LA HERMANDAD ENTRE BOGOTÁ
Y CUNDINAMARCA
CIUDAD-REGIÓN,
ALIANZA PARA EL DESARROLLO
- La idea de convertir a la Sabana en un gigantesco
corredor de desarrollo nació en 1997 y aunque
no ha podido concretarse, sigue vigente.
Hace
algunos años, en 1997, la idea de convertir
a Bogotá y los municipios de la Sabana en
un solo ente de empuje y desarrollo comenzó
a dar vueltas en la cabeza de muchos cundinamarqueses.
Como capital de la República, Bogotá
se había convertido en la primera megalópolis
del país, dejando su rol de mera proveedora
de servicios públicos o ejecutora local de
decisiones nacionales, y pasando a ser una nueva
forma de convivencia humana. |
El
potencial de Bogotá, integrada a la región,
es
incalculable, pues son 2.870 kilómetros
cuadrados.
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El libro De Bogotá a la región, elaborado
por un grupo de profesionales de la Contraloría
de Bogotá en 2003, entregó lo que puede
ser un diagnóstico inicial de esa soñada
ciudad-región, concluyendo que la expansión
de Bogotá sobre los municipios circundantes viene
conformando una nueva entidad territorial de carácter
informal, cuyos principales elementos son: una ciudad
central; un municipio totalmente conurbano: Soacha;
dos conurbaciones en proceso: una en el norte constituida
por los municipios de Chía, Cajicá y Cota,
y otra en el occidente, compuesta por Funza, Mosquera
y Madrid; tres centros regionales: Zipaquirá,
Fusagasugá y Facatativá, y una zona rural
con escaso destino agropecuario.
Con una población de 8,2 millones de habitantes,
en una extensión de 2.870 kilómetros cuadrados,
se trata de un territorio complejo compuesto por seis
ecosistemas, una orografía de dos componentes
centrales: zona plana y cerros en los alrededores; y
un sistema hidrográfico cuyo eje central es el
río Bogotá, en parte importante de su
cuenca alta. Decía el estudio que de continuar
la tendencia, en 2020 la población en la región
podría alcanzar los 11,2 millones de habitantes,
de los cuales 9,7 millones se asentarían en la
capital.
Bogotá es también el centro industrial
y financiero del país, al participar aproximadamente
con el 25% del PIB industrial y el 50% del PIB financiero,
convirtiéndose en el mayor foco de atracción
de inversión extranjera y el mercado de mayor
tamaño a nivel nacional. Por estas circunstancias,
dice el estudio, hay una serie de temas a tener en cuenta,
como por ejemplo "la estructuración conjunta
de un Plan de Ordenamiento Territorial, la formulación
de una política ambiental, la formulación
de planes de servicios públicos e infraestructura
y servicios de transporte de carácter regional
y el establecimiento de políticas de vivienda
armónica, entre otros".
VOCES EN EL CONGRESO
Es todo este panorama y el futuro lo que ha llevado
a pensar en hacer realidad esa ciudad-región,
idea que ya está siendo retomada por quienes
representan la voz del departamento en el Congreso.
Para el senador Juan Carlos Restrepo, no es posible
para Bogotá concebirse como una ciudad de futuro
sin contar con el potencial de la región, como
tampoco es posible para el resto del departamento crecer
y desarrollarse económicamente sin contar con
Bogotá. "Tenemos que potencializar esa relación.
Hay todavía circunstancias dolorosas como las
que tienen que ver con el suministro de agua al departamento",
indicó.
El también senador Camilo Sánchez cree
que la clave es pensar en equipo y reprogramar el desarrollo
regional. "Se trata de construir una zona metropolitana.
Es grave ver cómo municipios como Mosquera, Funza,
Madrid o Soacha se están tugurizando porque no
hay una plataforma presupuestal ni ideológica.
Hay que pensar en equipo, algo que ya funcionó,
por ejemplo, con el transmilenio hasta Soacha, lo cual
podría repetirse con Zipaquirá y Chía.
Cundinamarca no puede convertirse en un dormitorio de
Bogotá, que no tiene ni los servicios ni las
condiciones adecuados para poder crecer de una forma
conjunta".
Por su parte, el representante Buenaventura León
considera que "el tema de ciudad-región
es inevitable. Bogotá y Cundinamarca están
obligadas a tener una relación de hermandad.
Bogotá tiene que seguir siendo la capital de
Cundinamarca y tiene que ser una unión más
que limítrofe, dentro de un ancestro cultural,
político y dentro de un tejido político
y social que haga que para que ambas puedan surgir,
tengan que ir de la mano".
Tomado de El Espectador, Noviembre 5 de 2006.