CONTEXTO
En el año 1999 el gobierno de Andrés Pastrana lanzó
el famoso Plan Colombia con el apoyo de EEUU para la supuesta lucha
contra las drogas en Colombia. Posteriormente, al asumir George W. Bush
la presidencia de los EEUU, lanzaron el proyecto 'Iniciativa Regional
Andina' que tenía el propósito fundamental de regionalizar
el conflicto colombiano, es decir, involucrar a los países limítrofes
con Colombia dentro de esa estrategia "contra el narcotráfico",
y posteriormente a los hechos del 11 de septiembre, se procedió
a otorgar el calificativo de 'narcoterroristas' a todas las organizaciones
insurgentes colombianas y a los paramilitares.
Después se determinó por parte del gobierno de Uribe,
en su primer período, la puesta en marcha de la propuesta estrella
de su campaña política, la "Política de Defensa
y Seguridad Democrática"; que fue aprobada como política
de Estado y que define expresamente cuáles son las amenazas que
enfrenta Colombia: narcotráfico, insurgencia, terrorismo, negocios
ilícitos, sembríos de coca y amapola.
De esta manera, se establecieron objetivos estratégicos para
tratar de cumplir con esa Política de Seguridad Democrática.
Uno de los objetivos estratégicos fundamentales que se impuso
fue la recuperación y control por parte del Estado colombiano
de los territorios donde no existía o no existe la presencia
del Estado, es decir su Fuerza Pública y también organismos
de Gobierno. Dentro de ese proyecto en la primera etapa se trató
de retomar el control estatal del territorio colombiano estableciendo
una gran estrategia militar, la de mayor envergadura quizás,
durante todo el tiempo que dura el conflicto colombiano, de más
de 45 años. Esa estrategia se diseñó denominándola
"Plan Patriota", que fue la ofensiva militar más importante
contra aquellos bastiones en donde las fuerzas insurgentes, fundamentalmente
las FARC, habían consolidado su control absoluto del territorio.
El "Plan Patriota", inicialmente y en algunos casos tuvo un
relativo éxito, cuando se comenzó a aplicar a raíz
del ascenso en 2002 de Álvaro Uribe como Presidente de la República
de Colombia, se produjeron bajas a las fuerzas insurgentes y eso provocó
su repliegue estratégico, es decir, que limiten sus acciones
hasta retomar y rediseñar su propia estrategia, porque la guerra
que se desarrolla en Colombia, fundamentalmente es una guerra de movimientos,
que es la característica de este tipo de conflictos internos,
donde no hay una frontera definida, donde no hay un límite, sino
simplemente los actores que están involucrados, especialmente
las fuerzas insurgentes, que son las que marcan la pauta de la estrategia
de las fuerzas del Estado.
UNA NUEVA FASE
Ahora nos hallamos ante una siguiente fase para cumplir con ese objetivo
estratégico de la presencia del Estado colombiano en su territorio
nacional, y esa es la "Fase de Consolidación". La implementación
de esta Fase de Consolidación del Plan Colombia, en nuestro concepto,
se desarrollará dentro del esquema militar ya antes desarrollado
y de la Política de Seguridad Democrática. Por lo tanto,
es uno de los procesos más complejos que vivirá Colombia
y, por ende, sus países vecinos, especialmente el Ecuador. Hay
que resaltar su complejidad porque en estrategia militar se puede "conquistar
un objetivo", pero la fase más difícil, es "consolidar
ese objetivo" y "mantener el objetivo conquistado".
Hagamos una comparación con lo que está sucediendo en
Irak: una vez que las Fuerzas Armadas de EEUU y la coalición
internacional invadieron Irak, y lograron destruir por lo menos parcialmente
a las fuerzas armadas iraquíes, hablaron de un "triunfo
total", pero luego vemos que pasan tres años y los EEUU
todavía no pueden consolidarse, es decir la fase de la consolidación
es extremadamente difícil y compleja.
Exactamente lo mismo va a suceder en Colombia, porque esta nueva Fase
de Consolidación va a durar por lo menos 5 años y creo,
con mi experiencia militar, que en el caso colombiano es demasiado optimista
hablar que en cinco años el Estado logre definitivamente consolidar
su control de todo el territorio nacional. ¿Por qué?:
Porque la guerra que vive Colombia es una guerra de movimientos y la
estrategia de la guerra subversiva en un momento determinado hace que
abandonen temporalmente una zona hasta reconstituirse y ampliar fuerzas
para volver nuevamente a una contraofensiva estratégica. Eso
es lo que va a suceder de acuerdo a los análisis trazados por
nosotros a lo largo de estos años y en diferentes escenarios
militares de esta naturaleza que se han dado a través de la historia.
AUMENTO DEL NIVEL DE CONFLICTIVIDAD
En esta "Fase de Consolidación" se habla de incrementar
el control del sector fronterizo, es decir, dentro de la concepción
de esta Fase del Plan Colombia, los esfuerzos se centrarán a
través de la presencia militar en intentar consolidar la presencia
estatal especialmente en el sector sur, en el departamento de Putumayo.
Ello determina que en la frontera nororiental ecuatoriana, especialmente,
se incremente el nivel de conflictividad. Tenemos registrados algunos
hechos que han sucedieron en 2006 sobre violaciones a la soberanía,
el espacio aéreo y el territorio ecuatoriano no por parte de
actores insurgentes sino de elementos de las FFAA oficiales de Colombia.
No hace mucho se produjo la explosión de un artefacto en Puerto
Nuevo que produjo heridas a tres ciudadanos ecuatorianos, y prácticamente
Colombia ha debido reconocerlo de manera oficial.
En esta Fase de Consolidación se propenderá al incremento
y continuación de las fumigaciones, incluyendo en la franja de
10 Kms. acordada por ambos países en respetarla. Ya sabemos los
costos en términos humanos y ambientales que eso implica, y tal
política está considerada y aprobada por el Gobierno de
Uribe desde su primer período. Es decir, nosotros anticipamos
que la aplicación de esta Fase de Consolidación va a incrementar
la conflictividad y el nivel de violencia especialmente en el sector
del Putumayo y Nariño, con las consecuencias "colaterales"
que va a sufrir la población ecuatoriana y su territorio en el
sector nororiental.
FACTOR SORPRESA
Días antes del lanzamiento de la denominada nueva "Fase
de Consolidación" del Plan Colombia, de manera inusual y
sorprendente se produjeron tres hechos que deben ser tomados en cuenta
a la hora de analizar sus consecuencias:
1) El diario más influyente de los EEUU, "The New York Times",
en editorial principal expuso públicamente que el Plan Colombia
había fracasado y que el 'Plan Patriota', ese instrumento militar
tendiente a aniquilar o debilitar los bastiones insurgentes en los departamentos
donde no había presencia militar oficial colombiana, también
había llevado al fracaso.
2) La llamada "Fase de Consolidación" del Plan Colombia
es el secreto mejor guardado por Washington y Bogotá, es decir
sus contenidos los gobiernos de Uribe y de Bush, no los han dado a conocer
a sus propias opiniones públicas, a sus instituciones parlamentarias,
a sus sociedades y medios de comunicación. Y, por ende, tampoco
fue informado el gobierno ecuatoriano en ninguna de las reuniones oficiales
sostenidas con las autoridades colombianas.
Los contenidos de esta nueva "Fase de Consolidación"
del Plan Colombia, por un mínimo sentido de respeto y corresponsabilidad,
Bogotá debía compartir y advertirlo a Quito, pero Uribe
ha preferido lanzarlo a su manera, es decir sorprendiendo a los países
vecinos, con la aprobación del plan y la publicidad de su nuevo
nombre, pero sin dar a conocer sus contenidos. Este es, como nos han
compartido investigadores independientes y ONGs expertas en el tema
de Defensa en los EEUU, "el secreto mejor guardado en Washington".
Sin embargo se han filtrado varias de sus aristas, precisamente debido
al lobby o cabildeo hecho por organismos no gubernamentales de derechos
humanos en los EEUU.
3) Se desprenden varias amenazas al Ecuador. En primer lugar, se han
aprobado 700 millones de dólares del total del paquete de ayuda
estadounidense, para un nuevo rubro de ayuda a Colombia, y ese rubro
nuevo es la llamada "Ayuda a la Seguridad Nacional" colombiana.
No se sabe si el término "Seguridad Nacional" será
manejado puertas adentro o en sus fronteras, resultando esta segunda
posibilidad una interrogante de amenaza potencial a los países
fronterizos a Colombia, que no tienen recursos de proporciones ni ayudas
semejantes para contrarrestar el evidente desequilibrio militar que
el gobierno de Uribe Vélez está desatando en la región.
Es necesario conocer que en esa nueva Fase de Consolidación,
las fumigaciones continuarán, siendo la herramienta concreta
de la política estadounidense y colombiana de la fracasada 'guerra
contra las drogas'. Las declaraciones de la señora Anne Patterson,
ex-embajadora de EEUU en Colombia y actual asesora del Departamento
de Estado de la administración Bush, son por demás elocuentes,
puesto que en diálogo con expertos de EEUU especializados en
los gastos de defensa de su gobierno, meses antes de que se apruebe
esta Fase de Consolidación del Plan Colombia, les señaló
que: "No es que las fumigaciones hayan fracasado, sino que falló
la dosis, por lo que se estudia aumentar la dosificación del
roundup ultra" y, por tanto, aumentaría su nivel de letalidad
con glifosato reforzado, para que supuestamente tengan éxito
las operaciones de fumigación.
LA MEJOR POLÍTICA PRO-GUERRILLERA
En esa perspectiva, es necesario denunciar una realidad evidente para
pocos analistas: las fumigaciones, lejos de ser una estrategia "contra-insurgente",
han sido la mejor política pro-guerrilla, pues la subversión
ha crecido y aumentado su poder económico y social desde que
empezaron las fumigaciones, las mismas que no van a lograr erradicar
los cultivos ilícitos nunca.
Dentro de este panorama complejo hay que advertir que la Fase de Consolidación
tiene un freno y es el propio Congreso norteamericano. Los emisarios
de Uribe cuando presentan el proyecto, que es sometido a una reconversión
financiera y conceptual por el gobierno estadounidense, señalan
que requieren "más fondos" para esta nueva fase, pero
a su vez argumentan que el Plan Colombia ha logrado cumplir sus metas
al 100%, lo cual es una irrealidad. Los congresistas norteamericanos,
que no son bobos, les responden "Si ustedes han logrado el 100%
en las dos fases del Plan Colombia del 2000 hasta el 2006, ¿para
qué requieren más presupuesto?
Toda esta complejidad tiene que conectarse con la situación ecuatoriana.
LOS NUEVOS ROLES DE LAS FUERZAS ARMADAS
¡Qué coincidencia!, cuando se lanza la Fase de Consolidación
del Plan Colombia aparece formalizado por el propio Presidente de la
República Alfredo Palacio y el ex-ministro de Defensa Oswaldo
Jarrín, y continuado por su sucesor General Delgado, el llamado
Libro Blanco, que aprueba los "nuevos roles" de la FFAA ecuatorianas
hacia la llamada "lucha contra el narcotráfico", policializando
sus funciones. Después del ejército colombiano, el ejército
en Latinoamérica que cambia los roles fundacionales, es decir
que reconvierte hacia la policialización sus objetivos, es el
ejército ecuatoriano. Y dado que en la mentalidad de los ejecutores
del Plan Colombia y de los asesores de Washington no hay una línea
que separe lucha antidrogas de lucha contra-insurgente, la propuesta
del cambio de roles, actualmente, se presenta como contra-institucional,
es decir que intenta debilitar los objetivos históricos y la
visión del ejército nacional para que pueda ser funcionarizada
como pesquisa policial en la frontera.
Bajo esa contextualización se debe analizar el anuncio del gobierno
de Palacio de desmantelar 14 destacamentos ecuatorianos, cerrarlos para
concentrar fuerzas en el norte, según el plan iniciado por el
mediáticamente reconocido 'intelectual militar' Oswaldo Jarrín
en el año 2000, plan que nosotros denunciamos y que consistió
en el "Cambio del Centro de Gravedad Estratégico",
que durante 40 años las FFAA del Ecuador sostuvieron, y que desde
el año 2000, se desplazó a la frontera con Colombia.
Dentro de este panorama, que traerá consecuencias inmediatas
y mediatas al Ecuador, conocemos que la Policía Antinarcóticos
de Colombia, a través de un Informe oficial entregado a la Presidencia
en Bogotá, sostuvo que 'los cultivos ilícitos de coca
y amapola "han aumentado en un 36% en la zona de "ablandamiento"
de los 10 kms.', que el Ecuador logró forzar a Bogotá
para impedir los impactos de las fumigaciones en nuestros territorios,
lo que en buen romance implica que en la Fase de Consolidación
quieren fumigar y así preparan "el terreno". ¿Es
por eso que la promesa de la Canciller colombiana de 'suspender las
fumigaciones', tiene un carácter temporal?
ACCIONES JURÍDICAS
¿Frente a todo lo citado, qué hacer? Hemos mantenido
reuniones con juristas ecuatorianos reconocidos, para realizar acciones
jurídicas necesarias. La primera, una acción jurídica
para lograr la salida de los mercenarios, mal llamados contratistas,
de la empresa Dyncorp de la Base de Manta, y a su vez que esa acción
legal permita imponer a los militares estadounidenses y ecuatorianos
un monitoreo del Estado ecuatoriano, para que se conozcan cuáles
son las operaciones que realizan oficiales estadounidenses, nacionales
y colombianos desde la Base de Manta; y una segunda acción jurídica,
tendiente a defender el espíritu y la historia del Ejército
ecuatoriano, que por más de 50 años ha tenido un rol distinto
al de los ejércitos vecinos, con el objetivo de detener esas
nuevas y nefastas políticas del llamado Libro Blanco, o lo que
son lo mismo "los nuevos roles" en la nueva Política
de Defensa Nacional.
El Ecuador no puede aceptar que los roles de sus FFAA, que son de seguridad,
defensa de la soberanía nacional, de defensa del territorio,
de ayuda en el desarrollo y a la comunidad, vayan a ser reemplazados
para que funciones como un apéndice operativo de retaguardia
del Plan Colombia en su Fase de Consolidación. Por lo cual en
esas acciones demandaremos que declaren el Gral. Oswaldo Jarrín,
el Ministro de Defensa y todas las autoridades civiles y militares que
aparezcan como co-responsables de semejante desplazamiento conceptual,
que entraña amenazas a nuestra propia Agenda de Seguridad, a
nuestro territorio, al Estado-Nación como tal, y a nuestras propias
Fuerzas Armadas, cuya historia, repetimos, por fortuna, ha sido distinta
a la de los ejércitos de Colombia y del Perú.
EL SILENCIO DE URIBE
Sobre las aspersiones aéreas contra los cultivos ilícitos
en la zona fronteriza colombo-ecuatoriana, se hace necesario traer a
cuento que una delegación de las Naciones Unidas llegó
en febrero 2006 para realizar un estudio preliminar que permitiera decidir
si se debe o no investigar en territorios ecuatorianos los impactos
a la salud humana y a la vegetación, que han tenido las fumigaciones
hechas por Colombia y EEUU. Ese estudio preliminar fue hecho y la recomendación
dada a las cancillerías ecuatoriana y colombiana, fue que sí
se debía adelantar una investigación con expertos de la
ONU en el tema. La Cancillería ecuatoriana respondió que
aceptaba esa recomendación, pero durante los seis meses siguientes
Uribe y su canciller guardaron silencio. La canciller Araújo
vino a Quito solamente a una rueda de prensa y a una rápida reunión
en la que no trató este tema, y no fue capaz de decirles al canciller
Carrión ni al país, ni a los medios de comunicación,
por qué han dilatado tanto esa respuesta para que la ONU proceda
a realizar los estudios independientes sobre los impactos de las fumigaciones
en territorio ecuatoriano.
Hoy vemos que hay una ofensiva mediática, extraña y exitosamente
posicionada por la fuerza pública ecuatoriana, colombiana y estadounidense,
se trata de las abundantes noticias sobre operativos antidrogas en los
que han participado la agencia antinarcóticos estadounidense,
la DEA, la policía antinarcóticos y de seguridad de Colombia
y la Policía antinarcóticos ecuatoriana, la misma que
en los últimos meses publica un informe tremendista y altamente
llamativo, en el que sostiene que "Ecuador ya no es solamente territorio
de paso de las drogas, sino un bodegaje" de drogas. ¡Qué
curioso que la policía ecuatoriana, que es la que más
ayuda recibe en toda la región andina por parte de Washington,
saque esas conclusiones, que favorecen a la agenda y visión de
los propios EEUU, país que está empeñado en ayudar
totalmente a la llamada Fase de Consolidación del Plan Colombia!
Es pertinente resaltar que vamos a estar vigilantes de todo este proceso,
para mantener informado adecuada y oportunamente tanto a la opinión
tanto nacional como internacional, así como para realizar las
acciones en el campo jurídico que sean necesarias.