LA UNIÓN DE LOS PROGRESISTAS

POR MAURICIO CABRERA GALVIS

Soplan vientos de unión entre las fuerzas progresistas del país. Los candidatos presidenciales del Partido Liberal (PL), Rafael Pardo, y del Polo Democrático (PDA), Gustavo Petro, han hecho manifestaciones expresas en ese sentido que son tan coincidentes que hasta utilizan un lenguaje parecido.

Para Pardo el objetivo es conformar "una gran coalición, que se constituya en una nueva mayoría progresista en este país… basada en principios comunes, como la defensa de la democracia y sus instituciones y el respeto por la Constitución del 91", mientras que la invitación del PDA es a "la conformación de un gran acuerdo de todas las fuerzas políticas y sociales que estén dispuestas a construir una verdadera democracia fundamentada en el Estado Social de Derecho".

La coincidencia de propósitos tiene razones de corto y largo plazo. En la coyuntura, el objetivo es ganar las próximas elecciones presidenciales: si prevalece el Estado de Derecho sobre el de opinión y el referendo se cae por los numerosos vicios que tuvo en todo su trámite desde la recolección de firmas, el hecho claro es que no hay ningún partido que pueda ganar solo en la primera vuelta y, por lo tanto, son indispensables las coaliciones. El PL y el PDA ya están buscando la forma de realizar una consulta interpartidista que les permita presentar un candidato de unidad desde la primera vuelta, consulta en la que también podría participar Cambio Radical.

Si por el contrario el referendo es aprobado por la Corte, lo que significaría que se violó hasta la ley de la gravedad y que no hay garantías para unas elecciones limpias, la estrategia de la coalición progresista sería la abstención para no legitimar con el voto de millones de colombianos ese atropello a la Constitución.

Pero el objetivo de los esfuerzos de unión va mucho más allá de una simple estrategia electoral. Se trata de enfrentar a la gran alianza de las fuerzas conservadoras que han gobernado al país en los últimos ocho años y que busca perpetuarse con un proyecto de régimen que en lo político es autoritario y debilita las instituciones democráticas, y en lo económico es inequitativo y propicia la concentración del ingreso y la riqueza.

Tal como lo hicieron en Chile los partidos de centro y de izquierda que se unieron en la llamada Concertación para enfrentar el régimen derechista de Pinochet y han gobernado con éxito durante 20 años construyendo una sociedad más democrática e igualitaria, los progresistas en Colombia tienen el reto de construir un nuevo proyecto de país y, sobre todo, de convencer a la mayoría de la población de que no sólo de seguridad vive el hombre ni la mujer.

En este sentido plantea Pardo que el objetivo de la nueva mayoría progresista debe ser "la búsqueda de una sociedad más igualitaria", porque "la pobreza y la indigencia sólo podrán reducirse con políticas consistentes de largo plazo", y que "el horizonte no es sólo el próximo período de gobierno. Se trata es de afianzar las instituciones frente al caudillismo, de luchar en serio contra la politiquería y la corrupción, de construir un Estado que sirva a los menos favorecidos y no a los poderosos".

Por su parte, el PDA invita a la "realización de un gran acuerdo democrático", no sólo electoral, sobre la base de programa de gobierno para defender la vigencia del Estado de Derecho, derrotar la violencia y el terrorismo y desarrollar una política económica y social democrática y progresista que garantice a todos los colombianos la plena realización de todos sus derechos sociales, económicos y culturales.

La tragedia histórica de los progresistas es que siempre han dado más importancia a lo que los divide que a los muchos ideales y objetivos que tienen en común, lo que varias veces ha permitido el triunfo de las fuerzas conservadoras a pesar de ser minoría. Por eso es importante que hoy se consolide la búsqueda de la unión de los progresistas.

Noviembre 29 de 2009.