¿SI EN 1999 LA BANCA ECUATORIANA SOCIALIZÓ LAS PERDIDAS, POR QUÉ NO SOCIALIZAR LAS GANANCIAS?

 

POR LUIS TORRES RODRÍGUEZ

El decreto ejecutivo 685 de 11 de marzo de 1999 congeló el 50% de las cuentas corrientes y de ahorro, depósitos en UVC, los cheques girados con anterioridad al decreto, las obligaciones, los pasivos y activos de las instituciones financieras. Luego de 365 días devolvieron el dinero en papeles llamados certificados de depósitos (CDRs), que fueron comprados por la propia banca a un valor del 50% y 60% menor al valor nominal, para luego entregarlos a la CFN al valor del 100%, los mismos que ya no tenían ningún valor puesto que los banqueros se habían robado el dinero. La CFN fue convertida en basurero del sistema financiero, por lo que fue quebrada. Los CDRs fueron entregados no solo por los bancos quebrados sino por los vivarachos que no habían quebrado gracias a los créditos irregulares de la misma CFN, que concedió cerca de mil millones de dólares a la banca.

Esta incautación y expropiación de los dineros de los depositantes y del erario nacional, fue cuantificado conservadoramente en ocho mil millones de dólares, la migración de tres millones de ecuatorianos y la muerte de miles de ciudadanos en la aventura de la migración y de la falta de atención médica por la falta de recursos económicos.

Luego de quebrar a la sociedad ecuatoriana, la banca ahora es el sector más prospero del país, con ganancias obscenas frente a lo que ganan honradamente otros sectores económicos.

Intentando lavar la conciencia, Guillermo Lasso, exministro de Mahuad, ofrece
elevar el bono que el Estado entrega a la gente con menores recursos económicos, de US$35 a US$50. Nuevamente quiere utilizar el dinero del Estado para pagar una deuda que tienen los banqueros con la sociedad, igual que la inveterada costumbre de enriquecerse con los dineros del Estado.

Frente a la propuesta demagógicamente planteada, el gobierno recoge el guante y la oferta sería financiada con las ganancias mínimas de la banca. De esta manera serian socializadas las ganancias.

Además la ocasión sería aprovechada para estatizar a la banca que no quiera entregar sus ganancias, con lo que resolvería el problema de lavado de activos ilícitos y redundaría en la disminución del narcotráfico y la inseguridad que produce el crimen organizado.

Los ecuatorianos necesitamos rescatar la razón y el derecho a rescatar lo que nos robaron.

Noviembre de 2012.