"ES IMPOSIBLE ENTENDER A LA UNASUR Y CELAC SIN EL NO AL ALCA"


 

EL TELÉGRAFO

A diez años del No rotundo en la IV Cumbre de las Américas de Mar del Plata a Estados Unidos que buscaba imponer al hemisferio un leonino tratado de libre comercio, se presentó el pasado 15 de octubre en Buenos Aires un libro recordando aquella jornada histórica. En "Del no al ALCA a UNASUR", se reconstruye la derrota norteamericana.

Coordinado por los politólogos argentinos Juan Manuel Karg y Agustín Lewit, con prólogo del científico social Atilio Boron y bajo el sello de Ediciones del Centro Cultural de Cooperación de la capital argentina, este libro además de importantes artículos de investigadores de la región, presenta una serie de entrevistas a destacadas personalidades del mundo político, intelectual y periodístico de América Latina, entre los que sobresalen el secretario general de Unasur, Ernesto Samper, el expresidente de Honduras, Manuel Zelaya, el excanciller argentino Jorge Taiana, y el actual ministro de Cultura de Ecuador, Guillaume Long, entre otros.

"El décimo aniversario del No al Alca fue la excusa perfecta: la idea del libro es debatir los logros, avances y desafíos que tienen las instancias autónomas de integración, como UNASUR y CELAC, centrandonós además en la importancia histórica de dirigentes como Kirchner, Chávez y Lula, quienes cambiaron la geopolítica regional durante la última década, pensando más allá de sus propios países" destacó Juan Manuel Karg.

Por su parte Agustín Lewit, aseguró que "la firmeza y decisión de Hugo Chávez, Lula da Silva y Néstor Kirchner, fundamental para dar por tierra la pretensión de George W. Bush, significó asimismo un relanzamiento del histórico proyecto de integración regional. Ese pasaje, de la negación a la construcción, ocupa un lugar central en el libro, que pretende ser un puntapié para comprender todo lo que se ha hecho en estos diez años".

En entrevista con El Telégrafo de Ecuador, Karg cuenta los motivos del libro, hace un análisis sobre la IV Cumbre de las Américas y enuncia el momento actual de integración regional en América Latina.

¿Cuál es la principal aporte del libro "Del no al Alca a Unasur"?

El principal aporte del libro es sistematizar lo realizado en materia de integración regional en los últimos diez años, a partir del histórico hecho sucedido en Mar del Plata. Sin lugar a dudas, la IV Cumbre de las Américas de Mar del Plata fue un parteaguas en la relación entre Estados Unidos y la región: aquel quiebre significó la posibilidad de pensar en construcciones autónomas, como Unasur y Celac, sin injerencia norteamericana.

Por eso la publicación cuenta con voces especializadas: Ernesto Samper (Secretario General de Unasur), Florisvaldo Fier (Alto Representante del Mercosur), Jorge Taiana (Ex canciller argentino, coordinador de la IV Cumbre de las Américas), Manuel "Mel" Zelaya (Ex presidente de Honduras), y Guillaume Long (Ministro de Cultura de Ecuador), entre otros. Todos ellos cuentan sus impresiones sobre aquellas jornadas, pero también dan cuenta de lo realizado posteriormente, llegando hasta nuestros días con un puntilloso análisis en materia política, económica y social.


Juan Manuel Karg


La cumbre de Mar del Plata se considera histórica porque los países, sobretodo del Cono Sur, se impusieron a la agenda de Bush. ¿Qué condiciones hubo aquel entonces que permitieron que Estados Unidos saliera derrotado de lo que se consideraba su "patio trasero"?

En primer lugar, la aparición de un conjunto de gobiernos posneoliberales que inclinaron la balanza. Si en Quebec 2001 la propuesta del ALCA había avanzado casi por unanimidad -con sólo Venezuela expresandose en contra-, Mar del Plata 2005 evidenció una ruptura total con aquel paradigma. Y sólo habían pasado cuatro años.

Ocurre que la llegada al gobierno del Frente Para la Victoria en Argentina, del Partido de los Trabajadores en Brasil y del Frente Amplió en Uruguay modificó la correlación de fuerzas a nivel regional. Chávez ya no estaba sólo. Y luego vendrían los triunfos del Movimiento al Socialismo en Bolivia y de Alianza País en Ecuador, reforzando el ideario integracionista que todos estos gobiernos -aún en funciones en todos estos países- albergan dentro de su plataforma programática.

Luego, una conjunción de movimientos populares que también se expresaban contra el acuerdo, nucleandose en dos instancias en aquel entonces: el Foro Social Mundial de Porto Alegre y el Foro de Sao Paulo. Más tarde vendría la construcción de la ELAP -Encuentro Latinoamericano Progresista-, con un fuerte peso de Ecuador, también como herencia de este "cambio de época" regional, al decir de Correa. En aquel Mar del Plata 2005, la conjunción de organizaciones y movimientos llegados desde todo el continente se expresó en un acto de masas realizado en el Estadio Mundialista, con el cierre de Chávez y su recordado "Alca, al carajo". Aquello expresó la sintesis perfecta entre lo que pasaba en la cumbre oficial y lo que decían las calles.

¿Cómo esa postura contribuyó al surgimiento de la Unasur y de otros organismos de integración regionales?

Es imposible entender a la Unasur y CELAC sin el "No al Alca". Esas instancias son precisamente el pasaje de la negación a la construcción: Mar del Plata 2005 es el hito ineludible para comprender el nuevo momento histórico regional. De un rotundo no a un fructifero sí. Y allí también opera una memoria de largo plazo, de Bolívar y San Martín, de la construcción de una Patria Grande.

Así vemos hoy a una Unasur que ha cumplido tareas importantes en términos democráticos, salvaguardando la democracia en Bolivia (2008), Ecuador (2010) y Venezuela (2014). Y a una CELAC que reivindicó a Cuba con su presidencia en 2013, provocando un cambio diplomático de EEUU hacia la isla. Todo ello también es fruto del "No al Alca".


Dos de los actores de esa cumbre -Kirchner y Chávez- ya han fallecido. ¿Su ausencia cómo afecta al proceso integracionista y soberanista de Sudamérica?

Son dos liderazgos de esos que aparecen cada cien o doscientos años, con un cambio radical de paradigmas, no sólo dentro sus países, sino también a escala regional. Por ende, son irremplazables. Su ausencia es notoria en el sentido de pensar a la región en su conjunto.

Sin embargo, dicho esto, también hay que mencionar que durante 2014 la región presentó una revitalización de las instancias integracionistas, especialmente de Unasur, con la inauguración de la Sede Néstor Kirchner en Mitad del Mundo, y con la designación del ex presidente colombiano Ernesto Samper Pizano al frente del organismo.

Cristina Fernández de Kirchner, Lula da Silva y José Mujica, que han cumplido desde la presidencia de sus países una importante labor en materia de integración regional, podrán ahora aportar a pensar a la región en su conjunto, ya sin la cotidianeidad que impone el ejecutivo. Son tres políticos vitales para el nuevo momento regional: tienen un rol destacado que cumplir de acá en más, consolidando lo conseguido e intentando ir más allá. Cuentan, para ello, con el apoyo de Evo Morales, Rafael Correa, Raúl Castro, Daniel Ortega y otros mandatarios que aún continúan en funciones.

A 10 años de esa cumbre, ¿hacia dónde se dirige la región ahora?

La región comenzó a debatir en los últimos años una nueva inserción global. La aparición de los BRICS, junto a una política exterior autónoma de nuestros países, cuestiona las "relaciones carnales" que en la década del 90 nuestros países se habían dado con los EEUU. O, mejor dicho, que nos habían impuesto.

América Latina debe apuntar en primer lugar a solidificar las instancias conseguidas. Veamos: Unasur tiene apenas ocho años; CELAC, sólo cuatro. Han logrado destacados avances, pero son aún herramientas muy jóvenes. Por ello primero debemos pensarnos de conjunto, y luego apuntar a vincularnos con los nuevos polos de poder emergentes a escala global. Esto también es destacado en el libro, en su capítulo final: se hace necesario seguir vinculando a Unasur con los BRICS, especialmente Rusia y China. Aquel cambio de orientación internacional también es un legado de este décimo aniversario que se está a punto de cumplir.

El Telégrafo, Ecuador, octubre de 2015.