LA NUEVA ECONOMÍA

Por RODRIGO BORJA

Se discute si hay una "nueva economía" -"new economy", según la expresión acuñada por la revista "Business Week"- o si sólo se trata de nuevas tecnologías al servicio de la "vieja economía". Porque las fuerzas del mercado no han desaparecido sino que se han modernizado y vigentes siguen el afán de lucro como motivación última de los agentes económicos, la iniciativa privada, la libertad de emprender, la encarnizada competencia comercial, la "ley de la oferta y la demanda" y la acumulación del capital, sólo que estos factores utilizan hoy nuevos procedimientos y técnicas, mucho más eficaces, para alcanzar sus designios.

El "Conseil d'Analyse Économique" la define como "un sector en plena efervescencia, el de las industrias de la información y de las telecomunicaciones, y una nueva manera de entender la economía en su conjunto". La OCDE la entiende como una fuerte tendencia del crecimiento económico que resulta de modos de gestión empresarial más eficaces, facilitados por las modernas tecnologías de la información y de la comunicación. Para Manuel Castells -en una conferencia pronunciada en el Ayuntamiento de Barcelona- es "una economía que está centrada en el conocimiento y en la información como bases de la producción, como bases de la productividad y bases de la competitividad, tanto para empresas como para regiones, ciudades y países".

De cualquier manera, es evidente que esta nueva economía tiene una dimensión global, es decir, opera a escala planetaria. En ella el capital se moviliza las 24 horas del día por los mercados financieros, cuyos flujos son descomunales. Miles de millones de dólares se negocian en pocos segundos a través de los circuitos electrónicos que cubren el planeta.

La fibra óptica -que es un finísimo cable de cristal de cuarzo de alta pureza, diseñado para transmitir la luz a extraordinarias velocidades y con capacidad para transportar información 64.722 veces más rápido que el teléfono convencional- reemplaza al cable de cobre tradicional y tiene importantísimas repercusiones en el cibercomercio que se realiza por internet, donde se acuerdan las compras y se hacen los pagos.

Por tanto, lo que se ha dado en llamar "nueva economía" no es más que el conjunto de los instrumentos electrónicos que ella utiliza -los modernos softwares de la informática- y la aplicación de la robótica a la producción industrial.
De modo que ella tiene que ver más con las tecnologías que con los principios y dogmas tradicionales del régimen económico capitalista.

La "nueva economía" es un sistema operativo basado en la información y el conocimiento al servicio de la producción, la productividad y la competitividad, de dimensiones globalizadas, que funciona sincronizadamente a escala planetaria mediante empresas que operan en red.

10 de febrero de 2013

ómico más importante con que puede contar un país.

13 de enero de 2013.