SECRETO DE WASHINGTON Y BOGOTÁ
¿EN QUÉ CONSISTE LA FASE DE CONSOLIDACIÓN DEL PLAN COLOMBIA?

POR CORONEL (r) JORGE BRITO ALBUJA
Grupo de Monitoreo de los Impactos del Plan Colombia en el Ecuador

La puesta en marcha en septiembre de 2006 de la llamada "Fase de Consolidación" del Plan Colombia por parte de Bogotá y Washington, va a tener serias y graves repercusiones en Ecuador. Una de las varias acciones que se contempla dentro de esta Fase es la reanudación de las aspersiones aéreas con glifosato para destruir los cultivos ilícitos en el cordón fronterizo colombo-ecuatoriano que han tensionado las relaciones entre la Casa de Nariño y el Palacio de Carondelet.

En desarrollo de esta estrategia del eje Bush-Uribe, los medios de comunicación de Ecuador revelaron la intervención de pilotos militares colombianos en los vuelos que realizan los aviones Awac desde la Base de Manta, junto a oficiales estadounidenses y ecuatorianos.

CONTEXTO

En el año 1999 el gobierno de Andrés Pastrana lanzó el famoso Plan Colombia con el apoyo de EEUU para la supuesta lucha contra las drogas en Colombia. Posteriormente, al asumir George W. Bush la presidencia de los EEUU, lanzaron el proyecto 'Iniciativa Regional Andina' que tenía el propósito fundamental de regionalizar el conflicto colombiano, es decir, involucrar a los países limítrofes con Colombia dentro de esa estrategia "contra el narcotráfico", y posteriormente a los hechos del 11 de septiembre, se procedió a otorgar el calificativo de 'narcoterroristas' a todas las organizaciones insurgentes colombianas y a los paramilitares.

Después se determinó por parte del gobierno de Uribe, en su primer período, la puesta en marcha de la propuesta estrella de su campaña política, la "Política de Defensa y Seguridad Democrática"; que fue aprobada como política de Estado y que define expresamente cuáles son las amenazas que enfrenta Colombia: narcotráfico, insurgencia, terrorismo, negocios ilícitos, sembríos de coca y amapola.

De esta manera, se establecieron objetivos estratégicos para tratar de cumplir con esa Política de Seguridad Democrática.

Uno de los objetivos estratégicos fundamentales que se impuso fue la recuperación y control por parte del Estado colombiano de los territorios donde no existía o no existe la presencia del Estado, es decir su Fuerza Pública y también organismos de Gobierno. Dentro de ese proyecto en la primera etapa se trató de retomar el control estatal del territorio colombiano estableciendo una gran estrategia militar, la de mayor envergadura quizás, durante todo el tiempo que dura el conflicto colombiano, de más de 45 años. Esa estrategia se diseñó denominándola "Plan Patriota", que fue la ofensiva militar más importante contra aquellos bastiones en donde las fuerzas insurgentes, fundamentalmente las FARC, habían consolidado su control absoluto del territorio.

El "Plan Patriota", inicialmente y en algunos casos tuvo un relativo éxito, cuando se comenzó a aplicar a raíz del ascenso en 2002 de Álvaro Uribe como Presidente de la República de Colombia, se produjeron bajas a las fuerzas insurgentes y eso provocó su repliegue estratégico, es decir, que limiten sus acciones hasta retomar y rediseñar su propia estrategia, porque la guerra que se desarrolla en Colombia, fundamentalmente es una guerra de movimientos, que es la característica de este tipo de conflictos internos, donde no hay una frontera definida, donde no hay un límite, sino simplemente los actores que están involucrados, especialmente las fuerzas insurgentes, que son las que marcan la pauta de la estrategia de las fuerzas del Estado.

UNA NUEVA FASE

Ahora nos hallamos ante una siguiente fase para cumplir con ese objetivo estratégico de la presencia del Estado colombiano en su territorio nacional, y esa es la "Fase de Consolidación". La implementación de esta Fase de Consolidación del Plan Colombia, en nuestro concepto, se desarrollará dentro del esquema militar ya antes desarrollado y de la Política de Seguridad Democrática. Por lo tanto, es uno de los procesos más complejos que vivirá Colombia y, por ende, sus países vecinos, especialmente el Ecuador. Hay que resaltar su complejidad porque en estrategia militar se puede "conquistar un objetivo", pero la fase más difícil, es "consolidar ese objetivo" y "mantener el objetivo conquistado".

Hagamos una comparación con lo que está sucediendo en Irak: una vez que las Fuerzas Armadas de EEUU y la coalición internacional invadieron Irak, y lograron destruir por lo menos parcialmente a las fuerzas armadas iraquíes, hablaron de un "triunfo total", pero luego vemos que pasan tres años y los EEUU todavía no pueden consolidarse, es decir la fase de la consolidación es extremadamente difícil y compleja.

Exactamente lo mismo va a suceder en Colombia, porque esta nueva Fase de Consolidación va a durar por lo menos 5 años y creo, con mi experiencia militar, que en el caso colombiano es demasiado optimista hablar que en cinco años el Estado logre definitivamente consolidar su control de todo el territorio nacional. ¿Por qué?: Porque la guerra que vive Colombia es una guerra de movimientos y la estrategia de la guerra subversiva en un momento determinado hace que abandonen temporalmente una zona hasta reconstituirse y ampliar fuerzas para volver nuevamente a una contraofensiva estratégica. Eso es lo que va a suceder de acuerdo a los análisis trazados por nosotros a lo largo de estos años y en diferentes escenarios militares de esta naturaleza que se han dado a través de la historia.

AUMENTO DEL NIVEL DE CONFLICTIVIDAD

En esta "Fase de Consolidación" se habla de incrementar el control del sector fronterizo, es decir, dentro de la concepción de esta Fase del Plan Colombia, los esfuerzos se centrarán a través de la presencia militar en intentar consolidar la presencia estatal especialmente en el sector sur, en el departamento de Putumayo. Ello determina que en la frontera nororiental ecuatoriana, especialmente, se incremente el nivel de conflictividad. Tenemos registrados algunos hechos que han sucedieron en 2006 sobre violaciones a la soberanía, el espacio aéreo y el territorio ecuatoriano no por parte de actores insurgentes sino de elementos de las FFAA oficiales de Colombia. No hace mucho se produjo la explosión de un artefacto en Puerto Nuevo que produjo heridas a tres ciudadanos ecuatorianos, y prácticamente Colombia ha debido reconocerlo de manera oficial.

En esta Fase de Consolidación se propenderá al incremento y continuación de las fumigaciones, incluyendo en la franja de 10 Kms. acordada por ambos países en respetarla. Ya sabemos los costos en términos humanos y ambientales que eso implica, y tal política está considerada y aprobada por el Gobierno de Uribe desde su primer período. Es decir, nosotros anticipamos que la aplicación de esta Fase de Consolidación va a incrementar la conflictividad y el nivel de violencia especialmente en el sector del Putumayo y Nariño, con las consecuencias "colaterales" que va a sufrir la población ecuatoriana y su territorio en el sector nororiental.

FACTOR SORPRESA

Días antes del lanzamiento de la denominada nueva "Fase de Consolidación" del Plan Colombia, de manera inusual y sorprendente se produjeron tres hechos que deben ser tomados en cuenta a la hora de analizar sus consecuencias:

1) El diario más influyente de los EEUU, "The New York Times", en editorial principal expuso públicamente que el Plan Colombia había fracasado y que el 'Plan Patriota', ese instrumento militar tendiente a aniquilar o debilitar los bastiones insurgentes en los departamentos donde no había presencia militar oficial colombiana, también había llevado al fracaso.

2) La llamada "Fase de Consolidación" del Plan Colombia es el secreto mejor guardado por Washington y Bogotá, es decir sus contenidos los gobiernos de Uribe y de Bush, no los han dado a conocer a sus propias opiniones públicas, a sus instituciones parlamentarias, a sus sociedades y medios de comunicación. Y, por ende, tampoco fue informado el gobierno ecuatoriano en ninguna de las reuniones oficiales sostenidas con las autoridades colombianas.

Los contenidos de esta nueva "Fase de Consolidación" del Plan Colombia, por un mínimo sentido de respeto y corresponsabilidad, Bogotá debía compartir y advertirlo a Quito, pero Uribe ha preferido lanzarlo a su manera, es decir sorprendiendo a los países vecinos, con la aprobación del plan y la publicidad de su nuevo nombre, pero sin dar a conocer sus contenidos. Este es, como nos han compartido investigadores independientes y ONGs expertas en el tema de Defensa en los EEUU, "el secreto mejor guardado en Washington". Sin embargo se han filtrado varias de sus aristas, precisamente debido al lobby o cabildeo hecho por organismos no gubernamentales de derechos humanos en los EEUU.

3) Se desprenden varias amenazas al Ecuador. En primer lugar, se han aprobado 700 millones de dólares del total del paquete de ayuda estadounidense, para un nuevo rubro de ayuda a Colombia, y ese rubro nuevo es la llamada "Ayuda a la Seguridad Nacional" colombiana. No se sabe si el término "Seguridad Nacional" será manejado puertas adentro o en sus fronteras, resultando esta segunda posibilidad una interrogante de amenaza potencial a los países fronterizos a Colombia, que no tienen recursos de proporciones ni ayudas semejantes para contrarrestar el evidente desequilibrio militar que el gobierno de Uribe Vélez está desatando en la región.

Es necesario conocer que en esa nueva Fase de Consolidación, las fumigaciones continuarán, siendo la herramienta concreta de la política estadounidense y colombiana de la fracasada 'guerra contra las drogas'. Las declaraciones de la señora Anne Patterson, ex-embajadora de EEUU en Colombia y actual asesora del Departamento de Estado de la administración Bush, son por demás elocuentes, puesto que en diálogo con expertos de EEUU especializados en los gastos de defensa de su gobierno, meses antes de que se apruebe esta Fase de Consolidación del Plan Colombia, les señaló que: "No es que las fumigaciones hayan fracasado, sino que falló la dosis, por lo que se estudia aumentar la dosificación del roundup ultra" y, por tanto, aumentaría su nivel de letalidad con glifosato reforzado, para que supuestamente tengan éxito las operaciones de fumigación.

LA MEJOR POLÍTICA PRO-GUERRILLERA

En esa perspectiva, es necesario denunciar una realidad evidente para pocos analistas: las fumigaciones, lejos de ser una estrategia "contra-insurgente", han sido la mejor política pro-guerrilla, pues la subversión ha crecido y aumentado su poder económico y social desde que empezaron las fumigaciones, las mismas que no van a lograr erradicar los cultivos ilícitos nunca.

Dentro de este panorama complejo hay que advertir que la Fase de Consolidación tiene un freno y es el propio Congreso norteamericano. Los emisarios de Uribe cuando presentan el proyecto, que es sometido a una reconversión financiera y conceptual por el gobierno estadounidense, señalan que requieren "más fondos" para esta nueva fase, pero a su vez argumentan que el Plan Colombia ha logrado cumplir sus metas al 100%, lo cual es una irrealidad. Los congresistas norteamericanos, que no son bobos, les responden "Si ustedes han logrado el 100% en las dos fases del Plan Colombia del 2000 hasta el 2006, ¿para qué requieren más presupuesto?

Toda esta complejidad tiene que conectarse con la situación ecuatoriana.

LOS NUEVOS ROLES DE LAS FUERZAS ARMADAS

¡Qué coincidencia!, cuando se lanza la Fase de Consolidación del Plan Colombia aparece formalizado por el propio Presidente de la República Alfredo Palacio y el ex-ministro de Defensa Oswaldo Jarrín, y continuado por su sucesor General Delgado, el llamado Libro Blanco, que aprueba los "nuevos roles" de la FFAA ecuatorianas hacia la llamada "lucha contra el narcotráfico", policializando sus funciones. Después del ejército colombiano, el ejército en Latinoamérica que cambia los roles fundacionales, es decir que reconvierte hacia la policialización sus objetivos, es el ejército ecuatoriano. Y dado que en la mentalidad de los ejecutores del Plan Colombia y de los asesores de Washington no hay una línea que separe lucha antidrogas de lucha contra-insurgente, la propuesta del cambio de roles, actualmente, se presenta como contra-institucional, es decir que intenta debilitar los objetivos históricos y la visión del ejército nacional para que pueda ser funcionarizada como pesquisa policial en la frontera.

Bajo esa contextualización se debe analizar el anuncio del gobierno de Palacio de desmantelar 14 destacamentos ecuatorianos, cerrarlos para concentrar fuerzas en el norte, según el plan iniciado por el mediáticamente reconocido 'intelectual militar' Oswaldo Jarrín en el año 2000, plan que nosotros denunciamos y que consistió en el "Cambio del Centro de Gravedad Estratégico", que durante 40 años las FFAA del Ecuador sostuvieron, y que desde el año 2000, se desplazó a la frontera con Colombia.

Dentro de este panorama, que traerá consecuencias inmediatas y mediatas al Ecuador, conocemos que la Policía Antinarcóticos de Colombia, a través de un Informe oficial entregado a la Presidencia en Bogotá, sostuvo que 'los cultivos ilícitos de coca y amapola "han aumentado en un 36% en la zona de "ablandamiento" de los 10 kms.', que el Ecuador logró forzar a Bogotá para impedir los impactos de las fumigaciones en nuestros territorios, lo que en buen romance implica que en la Fase de Consolidación quieren fumigar y así preparan "el terreno". ¿Es por eso que la promesa de la Canciller colombiana de 'suspender las fumigaciones', tiene un carácter temporal?

ACCIONES JURÍDICAS

¿Frente a todo lo citado, qué hacer? Hemos mantenido reuniones con juristas ecuatorianos reconocidos, para realizar acciones jurídicas necesarias. La primera, una acción jurídica para lograr la salida de los mercenarios, mal llamados contratistas, de la empresa Dyncorp de la Base de Manta, y a su vez que esa acción legal permita imponer a los militares estadounidenses y ecuatorianos un monitoreo del Estado ecuatoriano, para que se conozcan cuáles son las operaciones que realizan oficiales estadounidenses, nacionales y colombianos desde la Base de Manta; y una segunda acción jurídica, tendiente a defender el espíritu y la historia del Ejército ecuatoriano, que por más de 50 años ha tenido un rol distinto al de los ejércitos vecinos, con el objetivo de detener esas nuevas y nefastas políticas del llamado Libro Blanco, o lo que son lo mismo "los nuevos roles" en la nueva Política de Defensa Nacional.

El Ecuador no puede aceptar que los roles de sus FFAA, que son de seguridad, defensa de la soberanía nacional, de defensa del territorio, de ayuda en el desarrollo y a la comunidad, vayan a ser reemplazados para que funciones como un apéndice operativo de retaguardia del Plan Colombia en su Fase de Consolidación. Por lo cual en esas acciones demandaremos que declaren el Gral. Oswaldo Jarrín, el Ministro de Defensa y todas las autoridades civiles y militares que aparezcan como co-responsables de semejante desplazamiento conceptual, que entraña amenazas a nuestra propia Agenda de Seguridad, a nuestro territorio, al Estado-Nación como tal, y a nuestras propias Fuerzas Armadas, cuya historia, repetimos, por fortuna, ha sido distinta a la de los ejércitos de Colombia y del Perú.

EL SILENCIO DE URIBE

Sobre las aspersiones aéreas contra los cultivos ilícitos en la zona fronteriza colombo-ecuatoriana, se hace necesario traer a cuento que una delegación de las Naciones Unidas llegó en febrero 2006 para realizar un estudio preliminar que permitiera decidir si se debe o no investigar en territorios ecuatorianos los impactos a la salud humana y a la vegetación, que han tenido las fumigaciones hechas por Colombia y EEUU. Ese estudio preliminar fue hecho y la recomendación dada a las cancillerías ecuatoriana y colombiana, fue que sí se debía adelantar una investigación con expertos de la ONU en el tema. La Cancillería ecuatoriana respondió que aceptaba esa recomendación, pero durante los seis meses siguientes Uribe y su canciller guardaron silencio. La canciller Araújo vino a Quito solamente a una rueda de prensa y a una rápida reunión en la que no trató este tema, y no fue capaz de decirles al canciller Carrión ni al país, ni a los medios de comunicación, por qué han dilatado tanto esa respuesta para que la ONU proceda a realizar los estudios independientes sobre los impactos de las fumigaciones en territorio ecuatoriano.

Hoy vemos que hay una ofensiva mediática, extraña y exitosamente posicionada por la fuerza pública ecuatoriana, colombiana y estadounidense, se trata de las abundantes noticias sobre operativos antidrogas en los que han participado la agencia antinarcóticos estadounidense, la DEA, la policía antinarcóticos y de seguridad de Colombia y la Policía antinarcóticos ecuatoriana, la misma que en los últimos meses publica un informe tremendista y altamente llamativo, en el que sostiene que "Ecuador ya no es solamente territorio de paso de las drogas, sino un bodegaje" de drogas. ¡Qué curioso que la policía ecuatoriana, que es la que más ayuda recibe en toda la región andina por parte de Washington, saque esas conclusiones, que favorecen a la agenda y visión de los propios EEUU, país que está empeñado en ayudar totalmente a la llamada Fase de Consolidación del Plan Colombia!

Es pertinente resaltar que vamos a estar vigilantes de todo este proceso, para mantener informado adecuada y oportunamente tanto a la opinión tanto nacional como internacional, así como para realizar las acciones en el campo jurídico que sean necesarias.