurar, bajo el esquema de la manipulación mediática, un estado de opinión y no de derecho.

El actual panorama de los dirigentes de la oposición al gobierno de Correa es dramático y hasta circense, pues entre sus candidatos aparecen militares golpistas que salieron corriendo en el intento, personajes de ficción, como aquel tenebroso, que se hace llamar el loco que al no ser aceptada su postulación presidencial designó en su reemplazo a un pastor, o el candidato millonario evasor de impuestos que lo único que se ha ganado realmente es el honor de tener gracias a su cinismo e ignorancia un epitafio: aquí yace el próximo presidente de esta nación.

El Ecuador, país apasionado, tan futbolero como político, tiene en esta oportunidad un futuro claro, habida cuenta que ya conoce por sus oscuros antecedentes a los ineptos candidatos que intentan llegar a Carondelet, y es obvio que no quiere repetir "la triste y negra noche neoliberal" en la que lo sumieron durante el final del siglo XX y comienzos del XXI.

Es claro que el pueblo ecuatoriano ha madurado, ya no recibe dadivas y no se humilla, se ha rescatado la dignidad de sus habitantes apostando por una mejor calidad de vida.
Este ya no es el país de los payasos, de los "doctores" que fungían de respetables académicos y que solo estaban al servicio de los grandes intereses corporativos, o de los militares traidores y embusteros que por accidente llegaron al poder. Sus habitantes saben que las obras de la Revolución Ciudadana son del pueblo y para el pueblo, atrás y en buena hora, quedó el tiempo de socializar las perdidas, llego la hora de socializar las ganancias. El país deberá seguir apostando por los ideales del viejo luchador, puesto que buena parte de la población ecuatoriana es consiente que lo ganado apenas es el comienzo de un largo camino en busca de un mejor mañana.

Difícil y prácticamente imposible para los candidatos de la derecha corrupta y decadente superar la estatura intelectual y moral de este joven luchador y sus ejecutorias en el gobierno, porque desde que en 2007 llegó a Carondelet su mira ha estado puesta en retomar la antorcha libertaria y progresista del noble radical de Montecristi.
Hoy el Ecuador, sabe que su norte está en el sur.

Quito, noviembre de 2012.